lunes, 4 de agosto de 2014

El Idioma Del Amor: Cap 5

CAPITULO 5

Bendito despertador que no me deja descansar ni un segundo me dije a mi mismo. Su sonido me había cansado, provocando que me despabile, dejándome mirando el techo de mi habitación por varios minutos. Luego de estar un rato acostado procedí por levantarme a hacer el desayuno. Mientras comenzaba a hacerlo escuche su voz causando que me asustase un poco.

-¿Qué haces?-pregunto Rachel adormilada                                                                                   
-el desayuno-conteste, al mismo tiempo hacia el café para ambos
-oh... está bien-comento mientas iba saliendo de la cocina

Su melena despeinada, sus labios levemente hinchados, su cara sin una pizca de maquillaje y su atuendo desaliñado en la mañana hacia que me gustara aún más.
<<Cuando te le vas a declarar ya es tiempo de que se lo digas>> me decía en un tono alto la voz de mi conciencia, mientras la miraba alejarse  hacia si habitación para cambiarse de ropa.
Pasaron alrededor de quince minutos cuando Rachel volvió a aparecer en la cocina donde la mesa ya estaba servida para desayunar, ambos no sentamos y procedimos a comer lo que se encontraba frente a nosotros.

-delicioso-comento mientras tomaba un poco de arroz con los palillos
-gracias-dije haciendo una sonrisa
-¿a qué hora tienes que ir a trabajar?-
-a las tres de la tarde tengo que estar allí- respondí ante su pregunta

Al pasar unos diez minutos ella se levantó de la mesa recogiendo su tazón el cual se encontraba vacío para llevarlo a la pileta y comenzar a lavarlo.

-si terminaste, recoge los platos así los lavo-dijo en un tono seco
.
Me le quede mirado por unos segundos admirando sus curvas tan finas muy bien delineadas <<es una mujer muy hermosa>> logro recitar mi mente era imposible que ningún ser humano no se fijara en ella.
Después  de media hora ya estábamos listos para irnos a la universidad como era de costumbre.

***


Sentí el frio recorrer por mi espalda provocando que me levantara solo para taparme nuevamente cuando de repente vi a Seung Ho  sentado a mi lado mirándome de pies a cabeza.
<< ¿Qué está pasando? ¿Por qué esta el aquí? ¿Me eh levantado tan tarde como para que el ya haya llegado?>> mi mente no dejaba de hacerse preguntas, de repente el levanta y me toma por los hombros y comienza a sacudirme de un lado a otro gritando a mas no poder – Reiko ya por favor-en un tono desesperado, mientras yo solo lo miraba sin entender nada de lo que estaba pasando.
 -ya basta-le grite pero el parecía no escucharme
Luego de cinco minutos el Seguía sacudiéndome y yo solo seguía preguntándome que pasaba
-vamos Reiko ya despierta-dijo entre gritos desesperantes
Su comentario exasperado me tomo por sorpresa ocasionando que me sintiera más perdida de lo estaba.
Que estaba pasando, <<si ya estoy despierta ¿Por qué me dice que me despierte?>> esas palabras resonaron en mi cabeza provocándome hacerme un sinfín de preguntas que en este momento no le encontraba una respuesta.
Abrí mis ojos y en cuestión de segundos me senté en la cama, me encontraba agitada y transpirada. Mire para todos lados, tratando de hallar una respuesta al sueño que había tenido recientemente.
Tome el celular este marcaba las once y veinticinco de la mañana << ¿cómo puede dormir de esta manera?>> me pregunte a mí misma y en cuestión de segundos encontré una respuesta.
Me levante de la cama y fui en busca de algo de tomar, tenía una sed insaciable.
Estando en la cocina aun con el pijama puesto abrí el refrigerador y saque un bidón con jugo de naranja, accedí a servirme en un vaso y beber un poco de él.

-ya te levantaste-dijeron desde la entrada de la cocina
-si-

Deje el vaso a un lado y sin darle mucha importancia deje a Katherine atrás y volví a mi Habitación a cambiarme la ropa ya que dentro de poco iba a ser hora de que Seung Ho llegara. Solo me vasto con pensar que él iba estar nuevamente en mi casa para que se me formara una enorme sonrisa <<todo esto es a causa de él y solamente del>> todavía no atendía el porque me llamaba tanto la atención.
***
15:00 pm

El timbre sonó como era de esperarse ya era su hora de llegada.
Me mire en el espejo y procedí por acomodarme un poco el cabello y me dirijo a abrir la puerta.

-adelante-
-con permiso- dijo esbozando una sonrisa

Ambos estábamos ya en mi habitación arrodillados alrededor de la pequeña mesa de color marrón oscuro. Dejo su bolso a su lado y me miro sonriente, no sabía el porque me miraba de esa forma, pero su sonrisa era tan brillante que me hacía sentir estúpida y que mi mente comenzara a volar girando en torno a él.
-te traje un cuaderno- dejo el cuaderno y un bolígrafo sobre la mesa
-gracias- dije y mi mete no podía dejar decir <<no puede ser más tierno me regalo un cuaderno <<es señal de que le gustas>> me sentía en la nubes, o algo así como drogada por su regalo.

-comencemos-

Tomo el cuaderno y comenzó a escribir una serie de garabatos, que al menos para mí no tenían sentido, obviamente eran letras coreanas, a un lado estaba traducidas y escrita su pronunciación.
Mi mente vagaba por su sonrisa tan hermosa y brillante, me sentía en el cielo de tenerlo en mi casa y sonriendo de esa forma.
Giro el cuaderno y estiro los brazos de manera en que yo pueda ver bien lo que acababa de hacer.

-aquí tienes-esbozo una sonrisa- el abecedario su traducción y su pronunciación-
-gracias-hice una pequeña reverencia y luego tome el cuaderno
-con esto vamos a empezar – comento

Comenzó a explicarme como se ubicaban las vocales consonantes mientras yo tomaba nota de cada una de las cosas que él decía.

Tres horas pasaron y el horario de su partida había llegado y nuestra primer clase había concretado, aunque lo vería nuevamente mañana me sentía triste por el hecho de que ya se retirase.