viernes, 29 de noviembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 8

Capítulo 8


¿Que el clima puede resultar de locos? Y por lo poco que pudo observar desde la ventana de su habitación, los nubarrones grises, cubriendo el cielo de ese medio día, Stefania llego a la conclusión de que si, el clima era algo del cual no sabe que esperar.

Medio día... Hace menos de 10 minutos que decidió levantarse de su reconfortante cama, de dos plaza. Su cuarto un poco desordenado. Quizás porque cuando llego esa mañana, luego de deshacerse del peso muerto, lo único que pensó hacer, fue quitarse la ropa y tomar un baño, y de ahí, a dormir, sin levantar sus prendas regadas por el suelo.

Estira las sabanas de color durazno con detalles de flores naranjas en ellas, acomoda una par de almohadones en el cabezal, que hacían lucir más elegante su cama. Recogió las prendas del suelo y sale de su cuarto, con el cumulo de ropa entre sus brazos.

No hay ni un sonido en todo el apartamento. Incluso parece estar sola. Por un momento piensa que es así, y se asoma hasta la puerta de la habitación de su compañero de vivienda. La abre lentamente, sin hacer ruido, y espía por la pequeña ranura que queda abierta. Una sonrisa de picardía se asoma en sus labios. Tentada a reír, sin embargo prefirió no hacerlo, y cerrar. Pues no, no está sola. Pero si es la única que esta despierta.

Baja los escalones de la escalera, y directamente camina hasta la lavandería. Un bostezo se le escapa mientras mete su ropa dentro de la lavadora, sin tomar tiempo de, aunque sea, separarla de color. La verdad no tiene muchas ganas de nada. Su cabeza, siente unas pequeñas, pero perceptibles, punzadas, y su estómago... pues parece ser trolla ardiendo.

¿Resaca? Que no quepan dudas de eso. Aún tiene que lavar su rostro, y pensar seriamente si tomar un café puede que la mejoren un poco, aunque ciertamente, tiene la sensación de que todo lo que lleve a la boca, su estómago lo rechazara y lo devolverá.

Y más allá de eso, presiente futuros gritos, regaños y todos hacia su persona, cuando algunos más despierten. Debería buscar alguna aspirina y calmar el dolor de cabeza, antes que sea peor, y reciba su reprimenda, por cierta, pero según ella. Inocente broma que se planteó hacer al momento que llego al apartamento esa mañana,


...
...



¿Timbre? ¿Despertador? ¿Teléfono de casa? ¿Pero quién llamaría tan temprano?... Sin embargo están por ser la 1 pm, y hay un sonido que llega a sus oídos, interrumpiendo sus sueños, y no puede saber que es.

Lentamente sus parpados se abren, casi como pidiendo permiso para hacerlo. Frunce un poco el entrecejo, cuando el impacto de la luz de la tarde opaca da de golpe en sus retinas. Su cintura apresada por un fuerte brazo, la respiración pausada de alguien más en su nuca, y rápidamente, como un relámpago la imágenes de todo lo que sucedió esa madrugada, acuden a su mente.

Myungsoo, suspiro. ¿Que había hecho? Está bien, no es idiota, sabe y es consciente de que tuvo sexo, con casi un completo desconocido, o quizás no tanto, en fin el hermano de Sungjong con el cual no dirigió palabra alguna, salvo la obscenas de horas atrás.

Se removió un poco, despacio, retiro el brazo de su cintura, y sin movimientos bruscos se deslizo por debajo de la sabana azules, hasta poder liberarse de ellas. Se puso de pie, y fue casi inevitable, no poder quedar consternado, al ver el rostro de Sungyeol dormido. Con tanta paz y tranquilidad, que incluso llego admirar, hasta olvidar, que ese sujeto le caía mal.

<<Pero tuviste sexo con él>>

Antes de poder rebatir sus propios pensamientos, Myungsoo busco los pantalones de su pijama dentro de ropero, y se los puso, sin ropa interior debajo. Una mueca de dolor se hizo presente en su rostro. Esa mañana, hay demasiadas cosas de su cuerpo que duelen. Desde su cabeza, hasta su parte trasera.

Bien, eso último le hizo recordar que debe tomar un baño, Su cuerpo tiene demasiados fluidos, tanto propios como ajenos que no desea poseer.

<<A lo de ajenos los podemos discutir, o es que no recuerdas...>>

Su mente ha cobrado vida luego de tanto alcohol o eso parece. Si, el recuerda a la perfección todo lo que dijo durante la madrugada, lo que hizo, pero prefiere pasar culpas a toda la bebida consumida. No está seguro de si se arrepiente o no, lo paso bien, pero siente que fue solo eso, deseo, ganas, calentura, y bastante alcohol que impulso  demasiado, y hasta ahí. Al menos puede que el mayor piense igual que él, porque jamás, antes de eso, hubo contacto, ni palabras, y solo por sexo casual no significa que eso cambie.

Comenzó a levantar todo del suelo del pasillo, y los escalones. Cuando toma el pantalón de Sungyeol, un objeto cae y golpea contra el porcelanato azul del piso. Es el móvil del mayor, y cuando lo recoge comienza a vibrar y a sonar.

-Con que fue esto lo que me despertó...- Murmura.

Mira la pantalla, y sin darse cuenta sonríe, al ver el nombre de "MOM" titilando en el cristal del aparato. Deja de sonar y observa que Sungyeol tiene más de cinco llamadas perdidas de su madre y Sungjong. Alguien tendrá algunos regaños hoy.

Y Myungsoo se detuvo un momento a pensar, que hubiera sido agradable, tener en su móvil, esa misma cantidad de llamadas, por parte de su madre. Pero la realidad golpea con su presente y, no es así, no ha tenido contacto con la mujer desde que se mudó. Y fue irremediable, su pecho se comprimió, y casi sintió envidia del mayor, de que tuviera personas que se preocuparan por él. Por contrario, Myungsoo solo tiene a su primo.

Y aun así se siente muy solo...


...
...


Hay muchas veces que los problemas, asuntos sin resolver, pequeñas nimiedades, son capaces de quitarte o perturbarte el sueño, más allá de la realidad. Como buscando incomodar en cada rincón de tu vida.

Luego de que Dongwoo junto con Sungjong la hubiera dejando en la entrada del edificio, donde tenía su apartamento, Yadira se despidió de los dos jóvenes, subió hasta su vivienda. Con bastante sueño. Tomo una ducha y luego fue directo a su habitación.

Su celular, que estaba sobre la mesita de noche, a un lado de su cama, sonó. Un mensaje, y no le hacía falta leerlo, o ver si quiera la pantalla, del móvil, para saber de quien se trataba.

Problemas, era lo único que anunciaba. Había tenido una noche bastante agradable, y divertida, como para que todo continuara, así. En todo caso, lo buenos momentos duran poco, o apenas los notas, y cunado se han ido, y lo que sigue no es más que tormentas sobre tu cabeza, es recién cuando valoras esos tiempos. Sus ganas de dormir se esfumaron.

Ahora está sentada sobre el sofá blanco de dos cuerpos, con sus piernas cruzadas, al estilo indio, y con un pequeño pote de helado de chocolate en sus manos, viendo tv. Una película, "Tormenta de verano", Por supuesto temática gay. Dicho sea de paso recomendada por Stefania. Sus ojos clamando por descansar.

El móvil a un lado suyo vibro, y no, no se molestó en voltear a observar. Simplemente se estaba cansando de aquello. Casi podía sentirse un poco acosada, o perseguida. Con ojos vigilando cada uno de sus pasos, a pesar de vivir en uno de los últimos pisos del edificio, y de tener a esa hora de la tarde cerrada las cortinas, de la sala.


...
...


Ejercicio...

Aunque pensándolo bien, viendo su estado, y la hora, pues es mejor obviar esa rutina por ese día, y dedicar su tiempo en otra cosa. ¿Pero en qué?

Ni si quiera tiene quien lo acompañe a ver una película, afuera el clima esta horrendo, y sorprende demasiado, ya que cuando llego a su apartamento luego de la disco, en el cielo no había rastro de nubes, que anunciaran la repentina llovizna. Porque para colmos de los colmos llueve.

Hoya camina hasta la cocina. Abre la nevera y busca que tomar. No se le ocurre otra cosa que no sea agua. Algo que apague el incendio en su hígado, consumido. No tomo demasiado durante la noche, pero bueno, algunos tragos habían sido bastante fuertes.

Consola de video juegos. Genial, pero luego no se movería ni al baño, si se ponía en plan de jugar al GTA 5. Y ahora que lo recuerda, había sido un regalo de Dongwoo.

Por un momento casi lo olvida, pero ya está presente como siempre. Podría decir que la palabra "Estúpido" se ah tatuado en su frente. ¿Cómo pudo haber estado huyendo del mayor durante toda la madrugada? Ridículo, de verdad que se sentía, bastante infantil por eso, pero que puede decir, que no sepan, se muere por hacer cosas impropias con su hyung, y necesita evitar tenerlo cerca.

Y a la vez siente un desasosiego, en su pecho. Porque lo extraña. Extraña las conversaciones hasta tarde que solían tener, extraña salir juntos, por las noches y hacer competencias de baile entre ambos, solo como Hobby, extraña esas risas estrepitosas que tiene, y que lo movilizan demasiado. En fin extraña demasiadas cosas de Jang.

Regresa de su habitación con la consola de video juego, decidido que no queda más que el GTA 5, aunque signifique, ignorar el llamado de la naturaleza por unas horas. El timbre dentro del apartamento suena, y Howon se sorprende un poco, porque no espera visitas, y tampoco ha pedido que le traigan comida hasta el lugar.

Se acerca y abre la puerta, y realmente que no esperaba a esa persona.


...
...


No alcanzo poner un pie fuera del apartamento, que los gritos fuertes de dos personas, la estremecieron, y quedo estática. Su cerebro trabajo lo más rápido que pudo y llego a la conclusión que solo tiene dos opciones. Ir hasta la farmacia y comprar algo para martilleo del pájaro carpintero imaginario de su cabeza, o quedarse, y divertirse un poco.

Cierra la puerta, tras de ella. Va hasta la cocina y toma asiento en una de las banquetas, tras el mesón que divide de la sala. Plena vista de las escaleras. Apoya sus codos sobre el mármol, entre laza los dedos de su manos y los lleva hasta su mentón. Con una mirada seria, y esperando.

-¡¿Que haces aquí?!

-¡¿Que hace tu aquí?!... Espera... ¡¿Dónde diablos estoy?!

Stefania, siente que la risa va a escapar de sus labios, pero quiere aguantar un poco más. Quiere escuchar solo una frase.

-¡OH POR DIOS, ESTAS DESNUDO!

Morirá en ese instante. Entre la ternura y la diversión de que esos dos congenian demasiado bien, como para gritar lo mismo, y al mismo tiempo, Stefania está por desmayar de risa, porque no logra contener, esa sonrisa en sus labios, que se está dibujando de oreja a oreja.

Los pasos por el pasillo de la planta alta, no tardan en escucharse. Woohyun desciende por la escalera, rojo de la vergüenza, y con solo unos bóxer negros.  Y por atrás Sungkyu de la misma manera, pero con la mínima diferencia de que sus bóxer son rojos, igual que sus mejillas.

-¡Stefania! ¡¿Dime que paso?!

Woohyun desesperado se queda en la sala, agitado, y atrás el mayor de los tres. Enmudece, no esperaba que el par bajara en ropa interior. Había visto más de ellos, pero, no significa que quisiera verlos de nuevo.

-¡STEFANIA!

Kim, le grita, y la despierta de su letargo.

-Y yo que sé, que les paso. Recién llego...- Menuda mentirosa resulto ser.

-¿Y quién nos trajo hasta acá?...-Murmura Sungkyu, mirando el suelo, y tratando de recordar, lo que pudo haber hecho horas atrás. Y esperaba que no fuera nada para arrepentirse.

-Yo los traje a ambos, los deje a los dos en el sofá, ya que no querían subir arriba. Sungkyu no te lleve a tu apartamento, ni te deje conducir tu auto, por el simple hecho de que no estabas en tus cinco sentidos, así que te traje hasta aquí, ante de que pudiera ocurrirte algo y...

-Eso quiere decir, que si estuviste acá, entonces sabes lo que sucedió, y porque estamos... así.- Vergonzoso, Nam no puede ni mencionar en qué estado se encuentra.

-Te dije que recién llego... O ¿no escuchaste la puerta cerrarse hace un momento?...- Se le acaba de ocurrir recién, decir esas cantidad de mentiras.- Yo fui a dormir a la casa de Yadira. Esta mañana busque ropas para cambiarme, y luego me fui. Ustedes se quedaron ha-blan-do y... Oh My God, Oh My god...-Stefania se levanta bruscamente de la banqueta, lleva una de sus manos a su pecho, y con la otra comienza a híper ventilarse como si le faltara el aire- Ustedes, quedaron solos, y están desnudos... eso quiere decir que...

-¡NO LO DIGAS!- Ambos hombres alzan la voz y dicen lo mismo, sin embargo

-¡USTEDES TUVIERON SEXO!- Grita. Sus pies trastabillan y cae sentada al suelo.

Hay que darle el galardón a esta mujer, por mejor actriz. Bien retrocedamos un poco las horas del reloj que tengan cerca, hacia las seis de la madrugada, hora en que Stefania llego al apartamento, con ambos jóvenes, que no hacían mas que desvariar bastante, diciéndose cosas desmesuradamente empalagosas, que más que sacar sonrisas de la cara de la locutora, resulto ser  incómodo. Insoportable se podría decir.

Que "hyung me has vuelto loco desde la primera vez que te vi" hasta "Woohyun opa, cada mañana que abro mis ojos, tu imagen viene a mi mente y..." bla bla bla. Por momentos se preguntó qué tan ridículo podía ser Kim como para llamar a otro hombre por "oppa". Ni ella lo decía, y eso que era mujer.

 A cuestas había logrado subir a los dos jóvenes. Ellos que tropezaban, caían y reían, y ella que los empujaba desde atrás. Dejo a ambos dentro del cuarto de Nam, porque su habitación no la sedería ni por un millón de dólares... Bueno no, por un millón entrega el apartamento sin pensarlo. Cayeron a la cama, uno al lado del otro y boca arriba. El empresario y el locutor se miraron por última vez y sonriendo, se quedaron dormidos. Stefania había arrugado el entre cejo, y luego de unos segundos pensó, en que jugar una pequeña broma, no vendría mal. Se darán cuenta que con el video que tenía guardado en su móvil, le resulto poco.

Comenzó a quitarles despacio la ropa, con cuidado de no despertar a ninguno de los dos, y con bastante pudor, por lo que estaba viendo. No es que jamás hubiera visto a un hombre desnudo, pero bueno, aun así era incomodo, ¿no? Son sus amigos, y pensar que los dos estaban más buenos, que el helado con chispa de chocolate, no estaba bien. Terminada su obra lo que siguió fue como un plus. Woohyun se puso de costado, dando la espalda a la joven, y en dirección de Kim. Paso uno de sus brazos por la cintura del mayor, y lo atrajo hacia él.

 Stefania contemplo la imagen bajo el umbral de puerta, y lejos quedo el pensamiento de que hubiera muerto por un novio, con ese tipo de cuerpo. Simplemente pensó que esos dos, eran demasiado idiotas, como para declararse solo bajo el efecto de la borrachera, y estando sanos, no se decían ni una palabra. Y bueno agreguemos que desde ese instante, Stefania ya comenzaba a divertirse, sobre todo por tener a la vista el trasero de Nam Woohyun, desnudo, pidiendo a gritos que lo filmen... Eso ultimo sería demasiado, así que la joven obvio la idea, y se fue a por una ducha.

Demasiado ensimismada en su actuación, tratando de mantener su actitud de "Oh no lo puedo creer", y aguantado la risa que tiene atorada en la garganta, Stefania observa a Nam y Kim acercarse, para poder levantarla. Sin quitar sus caras de tragedia y consternación, por no poder recordar, nada.

- Hay no me toquen...-Grita la joven mientras quita las manos de sus amigos de sus brazos, y comienza sacudir su camiseta azul, con algo de asco.-Dios... ya veo que me llenan de sus fluidos, esos que se largaron luego de llegar al orgasmo.

Demasiada información. El corazón de Woohyun y Sungkyu, golpetea brutalmente contra su pecho, por la poca prudencia que tuvo Stefania con sus palabras. Azorados por el calor de la vergüenza.

Stefania se aleja, caminando hasta la puerta de salida. Manteniendo un rictus en su rostro totalmente serio, y casi perturbado. Se pone su calzado y toma de la perilla dorada, antes de echar una última mirada a ese par de semi desnudos, que están blancos petrificados, en la cocina, y observándola atentamente.

-Creo que es mejor que me retire, y los deje solos... tienen... mucho de qué hablar-  Y con esa actitud dramática Stefania sale del apartamento.

 Woohyun clava sus ojos en el cuerpo del mayor, que está de pie a unos centímetros de él, y a pesar que no recuerda nada, no puede negar que lo que tiene delante, no se le hace demasiado tentador, sobre todo, al ver el carmín en las mejillas de Sungkyu que observa el suelo, como si fuera un niño al que acaban de retar. Demonios, que realmente le atrae un hombre, y no puede con la incredulidad.

La puerta nuevamente se abre. Solo aparece la cabeza de Stefania, con su trenza, colgando a un costado, y sus labios entre abiertos, mostrando su perfecta dentadura, mientras sus comisuras se curvan en una pícara sonrisa.

-Por cierto, me voy a comprar algo para el dolor de cabeza... Y espero que no les haya molestado, mi inocente broma de hacerles creer que realmente ustedes tuvieron "eso"- Dos pares de ojos la miran con una ira que carcome a cualquiera, y Stefania comprende que es mejor huir.-Wau!! Lo siento solo estaba aburrida...

-¡STEFANIA!

Y ambos chicos gritan al unísono...



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Holaaaa....


y me voy XD


Ok no


jajajajaja ¿Como les ha ido durante la semana? yo pues cansada jejeje


Que les parecio el cap. Salio corto, pero quise dejar la siguiente parte para el prox cap.

Saben en un momento tuve panico de seguir escribiendo, jajaja les comento el porque, por culpa de Myungsoo y la que se come todo el chocolate XD jajjaa que envidia, yo tambien quiero chocolate jajajaja ahhh nunca a  Myungsoo jejejeje


Por un momento pense que perderia la inspiracion por el supuesto noviazgo, luego llegue a la conclucion, que es mentira, para poder ocultar el evidente amorio de Myung con Yeol XD jajajaja cualquiera. Da igual.

Yo no se, pero me eh divertido mucho con el asunto, Creo que estoy loca. Me da igual que tenga novia, pero el rumor que se corre de que Namu y L pelearon por ella, bueno, si es real, le hago sufrir de abstinencia de chocolate. Pa que tenga XD


Estoy loca, vieron? jajaja no no vieron... leyeron jajaja

Solo digo que seguire escribiendo yaoi entre ellos, con cualquiera de los miembros, asi salgan quinientas novias luego, siempre lo are, por que me da la gana, y nadie me quita la ilucion de que se aman jajajaja

A y disculpen mis errores de ortografía, les ruego que no me maten jejeje

mejor me voy, deliro mucho, y seguro ya canse.


Nos leemos luego...


Kiss

viernes, 22 de noviembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 7

Capítulo 7


Quince minutos...

Los cuales parecieron eternos. Teniendo en cuenta que han reducido el tiempo desde el club hasta su casa, a la mitad. Se darán una idea de la emergencia que tiene en llegar. Como si la vivienda ardiera en llamas. Sin embargo desde fuera, y cuando ingresan, todo está tal cual lo dejo antes de irse. ¿Entonces que es lo que paso, como para que se retirara del club sin siquiera avisar?

Su boca es asaltada nuevamente, como lo fue, minutos atrás en la disco, cuando alguien, lo acorralo contra la pared del baño, y se animo a aventurarse dentro de su cavidad bucal, sin su permiso. Lo siente, aun puede saborear en los labios ajenos, el gusto del último trago que habían compartido antes de que todo comenzará a suceder.

¿Echarle culpas al alcohol? Al menos eso hará horas después. Luego de que todo acabe. Porque en este momento ya no puede poner un alto a las caricias a las que está siendo sometido su cuerpo. La señal de " Stop" que mental mente imagino, ha quedado sobre un suelo de tierra hecho trizas.

Su cintura es apresada por las manos del mayor, que lo atrae más para que sus cuerpos se sientan uno con el otro. Sus lenguas entremezclándose en una danza, caliente y que deja a la vista la lujuria, que los envuelve. El oxígeno dentro de sus pulmones, comienza a escasear, y aun así no hay intenciones de querer detener ese desenfrenado y alocado beso. Su labio inferior es tironeado por los dientes del ajeno, antes de separarse.

Pero no pierden el tiempo. A pesar de que la respiración, se ha vuelto una agitación des compaginada, y su pecho sienta que su corazón late como el galope de un caballo, en plena carrera, él no se detendrá.  Sus labios comienzas a descender por el mentón y luego, continúan bajando, por la piel tostada del cuello del mayor.

Desde que lo vio bajar del vehículo esa noche, antes de ingresar al club, con un polo negro, abierto en un cuello en V, que dejaba un campo visual, bastante amplio de sus clavículas y parte de su pecho, no podría negar, que sus ojos se deleitaron, con ganas de probar esa porción de piel, y que para entonces, aun no corría por sus venas ni una gota de alcohol. <<Salado>> Piensa Myungsoo, cuando su lengua, traza un camino, de saliva desde el lóbulo de la oreja hasta el hombro del más alto.

Culpable. Es probable que así se sienta más tarde. Porque él no esta tan bebido como el menor, no ha tomado tanto, y sin embargo se está aprovechando de la situación, de que Kim parece no controlarse a causa de los fuertes tragos que consumió durante la noche. Sus ojos brillaban como un cristal, y Sungyeol, solo pensaba que las oportunidades hay que aprovecharlas al máximo. Acorralarlo en el baño, y robarle un beso, era su única intención, pero no previo que las cosas tomaran ese curso. Que Myungsoo correspondiera, y siguiera el juego. Una muestra clara de que el menor no estaba en sus cinco sentidos, pero tampoco puede negar que no lo haya estado esperando, si morder esas rodajas de limón, y dirigir miradas hacia él, no fue provocarlo, pues que lo cuelguen en la horca. Quizás nada hubiera pasado, si solo Myungsoo no hubiera tomado esa actitud tan insinuante.

Sus manos se escabullen bajo la camisa blanca del menor, y comienza a acariciar casi con desesperación la piel nívea del más bajo. Sus labios se vuelven a encontrar y comienza nuevamente esa batalla entre lenguas por saber quién domina a quien. Pero Sungyeol sabe que la ha ganado, hace rato, y que si solo deja que se presente esa pequeña riña en sus bocas, es porque lo pone todo más excitante.

¿En qué momento han llegado al descansillo de las escaleras? Myungsoo pierde la noción de todo lo que hay a su alrededor, y piensa solo en que quiere llegar a la cama. Su espalda choca contra la pared blanca, y Sungyeol comienza a desabotonar su camisa. ¿Qué está sucediendo? ¿No era que ese sujeto no le agradaba? Debería parar todo, detenerlo, y sin embargo no lo hace, porque el punto vacilante, para permitirse a la duda de si está bien o no hacerlo, lo ha dejado atrás. A él mismo no se puede engañar, la borrachera solo le ha dado el empujón que necesitaba para cumplir sus deseos.

Su cuerpo se tensa. Una corriente eléctrica recorre toda su espina dorsal, y hace que su cabeza  se eche hacía atrás. Un jadeo escapa de su boca, cuando Sungyeol ha encontrado entretenido jugar un poco con esas protuberancias rosadas de su pecho. Uno siendo masajeado con delicadeza y luego lo tironea con algo de fuerza.  Y el otro siendo maltratado por la lengua, labios y dientes del mayor. Juega a hacer una aureola de saliva a su alrededor de ese pequeño botón que va queriendo endurecerse como una piedra. Succiona y luego lo muerde.

-AHHH...- No lo pudo evitar, el gemido ha salido sin si quiera pensarlo.

Sungyeol sonríe. Ese sonido que escapo de los labios del menor, lo han hecho ponerse más caliente que en un principio. Repite varias veces más, lo mismo, con ambos pezones. ¡Dios! Myungsoo parece que se volverá loco con todo aquello. Su cabeza se sacude de un lado otro por cada espasmo de placer que siente. Podría jurar que llegara a un orgasmo con solo eso.

Nuevamente se besan, mientras suben las escaleras, hacia la habitación del menor. Se van  despojando de sus ropas a medida que avanzan  por ese pasillo. Las prendas siendo quitadas, bruscamente, y dejadas en el abandono por  los escalones y el suelo de la planta alta.  Antes de llegar al cuarto, ambos ya se encuentran desnudos, como dios los trajo al mundo. Sungyeol rodea con uno de sus brazos la cintura del menor, y lo acerca más a él. Toma con su mano izquierda el mentón del menor, y deja otro beso en sus labios, el cual se intensifica, cuando Myungsoo posa una mano en su nuca, haciendo que se unieran más.

Una locura. Se tratan de dos hombres. ¿Qué dirán los demás? ¿Sus vecinos? ¿Sus amigos? Tan pronto como lo piensa, Myungsoo manda a lo lejos su cuestionario de preguntas. No le interesa, es su intimidad, su vida privada y con ella hace lo que quiera, sin rendirle cuentas a nadie.

Dentro de la habitación, cerca de la cama, y sin embargo aun sin pensar en usarla. Myungsoo está de cuclillas delante del mayor, observando y estudiando. Delante de él una masa de músculos, que claman por un poco de atención. Lo toma con una de sus manos,  y sin experiencia alguna, porque es su primera vez con un tipo, solo comienza hacer como se lo hacían a él. MASTURBAR. Desliza su mano desde la punta del pene hasta tocar la pelvis, y otra vez, cada vez con más fuerza y rapidez.

Sungyeol pierde la cabeza. ¿Cuántas veces no lo imagino o lo soñó? Un sueño hecho realidad, pero ¿Hasta qué punto? Después de eso ¿qué vendrá? ¿Qué harán? Su mente queda en blanco, cuando el calor de la cavidad bucal del menor se siente alrededor de su miembro. Engullendo su pene, en su totalidad.

-¡Dios! Myungsoo...

Olas de placer, chocan contra las orillas de su ser, Queriendo invadir por completo. Desde el capullo hasta su base, todo ensalivado por la boca del menor, por esos labios que parecen una fresa de tan rojos que se han puesto, por succionar la punta de su miembro. Esa lengua que parece regodearse por el nuevo logro que ha conseguido, lamiendo de aquí y de haya, incluso sus testículos. Hasta hace parecer que ya tiene una vasta experiencia, en el asunto.  ¿Alcohol o deseo? Vaya uno a saber, pero todo va cobrando una luz que más que alumbrar, torna todo oscuro.

Sombras del pecado... Sungyeol lo detiene, él quiere algo más, y no piensa venirse en la boca de Myungsoo. Lo pone de pie y lo lleva hasta la cama. Se besan. Eso se ha vuelto como una adicción, no poder despegarse de los labios del menor, como si se tratase de una fuente de éxtasis.

La espalda del menor toca la superficie del colchón, cubierto por unas sábanas azules, que compro ese sábado a la mañana. Y parece broma ¿No? Linda manera de estrenarlas. Sungyeol se recuesta arriba de él, sin echar todo su peso encima. Sin saber porque lo hace, Myungsoo se abre de piernas, dando lugar a que el mayor se acomode en medio de ellas. Sus labios continúan sin separarse. El oxígeno comienza a faltar de nuevo, y es molesto porque no hay ganas de deshacer esa unión, que a pesar de ser brusca, grotesca, sin sentimientos de por medio, es apetecible.

-¿Que me harás?...-

Sungyeol, acerca su boca hasta la oreja del menor...

-Nada que tú no quieras...-Murmura Suave, con una voz ronca y sensual.

¿Qué les puedo decir? Si uno viera, el brillo en los ojos de Myungsoo, sus pupilas dilatadas, como si se hubiera fumado algo, sus mejillas rojas, como el pétalo de una rosa, está más que claro, que espera el camasutra completo. Esta tan caliente que no le importa tener que ser quien reciba, el de abajo, el pasivo, o el uke. No le importa nada, solo que Sungyeol, ese sujeto que según él se encargó de etiquetar como alguien "cretino", le saque las malditas ganas de ser violado. Ya se la chupo, pues ya está, que se la ponga también. Y tenemos un combo completo. Bien esto si se puede cuestionar, si es o no el alcohol el culpable de que piense de esa manera.

-Métemela...

¿Qué demonios? Si Myungsoo perdió la cordura vergüenza, y perderá su virginidad anal, a causa de sus palabras. Porque Sungyeol no piensa discutir ese pedido, ni mucho menos.

Como si fueran animales en celos, Sungyeol comienza a mover su cadera, simulando embestidas, para poder frotar su miembro, con el del menor. Los gestos en el rostro de Myungsoo, mordiendo su labio inferior, queriendo contener los gemidos, y arqueando su espalda por ese tacto, tienen más efecto que un afrodisiaco.

-¿Qué quieres que te haga?-Ronronea en su oído

-Por favor... ya sabes... no me hagas...

-¡Dilo!-Ordena

Ufff que calor. Se está poniendo exigente la cuestión. Myungsoo frunce el entre cejo, y pasa una de su manos por la nuca del mayor, tira de los cabellos del castaño, hacia atrás, para poder tener una mejor vista de ese cuello largo, que se le hace apetecible y excitante. Esa pequeña montaña que sobre sale en su garganta, su manzana de Adam, que sí, le tienta como una fruta prohibida. Su lengua recorre toda su extensión, saboreando cada centímetro de piel, de esa vena que comienza a marcarse por lo largo, hasta llegar a perderse por atrás de su oreja, y donde él detiene su camino de saliva.

-Follame Sungyeol… Follame de una maldita vez...

Palabras que suenan con ira y al mismo tiempo con gusto a suplica. Porque su cuerpo no soporta la espera, se estremece con solo sentir la respiración de esa boca jadeante, que a medida que desciende por su cuerpo, deja su huella de besos, por su torso, su abdomen, su ombligo, que es profanado por su lengua. Las manos del mayor acariciando la piel blanca de sus muslos, mientras continúan bajando, y haciendo que Myungsoo se abra un poco más de piernas

Observa, con deseo, ese pequeño anillo rosa que parece palpitar pidiendo a gritos que lo ultrajen, que lo posean con demencia. Su lengua siendo la primera en probar de esa entrada, de delinear esos bordes, que pronto tendrán que ser sometidos a una invasión, que en un principio lastimara. Salpicando ese pequeño orificio con su saliva, empapando todo la intimidad del menor.

-Hmmmm...

La intromisión de un dedo en su interior anal, ha resultado ser incomoda, una molestia, que a medida traspasan los segundo, se vuelve, no agradable, si no abrasador, sobre todo cuando ese falange comienza a moverse, saliendo y volviendo entrar en su hoyito jamás desvirgado, varias veces. Un segundo dedo se abre paso. Duele, pero eso no significa que no lo desee. Que a pesar de comenzar a sentir algo de ardor, o que el hecho de que Sungyeol usara su propia saliva como lubricante, no le pareciera algo poco decente, y casi desubicado, no quita la sensación de que quiere cuanto antes el pene del mayor, dentro de sus entrañas.

 El índice y el dedo corazón se mueven al mismo tiempo simulando ser unas tijeras, se abren y se vuelven a cerrar. La respiración de Myungsoo comienza a ser desordenada, soltando bocanadas de aire, y suspiros. Tratando de con tener esos gemidos que quieren escapar de sus labios resecos, con ansias de ser escuchados por toda la casa.

-Ahhggg...

Y a penas dejo escapar uno cuando, un tercer dedo se une a los otro dos,  y parece que al mayor le gusta escucharlo, porque sus movimiento son torpes y bruscos, sin nada de suavidad, metiendo y sacando sin compasión, logrando sacar varios quejidos de dolor hasta que comienza adaptarse a esa intromisión, y las sensación se convierte en algo más...

-Por favor... Hmmm... Sungyeol

- ¿La quieres dentro?

-Hmmmm siiii... Te quiero dentro...

Rogando como una sumisa, porque se la cojan. Si así se ve Myungsoo, mientras muerde su labio inferior, cuando siente que Sungyeol escupe sobre su entrada, sintiendo lo tibio de su saliva, cayendo por todo su hoyito, dilatado. Observa al mayor enderezarse, y acomodarse entre sus piernas, Nuevamente sus rostros uno frente al otro cruzando miradas, intensa e impuras.

El miembro de Sungyeol se pasea por ese espacio que queda entre ambas nalgas, exasperando al menor, que quiere morir en ese instante.

-Maldito seas Sungyeol mete tu polla de una v.... AHHHHGGGGG!

Ahogo como pudo ese grito, que por supuesto se tendría que haber escuchado por toda la cuadra.

De una sola estocada Sungyeol penetro, hasta lo más profundo, el ano de Myungsoo. Unas cuantas lágrimas corrieron por sus mejillas, el dolor resulto ser insoportable, más de lo que pudiera  soportar.

.-Dios... Myungsoo... que apretado

-ngggg... sácalo... duele... por favor...

Sin embargo Sungyeol no se movió ni un ápice, se mantuvo quieto, enjugando las lágrimas del menor, con sus labios, queriendo o tratando, de que Myungsoo se relajara, dejando un par de besos por su rostro. Idiota, más miserable no se podía llegar a sentir, está seguro que lo desgarro, y peor aún, no le cabe duda que las nalgas de Myungsoo deben estar manchándose con pequeños hilos de sangre. Simplemente no se pudo contener. Decir que está caliente, no se asemeja ni en lo más mínimo de cómo se encuentra, y no quería causarle daño, pero ¡Dios!, fue él quien lo pidió.

Aguardo hasta que el menor se tranquilizara, y se acostumbrara al tamaño de su miembro en su interior. 

Sus labios se encontraron de nuevo, y Myungsoo lo beso. Está molesto, y dolorido, pero no puede evitar, que ese joven, no logre ponerlo a mil. Su corazón parece haber sido inyectado por narcóticos, que aceleran las pulsaciones de ese órgano que bombea sangre, de forma alocada, cuando Sungyeol comienza a moverse dentro suyo, despacio, en un principio, a sabiendas de que lo ha dañado, pero que se puede decir a todo esto, no lo detendrá, no puede, no quiere.

-Ahhh... mmm... mas...

EL dolor se convierte en placer. La luz en oscuridad. El espíritu en deseos de la carne.  La pelvis de Sungyeol tomando un ritmo vivaz, sus cadera moviéndose de atrás hacia delante, sacando su pene casi en su totalidad, para volver arremeter con fuerza dentro del ano del menor.

-Hmmmm, siii... ahhhh, ahhh...

¿Delicadeza como en una mujer? ¡No! rudo, como dos bestias.

-Ah Dioooss!!!

-Myungsoo gimes... como una puta...

Palabras sucias, que salen sin importar, porque a ambos parece gustarle, decir obscenidades mientras lo hacen. La espalda de Myungsoo se arquea cuando siente que el miembro del mayor ha dado con su punto G, con su próstata. Un espasmo lo recorre por completo, y el calor del sexo lo enerva por completo.

- Mas fuerte... más!!

Las embestidas que siguen, lograr sacar gritos, y palabras sin sentido de la boca de ambos. Jadeos que inundan la habitación, sudor que recorre sus cuerpos, el sonido de choque, cada vez que sus pieles se juntan en cada penetración. Sungyeol siente las pierna del menor envolver sus caderas, juntado aún más sus fisionomía. La lengua ladina, de Myungsoo junto con las suya, mezclando salivas. Las uñas del ajeno, dejando sus huellas en su espalda.  Erótico, y libidinoso.

Siente dolor en su parte baja, y sabe que falta poco por terminar. Toma con una de sus manos el pene del menor, que esta duro como una barra de metal, y comienza a masturbarlo.

- Me vengo... Myungsoo ahhh...

-Dentro mío... hazlo... termina dentro de mí y lléname...

Impuro, y los gestos en el rostro del menor, muestran lo vicioso que puede llegar a ser, con respecto al sexo.

Myungsoo se corre, empapando ambos abdomen con sus fluidos blancos y luego de unas cuantas estocadas más, Sungyeol, llena el interior del menor con su semen. Exquisito. Se deja caer sobre el cuerpo del menor, cansado, compartiendo, los dulces espasmos pos orgásmicos, junto a sus respiración que se agitan en un vaivén de placer y lujuria.

...
...


-Woohyun oppaaa... eres lindooooouuu...

-Si lo seee... tus ojos son lindosss...

Stefania quiere tumbarse al suelo, y morir de la risa, pero ¡no!, si lo hace tendrá que detener lo que está filmando con su móvil, y la verdad no le place tener que hacerlo. Lo que ve esta para la historia y es como haber sacado la lotería.
 Nam Woohyun se aproxima un poco más al cuerpo del mayor, e intenta querer oler el cabello castaño de Sungkyu.

- Hueles ricooo... ah ah... humo...

-jiiiiijiiii...

-Dios... esto es oro...-Dice Stefania, cuando capta con su móvil, la risa de niña tímida que sale de los labios de Kim Sungkyu

Stefania supuso que la que saldría maltrecha, a los tropezones, y desvariando esa noche del club iba a ser ella, pero el destino la complace, y luego de dos semanas amargas, le está dando su recompensa, o su venganza servida en bandeja. Habría que comenzar con que el par que tiene a unos metros más adelante, esos dos que se propina abrazos, se tiran piquitos al aire, y que caminan por el estacionamiento entrelazando sus manos, como lo romántico más  cursi, luego de estar casi toda la noche sin mencionar palabra alguna entre ellos, se han tomado hasta el agua de los canteros con flores. Y ahora no hacen más que sacar trapitos al sol, y se confiesan de manera torpe, como si en el intento quisieran decir un trabalenguas.

-No no no... No seas tonto...

Woohyun está queriendo dar un beso en la boca al mayor, el cual se niega mientras ríe, y como es de saber, a duras penas se mantienen de pie. No se encuentran en condiciones de exigir o resistirse, imponiendo fuerza, no sin tener que trastabillar y caer al suelo. Como lo acaban de hacer. Nam haciendo un pequeño puchero en sus labios, mientras esta arriba de Sungkyu quien sigue riendo.

-Solo unito Hyung... unito y nada más...

¡Las maravillas del alcohol! Claro está que dentro de una hora no recordar ni jota de todo el espectáculo que están brindando. Es una pena, pero Stefania ya los grabo, y tendrá como mortificarlos eternamente.

Suficiente por esa noche. El alba viene asomando, y es hora de dormir. Solo quedan ellos tres, luego de los nueve que era en un principio. Dongwoo que se encargó de acercar a Yadira y Sungjong hasta sus hogares, ya que el menor fue abandonado por su hermano, quien al igual que Myungsoo se retiró sin avisar. Hoya que huyo antes que todos, pero sin ganarle a Sungyeol y a Myungsoo. El amigo de Sungkyu que jamás hizo acto de presencia, y por ende ella esta encargándose de Kim, aparte de Nam. Porque claro, en semejante estado no podría dejar que maneje su auto, sin contar con un accidente, o mandarlo en un taxi, ya que el locutor no recuerda ni quién es.

Abre la puerta trasera del vehículo. Y ejerciendo fuerza en sus brazos, para poder levantar a un Woohyun del suelo, casi dormido, lo mete en el interior del Audi, a empujones, y luego lo mismo con Sungkyu. Ni que fueran niños, pero se encargó de hasta abrochar sus cinturones.

Creo que es buena idea, rezar a cualquier Dios para que los tres lleguen enteros, a donde sea que terminen, porque Stefania no se encuentra en mejor estado, aunque esta más consiente, de eso seguro, pero no quita que medio hora atrás, dentro del club, de pie arriba de la barra de tragos, grito ser la nueva Hyuna, y había comenzado a dar saltos, según ella bailando el Gangnam Style de PSY.

-Por cierto Hyung... Feliz cumpleaños...

Woohyun "flasheando" de nuevo.



...
...


Enojado y por mucho.

Sungyeol, hizo la huida del siglo. ¿Cómo lo pudo abandonar? Y no le caben dudas de donde termino, o donde se encuentra, porque en su casa no está, no ha llegado. Y quizás no llegue, hasta pasado el mediodía.

Su madre duerme. Todo está en silencio dentro de su hogar. Y él cansado. Vaya noche o madrugada. Como le quieran llamar. Ha tomado bastante, lo suficiente como para arrepentirse de  haber asistido a ese club.

Aunque quizás no tanto. Tienes que sacar el lado bueno, ¿No? Y ahí entra Yadira. Ni idea de cómo.  Puede alegar que ha sido a primera vista o quien sabe qué, pero desde la primera vez que la vio, caminando por uno de los pasillos del conservatorio, con una falda tableada, color durazno, hasta las rodillas, una camisa blanca muy discreta, sencilla pero delicada. Sus cabellos castaños sueltos, con un perfume a cítricos, la joven le quito el aire. Y de ahí día a día.

Y esa noche, se llevó todo su ser. Porque durante unas horas Yadira dejo ese lado inocente y de niña, para ser toda una mujer, hecha y derecha. Alegre, simpática, madura, y siempre a su lado. Fantástico, hasta que claro la joven le dijo que era su mejor amigo

¡Friend zone!

¡Alerta! Debería comenzar a planear  en como conquistarla, sin ser tan evidente. Pero no es tan fácil, mucho menos cuando "su" chica, parece tener ojos o preocupaciones por alguien más. No está seguro si gusta de otro joven, pero si denota que algo le preocupa, y él quisiera indagar más a fondo acerca de ese tema, pero Yadiz no da lugar para hablar. Evita comentar de lo que sea ese asunto, y a Sungjong le crispa los nervios.

Se sienta en la orilla de su cama, ya se ha quitado toda la ropa, y esta por darse un baño. Tiene impregnado el olor a humo y traspiración en su cuerpo. Pasa su mano por su rostro.

¡Mal! se siente mal, debería estar feliz, porque esa madrugada pudo, incluso, tener mucho más cerca suyo a Yadira, pero que lo considere, no más que un amigo, le pone los pelos de punta, y sus ánimos decaen,. Avanza un casillero, y retrocede quince.

Ah! y para añadir algo más. Parece que la joven tiene la idea equivocada de que él es gay. ¿Quince casilleros? ¡No! 100 de una sola tanda.

¡Desastre!

...
...


Comencemos con que no solo tiene sueño y por ende desea con muchas ganas recostar su cabeza en la mullida almohada de su cama de dos plaza, también le hierve la sangre de lo indignado que esta. Ni si quiera se despidió de él. Huyo tan rápido, como alma que lleva el diablo.

-¿Pero qué mierda le sucede?...- Sale del baño, con sus cabellos húmedos, y solo con un bóxer gris.

Dongwoo no es de tener un vocabulario tan poco agradable, siempre intenta ser muy sutil, pero claro, el profesor de baile ya ha podido con su paciencia. ¡Dios! si hasta entonces solo había pensado que los únicos capaz de hacer eso, era Stefania y Sungkyu. Ahora tiene que agregar a Lee Howon a lista.

¿O está enterado de sus sentimientos hacia él o se volvió loco?

Camina por su apartamento, solo con su ropa interior. Bien tiene sueño, pero es que su cabeza no deja de trabajar, ni un segundo. Toda la maldita noche pendiente de como Hoya huía de él. No era una sensación, era algo seguro. El menor no era capaz ni de mirarlo.

Perfecto

Como la paciencia ya cruzo su límite, tiene decidido no esperar más por aquel, por esa respuesta. <<Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma ira a la montaña>>  Si, así hará, claro luego de descansar algo, y que la resaca, por supuesto no hiciera acto de presencia más tarde.

Que Lee Howon se prepare, porque perdió los estribos, y el menor posiblemente reciba una visita, un tanto rara esa tarde. No tiene que cuestionar nada, pero Dongwoo tiene derecho a saber porque carajo tanta distancia de repente o ¿no? Se lo merece, como buen amigo que ha sido de Hoya durante tantos años. Soportando, incluso, hasta los amoríos del bailarín con mujeres.

Ahh… si no habrá llorado, en la oscuridad de su habitación, cada vez que se enteraba de un nuevo romance, o una aventura de una noche, con mujeres que quien sabe, de donde las sacaba. Siempre preocupado por lo que hacía el menor, siempre tan predispuesto como buen amigo, y ese muchacho que no sabe interpretar su cariño, más que como amistad.

-Idiota...

Furioso y cansado. Recostado en su cama, sin cubrirse con las sabanas verdes, Dongwoo observa el techo blanco, y contando ovejas imaginarias, logra convencer a Morfeo de que lo venga a buscar para acunarlo entre sus brazos y conciliar el sueño.



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Y que les parecio???

Yeolsoo?? jajaja asi se dio XD jajajaja y la verdad prefiero no comentar... no me odien jajaja quedo raro lo que escribi. jajajaja


Woogyu jajaja eh muerto de la risa con ese par jajajaja admito que lo de "woohyun oppa" lo saque de sesame player, jajaja cuando estaban el el karaoke y Namu cantaba y Gyu todo feliz le alentaba jajajaja como si fuera su fan jajajaj el muy babo no sabia de la tranpa de Dongwoo y Woohyun jajajaja ahh los amo XD


Sungjong, hermoso y bello maknae, pobre Yadira lo dejo en la friend zone XD jejeje y Sungyeol se olvido de que tenia hermano XD jajajaja


Dongwoo toma una de las chanclas de gyu y dale a Hoya en las nalgas,por cobarde. Pobre Dino, aunque ya se esta enojando. 

Que pasara?


Bien espero comentarios,... en el blog no hay mucho, nada la verdad, xq hace poco lo hice y tengo que pasar los otros fics que tengo, tambien de Infinite, y se supone luego apareceran las otras admin, pero hasta el momento solo estare yo, una alone XD jajajaja


Critiquen como quieran, y disculpen, lo raro de todo, ya saben me es mas comodo publicar de una sola vez los cap, que estar dividiendo.

Buenos nos estamos leyendo yyyyy... casi lo olvido...

FELICITACIONES A INFINITE!!!

La verdad se lo tienen bien merecido, es un excelente grupo, y son excelentes cantantes... GENIOS!!!

Con respecto a Hoya y Hyuna... sin comentarios XD -huye- jajajaja


Kiss