viernes, 22 de noviembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 7

Capítulo 7


Quince minutos...

Los cuales parecieron eternos. Teniendo en cuenta que han reducido el tiempo desde el club hasta su casa, a la mitad. Se darán una idea de la emergencia que tiene en llegar. Como si la vivienda ardiera en llamas. Sin embargo desde fuera, y cuando ingresan, todo está tal cual lo dejo antes de irse. ¿Entonces que es lo que paso, como para que se retirara del club sin siquiera avisar?

Su boca es asaltada nuevamente, como lo fue, minutos atrás en la disco, cuando alguien, lo acorralo contra la pared del baño, y se animo a aventurarse dentro de su cavidad bucal, sin su permiso. Lo siente, aun puede saborear en los labios ajenos, el gusto del último trago que habían compartido antes de que todo comenzará a suceder.

¿Echarle culpas al alcohol? Al menos eso hará horas después. Luego de que todo acabe. Porque en este momento ya no puede poner un alto a las caricias a las que está siendo sometido su cuerpo. La señal de " Stop" que mental mente imagino, ha quedado sobre un suelo de tierra hecho trizas.

Su cintura es apresada por las manos del mayor, que lo atrae más para que sus cuerpos se sientan uno con el otro. Sus lenguas entremezclándose en una danza, caliente y que deja a la vista la lujuria, que los envuelve. El oxígeno dentro de sus pulmones, comienza a escasear, y aun así no hay intenciones de querer detener ese desenfrenado y alocado beso. Su labio inferior es tironeado por los dientes del ajeno, antes de separarse.

Pero no pierden el tiempo. A pesar de que la respiración, se ha vuelto una agitación des compaginada, y su pecho sienta que su corazón late como el galope de un caballo, en plena carrera, él no se detendrá.  Sus labios comienzas a descender por el mentón y luego, continúan bajando, por la piel tostada del cuello del mayor.

Desde que lo vio bajar del vehículo esa noche, antes de ingresar al club, con un polo negro, abierto en un cuello en V, que dejaba un campo visual, bastante amplio de sus clavículas y parte de su pecho, no podría negar, que sus ojos se deleitaron, con ganas de probar esa porción de piel, y que para entonces, aun no corría por sus venas ni una gota de alcohol. <<Salado>> Piensa Myungsoo, cuando su lengua, traza un camino, de saliva desde el lóbulo de la oreja hasta el hombro del más alto.

Culpable. Es probable que así se sienta más tarde. Porque él no esta tan bebido como el menor, no ha tomado tanto, y sin embargo se está aprovechando de la situación, de que Kim parece no controlarse a causa de los fuertes tragos que consumió durante la noche. Sus ojos brillaban como un cristal, y Sungyeol, solo pensaba que las oportunidades hay que aprovecharlas al máximo. Acorralarlo en el baño, y robarle un beso, era su única intención, pero no previo que las cosas tomaran ese curso. Que Myungsoo correspondiera, y siguiera el juego. Una muestra clara de que el menor no estaba en sus cinco sentidos, pero tampoco puede negar que no lo haya estado esperando, si morder esas rodajas de limón, y dirigir miradas hacia él, no fue provocarlo, pues que lo cuelguen en la horca. Quizás nada hubiera pasado, si solo Myungsoo no hubiera tomado esa actitud tan insinuante.

Sus manos se escabullen bajo la camisa blanca del menor, y comienza a acariciar casi con desesperación la piel nívea del más bajo. Sus labios se vuelven a encontrar y comienza nuevamente esa batalla entre lenguas por saber quién domina a quien. Pero Sungyeol sabe que la ha ganado, hace rato, y que si solo deja que se presente esa pequeña riña en sus bocas, es porque lo pone todo más excitante.

¿En qué momento han llegado al descansillo de las escaleras? Myungsoo pierde la noción de todo lo que hay a su alrededor, y piensa solo en que quiere llegar a la cama. Su espalda choca contra la pared blanca, y Sungyeol comienza a desabotonar su camisa. ¿Qué está sucediendo? ¿No era que ese sujeto no le agradaba? Debería parar todo, detenerlo, y sin embargo no lo hace, porque el punto vacilante, para permitirse a la duda de si está bien o no hacerlo, lo ha dejado atrás. A él mismo no se puede engañar, la borrachera solo le ha dado el empujón que necesitaba para cumplir sus deseos.

Su cuerpo se tensa. Una corriente eléctrica recorre toda su espina dorsal, y hace que su cabeza  se eche hacía atrás. Un jadeo escapa de su boca, cuando Sungyeol ha encontrado entretenido jugar un poco con esas protuberancias rosadas de su pecho. Uno siendo masajeado con delicadeza y luego lo tironea con algo de fuerza.  Y el otro siendo maltratado por la lengua, labios y dientes del mayor. Juega a hacer una aureola de saliva a su alrededor de ese pequeño botón que va queriendo endurecerse como una piedra. Succiona y luego lo muerde.

-AHHH...- No lo pudo evitar, el gemido ha salido sin si quiera pensarlo.

Sungyeol sonríe. Ese sonido que escapo de los labios del menor, lo han hecho ponerse más caliente que en un principio. Repite varias veces más, lo mismo, con ambos pezones. ¡Dios! Myungsoo parece que se volverá loco con todo aquello. Su cabeza se sacude de un lado otro por cada espasmo de placer que siente. Podría jurar que llegara a un orgasmo con solo eso.

Nuevamente se besan, mientras suben las escaleras, hacia la habitación del menor. Se van  despojando de sus ropas a medida que avanzan  por ese pasillo. Las prendas siendo quitadas, bruscamente, y dejadas en el abandono por  los escalones y el suelo de la planta alta.  Antes de llegar al cuarto, ambos ya se encuentran desnudos, como dios los trajo al mundo. Sungyeol rodea con uno de sus brazos la cintura del menor, y lo acerca más a él. Toma con su mano izquierda el mentón del menor, y deja otro beso en sus labios, el cual se intensifica, cuando Myungsoo posa una mano en su nuca, haciendo que se unieran más.

Una locura. Se tratan de dos hombres. ¿Qué dirán los demás? ¿Sus vecinos? ¿Sus amigos? Tan pronto como lo piensa, Myungsoo manda a lo lejos su cuestionario de preguntas. No le interesa, es su intimidad, su vida privada y con ella hace lo que quiera, sin rendirle cuentas a nadie.

Dentro de la habitación, cerca de la cama, y sin embargo aun sin pensar en usarla. Myungsoo está de cuclillas delante del mayor, observando y estudiando. Delante de él una masa de músculos, que claman por un poco de atención. Lo toma con una de sus manos,  y sin experiencia alguna, porque es su primera vez con un tipo, solo comienza hacer como se lo hacían a él. MASTURBAR. Desliza su mano desde la punta del pene hasta tocar la pelvis, y otra vez, cada vez con más fuerza y rapidez.

Sungyeol pierde la cabeza. ¿Cuántas veces no lo imagino o lo soñó? Un sueño hecho realidad, pero ¿Hasta qué punto? Después de eso ¿qué vendrá? ¿Qué harán? Su mente queda en blanco, cuando el calor de la cavidad bucal del menor se siente alrededor de su miembro. Engullendo su pene, en su totalidad.

-¡Dios! Myungsoo...

Olas de placer, chocan contra las orillas de su ser, Queriendo invadir por completo. Desde el capullo hasta su base, todo ensalivado por la boca del menor, por esos labios que parecen una fresa de tan rojos que se han puesto, por succionar la punta de su miembro. Esa lengua que parece regodearse por el nuevo logro que ha conseguido, lamiendo de aquí y de haya, incluso sus testículos. Hasta hace parecer que ya tiene una vasta experiencia, en el asunto.  ¿Alcohol o deseo? Vaya uno a saber, pero todo va cobrando una luz que más que alumbrar, torna todo oscuro.

Sombras del pecado... Sungyeol lo detiene, él quiere algo más, y no piensa venirse en la boca de Myungsoo. Lo pone de pie y lo lleva hasta la cama. Se besan. Eso se ha vuelto como una adicción, no poder despegarse de los labios del menor, como si se tratase de una fuente de éxtasis.

La espalda del menor toca la superficie del colchón, cubierto por unas sábanas azules, que compro ese sábado a la mañana. Y parece broma ¿No? Linda manera de estrenarlas. Sungyeol se recuesta arriba de él, sin echar todo su peso encima. Sin saber porque lo hace, Myungsoo se abre de piernas, dando lugar a que el mayor se acomode en medio de ellas. Sus labios continúan sin separarse. El oxígeno comienza a faltar de nuevo, y es molesto porque no hay ganas de deshacer esa unión, que a pesar de ser brusca, grotesca, sin sentimientos de por medio, es apetecible.

-¿Que me harás?...-

Sungyeol, acerca su boca hasta la oreja del menor...

-Nada que tú no quieras...-Murmura Suave, con una voz ronca y sensual.

¿Qué les puedo decir? Si uno viera, el brillo en los ojos de Myungsoo, sus pupilas dilatadas, como si se hubiera fumado algo, sus mejillas rojas, como el pétalo de una rosa, está más que claro, que espera el camasutra completo. Esta tan caliente que no le importa tener que ser quien reciba, el de abajo, el pasivo, o el uke. No le importa nada, solo que Sungyeol, ese sujeto que según él se encargó de etiquetar como alguien "cretino", le saque las malditas ganas de ser violado. Ya se la chupo, pues ya está, que se la ponga también. Y tenemos un combo completo. Bien esto si se puede cuestionar, si es o no el alcohol el culpable de que piense de esa manera.

-Métemela...

¿Qué demonios? Si Myungsoo perdió la cordura vergüenza, y perderá su virginidad anal, a causa de sus palabras. Porque Sungyeol no piensa discutir ese pedido, ni mucho menos.

Como si fueran animales en celos, Sungyeol comienza a mover su cadera, simulando embestidas, para poder frotar su miembro, con el del menor. Los gestos en el rostro de Myungsoo, mordiendo su labio inferior, queriendo contener los gemidos, y arqueando su espalda por ese tacto, tienen más efecto que un afrodisiaco.

-¿Qué quieres que te haga?-Ronronea en su oído

-Por favor... ya sabes... no me hagas...

-¡Dilo!-Ordena

Ufff que calor. Se está poniendo exigente la cuestión. Myungsoo frunce el entre cejo, y pasa una de su manos por la nuca del mayor, tira de los cabellos del castaño, hacia atrás, para poder tener una mejor vista de ese cuello largo, que se le hace apetecible y excitante. Esa pequeña montaña que sobre sale en su garganta, su manzana de Adam, que sí, le tienta como una fruta prohibida. Su lengua recorre toda su extensión, saboreando cada centímetro de piel, de esa vena que comienza a marcarse por lo largo, hasta llegar a perderse por atrás de su oreja, y donde él detiene su camino de saliva.

-Follame Sungyeol… Follame de una maldita vez...

Palabras que suenan con ira y al mismo tiempo con gusto a suplica. Porque su cuerpo no soporta la espera, se estremece con solo sentir la respiración de esa boca jadeante, que a medida que desciende por su cuerpo, deja su huella de besos, por su torso, su abdomen, su ombligo, que es profanado por su lengua. Las manos del mayor acariciando la piel blanca de sus muslos, mientras continúan bajando, y haciendo que Myungsoo se abra un poco más de piernas

Observa, con deseo, ese pequeño anillo rosa que parece palpitar pidiendo a gritos que lo ultrajen, que lo posean con demencia. Su lengua siendo la primera en probar de esa entrada, de delinear esos bordes, que pronto tendrán que ser sometidos a una invasión, que en un principio lastimara. Salpicando ese pequeño orificio con su saliva, empapando todo la intimidad del menor.

-Hmmmm...

La intromisión de un dedo en su interior anal, ha resultado ser incomoda, una molestia, que a medida traspasan los segundo, se vuelve, no agradable, si no abrasador, sobre todo cuando ese falange comienza a moverse, saliendo y volviendo entrar en su hoyito jamás desvirgado, varias veces. Un segundo dedo se abre paso. Duele, pero eso no significa que no lo desee. Que a pesar de comenzar a sentir algo de ardor, o que el hecho de que Sungyeol usara su propia saliva como lubricante, no le pareciera algo poco decente, y casi desubicado, no quita la sensación de que quiere cuanto antes el pene del mayor, dentro de sus entrañas.

 El índice y el dedo corazón se mueven al mismo tiempo simulando ser unas tijeras, se abren y se vuelven a cerrar. La respiración de Myungsoo comienza a ser desordenada, soltando bocanadas de aire, y suspiros. Tratando de con tener esos gemidos que quieren escapar de sus labios resecos, con ansias de ser escuchados por toda la casa.

-Ahhggg...

Y a penas dejo escapar uno cuando, un tercer dedo se une a los otro dos,  y parece que al mayor le gusta escucharlo, porque sus movimiento son torpes y bruscos, sin nada de suavidad, metiendo y sacando sin compasión, logrando sacar varios quejidos de dolor hasta que comienza adaptarse a esa intromisión, y las sensación se convierte en algo más...

-Por favor... Hmmm... Sungyeol

- ¿La quieres dentro?

-Hmmmm siiii... Te quiero dentro...

Rogando como una sumisa, porque se la cojan. Si así se ve Myungsoo, mientras muerde su labio inferior, cuando siente que Sungyeol escupe sobre su entrada, sintiendo lo tibio de su saliva, cayendo por todo su hoyito, dilatado. Observa al mayor enderezarse, y acomodarse entre sus piernas, Nuevamente sus rostros uno frente al otro cruzando miradas, intensa e impuras.

El miembro de Sungyeol se pasea por ese espacio que queda entre ambas nalgas, exasperando al menor, que quiere morir en ese instante.

-Maldito seas Sungyeol mete tu polla de una v.... AHHHHGGGGG!

Ahogo como pudo ese grito, que por supuesto se tendría que haber escuchado por toda la cuadra.

De una sola estocada Sungyeol penetro, hasta lo más profundo, el ano de Myungsoo. Unas cuantas lágrimas corrieron por sus mejillas, el dolor resulto ser insoportable, más de lo que pudiera  soportar.

.-Dios... Myungsoo... que apretado

-ngggg... sácalo... duele... por favor...

Sin embargo Sungyeol no se movió ni un ápice, se mantuvo quieto, enjugando las lágrimas del menor, con sus labios, queriendo o tratando, de que Myungsoo se relajara, dejando un par de besos por su rostro. Idiota, más miserable no se podía llegar a sentir, está seguro que lo desgarro, y peor aún, no le cabe duda que las nalgas de Myungsoo deben estar manchándose con pequeños hilos de sangre. Simplemente no se pudo contener. Decir que está caliente, no se asemeja ni en lo más mínimo de cómo se encuentra, y no quería causarle daño, pero ¡Dios!, fue él quien lo pidió.

Aguardo hasta que el menor se tranquilizara, y se acostumbrara al tamaño de su miembro en su interior. 

Sus labios se encontraron de nuevo, y Myungsoo lo beso. Está molesto, y dolorido, pero no puede evitar, que ese joven, no logre ponerlo a mil. Su corazón parece haber sido inyectado por narcóticos, que aceleran las pulsaciones de ese órgano que bombea sangre, de forma alocada, cuando Sungyeol comienza a moverse dentro suyo, despacio, en un principio, a sabiendas de que lo ha dañado, pero que se puede decir a todo esto, no lo detendrá, no puede, no quiere.

-Ahhh... mmm... mas...

EL dolor se convierte en placer. La luz en oscuridad. El espíritu en deseos de la carne.  La pelvis de Sungyeol tomando un ritmo vivaz, sus cadera moviéndose de atrás hacia delante, sacando su pene casi en su totalidad, para volver arremeter con fuerza dentro del ano del menor.

-Hmmmm, siii... ahhhh, ahhh...

¿Delicadeza como en una mujer? ¡No! rudo, como dos bestias.

-Ah Dioooss!!!

-Myungsoo gimes... como una puta...

Palabras sucias, que salen sin importar, porque a ambos parece gustarle, decir obscenidades mientras lo hacen. La espalda de Myungsoo se arquea cuando siente que el miembro del mayor ha dado con su punto G, con su próstata. Un espasmo lo recorre por completo, y el calor del sexo lo enerva por completo.

- Mas fuerte... más!!

Las embestidas que siguen, lograr sacar gritos, y palabras sin sentido de la boca de ambos. Jadeos que inundan la habitación, sudor que recorre sus cuerpos, el sonido de choque, cada vez que sus pieles se juntan en cada penetración. Sungyeol siente las pierna del menor envolver sus caderas, juntado aún más sus fisionomía. La lengua ladina, de Myungsoo junto con las suya, mezclando salivas. Las uñas del ajeno, dejando sus huellas en su espalda.  Erótico, y libidinoso.

Siente dolor en su parte baja, y sabe que falta poco por terminar. Toma con una de sus manos el pene del menor, que esta duro como una barra de metal, y comienza a masturbarlo.

- Me vengo... Myungsoo ahhh...

-Dentro mío... hazlo... termina dentro de mí y lléname...

Impuro, y los gestos en el rostro del menor, muestran lo vicioso que puede llegar a ser, con respecto al sexo.

Myungsoo se corre, empapando ambos abdomen con sus fluidos blancos y luego de unas cuantas estocadas más, Sungyeol, llena el interior del menor con su semen. Exquisito. Se deja caer sobre el cuerpo del menor, cansado, compartiendo, los dulces espasmos pos orgásmicos, junto a sus respiración que se agitan en un vaivén de placer y lujuria.

...
...


-Woohyun oppaaa... eres lindooooouuu...

-Si lo seee... tus ojos son lindosss...

Stefania quiere tumbarse al suelo, y morir de la risa, pero ¡no!, si lo hace tendrá que detener lo que está filmando con su móvil, y la verdad no le place tener que hacerlo. Lo que ve esta para la historia y es como haber sacado la lotería.
 Nam Woohyun se aproxima un poco más al cuerpo del mayor, e intenta querer oler el cabello castaño de Sungkyu.

- Hueles ricooo... ah ah... humo...

-jiiiiijiiii...

-Dios... esto es oro...-Dice Stefania, cuando capta con su móvil, la risa de niña tímida que sale de los labios de Kim Sungkyu

Stefania supuso que la que saldría maltrecha, a los tropezones, y desvariando esa noche del club iba a ser ella, pero el destino la complace, y luego de dos semanas amargas, le está dando su recompensa, o su venganza servida en bandeja. Habría que comenzar con que el par que tiene a unos metros más adelante, esos dos que se propina abrazos, se tiran piquitos al aire, y que caminan por el estacionamiento entrelazando sus manos, como lo romántico más  cursi, luego de estar casi toda la noche sin mencionar palabra alguna entre ellos, se han tomado hasta el agua de los canteros con flores. Y ahora no hacen más que sacar trapitos al sol, y se confiesan de manera torpe, como si en el intento quisieran decir un trabalenguas.

-No no no... No seas tonto...

Woohyun está queriendo dar un beso en la boca al mayor, el cual se niega mientras ríe, y como es de saber, a duras penas se mantienen de pie. No se encuentran en condiciones de exigir o resistirse, imponiendo fuerza, no sin tener que trastabillar y caer al suelo. Como lo acaban de hacer. Nam haciendo un pequeño puchero en sus labios, mientras esta arriba de Sungkyu quien sigue riendo.

-Solo unito Hyung... unito y nada más...

¡Las maravillas del alcohol! Claro está que dentro de una hora no recordar ni jota de todo el espectáculo que están brindando. Es una pena, pero Stefania ya los grabo, y tendrá como mortificarlos eternamente.

Suficiente por esa noche. El alba viene asomando, y es hora de dormir. Solo quedan ellos tres, luego de los nueve que era en un principio. Dongwoo que se encargó de acercar a Yadira y Sungjong hasta sus hogares, ya que el menor fue abandonado por su hermano, quien al igual que Myungsoo se retiró sin avisar. Hoya que huyo antes que todos, pero sin ganarle a Sungyeol y a Myungsoo. El amigo de Sungkyu que jamás hizo acto de presencia, y por ende ella esta encargándose de Kim, aparte de Nam. Porque claro, en semejante estado no podría dejar que maneje su auto, sin contar con un accidente, o mandarlo en un taxi, ya que el locutor no recuerda ni quién es.

Abre la puerta trasera del vehículo. Y ejerciendo fuerza en sus brazos, para poder levantar a un Woohyun del suelo, casi dormido, lo mete en el interior del Audi, a empujones, y luego lo mismo con Sungkyu. Ni que fueran niños, pero se encargó de hasta abrochar sus cinturones.

Creo que es buena idea, rezar a cualquier Dios para que los tres lleguen enteros, a donde sea que terminen, porque Stefania no se encuentra en mejor estado, aunque esta más consiente, de eso seguro, pero no quita que medio hora atrás, dentro del club, de pie arriba de la barra de tragos, grito ser la nueva Hyuna, y había comenzado a dar saltos, según ella bailando el Gangnam Style de PSY.

-Por cierto Hyung... Feliz cumpleaños...

Woohyun "flasheando" de nuevo.



...
...


Enojado y por mucho.

Sungyeol, hizo la huida del siglo. ¿Cómo lo pudo abandonar? Y no le caben dudas de donde termino, o donde se encuentra, porque en su casa no está, no ha llegado. Y quizás no llegue, hasta pasado el mediodía.

Su madre duerme. Todo está en silencio dentro de su hogar. Y él cansado. Vaya noche o madrugada. Como le quieran llamar. Ha tomado bastante, lo suficiente como para arrepentirse de  haber asistido a ese club.

Aunque quizás no tanto. Tienes que sacar el lado bueno, ¿No? Y ahí entra Yadira. Ni idea de cómo.  Puede alegar que ha sido a primera vista o quien sabe qué, pero desde la primera vez que la vio, caminando por uno de los pasillos del conservatorio, con una falda tableada, color durazno, hasta las rodillas, una camisa blanca muy discreta, sencilla pero delicada. Sus cabellos castaños sueltos, con un perfume a cítricos, la joven le quito el aire. Y de ahí día a día.

Y esa noche, se llevó todo su ser. Porque durante unas horas Yadira dejo ese lado inocente y de niña, para ser toda una mujer, hecha y derecha. Alegre, simpática, madura, y siempre a su lado. Fantástico, hasta que claro la joven le dijo que era su mejor amigo

¡Friend zone!

¡Alerta! Debería comenzar a planear  en como conquistarla, sin ser tan evidente. Pero no es tan fácil, mucho menos cuando "su" chica, parece tener ojos o preocupaciones por alguien más. No está seguro si gusta de otro joven, pero si denota que algo le preocupa, y él quisiera indagar más a fondo acerca de ese tema, pero Yadiz no da lugar para hablar. Evita comentar de lo que sea ese asunto, y a Sungjong le crispa los nervios.

Se sienta en la orilla de su cama, ya se ha quitado toda la ropa, y esta por darse un baño. Tiene impregnado el olor a humo y traspiración en su cuerpo. Pasa su mano por su rostro.

¡Mal! se siente mal, debería estar feliz, porque esa madrugada pudo, incluso, tener mucho más cerca suyo a Yadira, pero que lo considere, no más que un amigo, le pone los pelos de punta, y sus ánimos decaen,. Avanza un casillero, y retrocede quince.

Ah! y para añadir algo más. Parece que la joven tiene la idea equivocada de que él es gay. ¿Quince casilleros? ¡No! 100 de una sola tanda.

¡Desastre!

...
...


Comencemos con que no solo tiene sueño y por ende desea con muchas ganas recostar su cabeza en la mullida almohada de su cama de dos plaza, también le hierve la sangre de lo indignado que esta. Ni si quiera se despidió de él. Huyo tan rápido, como alma que lleva el diablo.

-¿Pero qué mierda le sucede?...- Sale del baño, con sus cabellos húmedos, y solo con un bóxer gris.

Dongwoo no es de tener un vocabulario tan poco agradable, siempre intenta ser muy sutil, pero claro, el profesor de baile ya ha podido con su paciencia. ¡Dios! si hasta entonces solo había pensado que los únicos capaz de hacer eso, era Stefania y Sungkyu. Ahora tiene que agregar a Lee Howon a lista.

¿O está enterado de sus sentimientos hacia él o se volvió loco?

Camina por su apartamento, solo con su ropa interior. Bien tiene sueño, pero es que su cabeza no deja de trabajar, ni un segundo. Toda la maldita noche pendiente de como Hoya huía de él. No era una sensación, era algo seguro. El menor no era capaz ni de mirarlo.

Perfecto

Como la paciencia ya cruzo su límite, tiene decidido no esperar más por aquel, por esa respuesta. <<Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma ira a la montaña>>  Si, así hará, claro luego de descansar algo, y que la resaca, por supuesto no hiciera acto de presencia más tarde.

Que Lee Howon se prepare, porque perdió los estribos, y el menor posiblemente reciba una visita, un tanto rara esa tarde. No tiene que cuestionar nada, pero Dongwoo tiene derecho a saber porque carajo tanta distancia de repente o ¿no? Se lo merece, como buen amigo que ha sido de Hoya durante tantos años. Soportando, incluso, hasta los amoríos del bailarín con mujeres.

Ahh… si no habrá llorado, en la oscuridad de su habitación, cada vez que se enteraba de un nuevo romance, o una aventura de una noche, con mujeres que quien sabe, de donde las sacaba. Siempre preocupado por lo que hacía el menor, siempre tan predispuesto como buen amigo, y ese muchacho que no sabe interpretar su cariño, más que como amistad.

-Idiota...

Furioso y cansado. Recostado en su cama, sin cubrirse con las sabanas verdes, Dongwoo observa el techo blanco, y contando ovejas imaginarias, logra convencer a Morfeo de que lo venga a buscar para acunarlo entre sus brazos y conciliar el sueño.



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Y que les parecio???

Yeolsoo?? jajaja asi se dio XD jajajaja y la verdad prefiero no comentar... no me odien jajaja quedo raro lo que escribi. jajajaja


Woogyu jajaja eh muerto de la risa con ese par jajajaja admito que lo de "woohyun oppa" lo saque de sesame player, jajaja cuando estaban el el karaoke y Namu cantaba y Gyu todo feliz le alentaba jajajaja como si fuera su fan jajajaj el muy babo no sabia de la tranpa de Dongwoo y Woohyun jajajaja ahh los amo XD


Sungjong, hermoso y bello maknae, pobre Yadira lo dejo en la friend zone XD jejeje y Sungyeol se olvido de que tenia hermano XD jajajaja


Dongwoo toma una de las chanclas de gyu y dale a Hoya en las nalgas,por cobarde. Pobre Dino, aunque ya se esta enojando. 

Que pasara?


Bien espero comentarios,... en el blog no hay mucho, nada la verdad, xq hace poco lo hice y tengo que pasar los otros fics que tengo, tambien de Infinite, y se supone luego apareceran las otras admin, pero hasta el momento solo estare yo, una alone XD jajajaja


Critiquen como quieran, y disculpen, lo raro de todo, ya saben me es mas comodo publicar de una sola vez los cap, que estar dividiendo.

Buenos nos estamos leyendo yyyyy... casi lo olvido...

FELICITACIONES A INFINITE!!!

La verdad se lo tienen bien merecido, es un excelente grupo, y son excelentes cantantes... GENIOS!!!

Con respecto a Hoya y Hyuna... sin comentarios XD -huye- jajajaja


Kiss