CAPITULO 4
-Él es tu profesor de
coreano-dijo mi padre con una sonrisa
Mientras que él
se levantó de su asiento y prosiguió por
hacer una leve reverencia ante mí
-hola es un gusto
conocerte soy Yang Seung Ho desde hoy en adelante voy a ser tu profesor de
coreano-dijo mientas yo mordía mi uñas
-es un gusto-dije
haciendo una reverencia-soy Reiko-dije volviéndome a sentar
Mire mi casa como si
no la conociera ya que me sentía más nerviosa que nunca debido a su presencia y
tenerlo justo en frente de mí. Así que después de levantarme de mi respectivo
asiento, ice una reverencia en forma de
despedida y me dirigí a mi habitación
para cambiarme y salir a conocer un poco
de la nueva ciudad donde me iba a quedar
a vivir por un tiempo.
Había terminado de
cambiarme y me encontraba lista. Estaba a punto de salir cuando mi padre abrió la puerta con Seung Ho a su lado.
-¿estabas por hacer
algo?- dijo mi padre
-estaba por salir – respondí.
-ah está bien, bueno
entonces antes de que te vayas lo traje a él para que se conozcan un poco y
tengas idea de cómo van a ser tus clases -
- ha está bien-
Mi padre no desaprovecho
ni un segundo ante mis palabras y lo hiso entrar en cuestión de segundos y
luego se retiró dejándome sola con aquel
muchacho. Cerré la puerta y proseguí por ir y sentarme en mi cama y el
llego e imito mi acción pero en vez de sentarse
en mi cama se sentó en la silla de mi escritorio y comenzó a mirarme de la
cabeza a los pies
-es un gusto volver a
vernos.- comento esbozando una sonrisa
-si eso creo-dije
mirando al piso un poco avergonzada
-no esperaba
encontrarme contigo y menos de esta manera-comento mirando a los alrededores de
mi habitación
-yo tampoco- lo
observe
Se quedó callado por un momento y después de
un rato comenzó a hablar con seriedad, sobre como seria nuestras clases en los próximos días, pero yo casi ni
le prestaba atención ya que me perdía en sus labios que se movían al compás de
cada palabra que el decía.
En mi cabeza
retumbaban las palabras <<eres un tonta >> ya que él nunca se dignaría
de ver a una chica como yo más allá de lo laboral por el hecho de que había
mucha diferencia de edad de unos seis años , para mi sería imposible tener
oportunidad con él. Pase unos treinta minutos de estando distraída que cuando volví
en si me di cuenta de que él me estaba hablando.
-si te distraes de
esa manera nuestra clases no van a dar frutos-dijo sonriendo
-lo siento- iba a morir de la vergüenza
-está bien-se levantó
de su asiento-ya es hora de que me vaya
Lo acompañe hasta la
salida y me despedí de él.
Camine rumbo al garaje y tome la llave de mi auto y entre
en él. Me dio curiosidad, Seúl. Así que fui a conocer.
.
Estaba en el punto más
alto de la ciudad
Las hojas se
desprendían de a poco de su agarre comenzando a caer, algunas pasando por
frente mío, otras posándose en mí, todas buscando su lugar para aterrizar. El
frio invadía mi cuerpo por el temporal cuasando que mis mejillas comenzaran a
tornarse de un color rojizo, camine un poco dejando atrás mi auto estacionado.
Era hermoso ver los arboles de color anaranjado
y amarillo perdiendo sus hojas dejando que el suelo que una pisaba se
tiñera del mismo tono.
-¿es hermoso no te
parece?-
Su vos provoco que me
sobresaltara un poco, gire sobre mi propio eje para saber quién era la persona que me había hablado en ese
instante. Después de saber que era Seung Ho volví a girarme para seguir mirando
el lugar .
-si es hermoso.
-este lugar es uno de
los que más me gusta porque desde aquí se puede ver toda la ciudad - esbozo una
gran sonrisa
-es un lugar muy lindo-respondí
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Luego de un rato ella
se giró y comenzó a caminar en dirección contraria y comencé a imitarla hasta
que llegue hacia donde había dejado mi motocicleta la cual era una YAMAHA R1
color negro me monte sobre ella y Reiko se me quedo mirando un momento antes de
subirse a su auto, se veía como sorprendida y luego se subió a su respectivo vehículo
y sin decir adiós se fue, hice lo mismo. Iba por detrás de ella hasta que llego
el momento en que nos separamos debido a que ambos tomábamos diferentes
caminos.
Luego de manejar por las calles de Seúl,
llegue al edificio donde se encontraba mi vivienda. Camine por los pasillos del
mismo hasta llegar a mí de departamento. Entre observe el living, me senté en
uno de los sofás blanco que se encontraba en medio de la sala y comenzó a
despojarme de mi bolso que llevaba
puesto depositándolo en un costado
-ya has llegado- dijo
esa voz femenina que tanto me cautivaba y siempre hacia que estuviera feliz de solo escucharla
-si-esboce sonriendo
al verla - llegaste temprano hoy-
-si solo por
hoy-comento ella caminando hacia la cocina
-¿qué estás
haciendo?-pregunte dando un grito desde mi asiento
-estoy haciendo la
cena-respondió mientras picaba los vegetales-¿cómo te fue hoy?-interrogo
gritando sin percatarse de que yo estaba a su lado
-Bien creo
-lo siento- musitaron
sus labios y yo hice una leve sonrisa ante ello-¿a qué se debe ese creo? ¿Acaso
la joven es difícil de tratar?
-no solo que es un
poco distante y parece que no le agrado
-no te preocupes debe
de ser así porque recién se conocen entonces ha de sentir un poco de
desconfianza pero ya se le va a pasar, será hasta que te conozca bien-me
observo-ya verás le agradaras sonrió ante su comentario
Verla sonreír me
encantaba me volvía loco así que me digne a caminar hacia donde ella estaba y
envolverla con mi brazos ya que me gustaba poder sentirla. Podría decir que
ella era hermosa en todo sentido, me gustaba que ella me diera aliento para poder seguir adelante en mis cosas
-gracias-dije en su oído
en un tono bajo
-yaa.... no seas así
de meloso-dijo tomando mis brazos para soltarse de mi agarre
No me importaba lo
que ella me dijera no iba a dejar de abrazarla ya que para mí era como estar
pegado a su cuerpo
Si solo era así ante
la presencia de esa muchacha entonces podría decir que estaba enamorado como ningún
otro chico de veintitrés años.