CAPITULO 5
Bendito despertador
que no me deja descansar ni un segundo me dije a mi mismo. Su sonido me había
cansado, provocando que me despabile, dejándome mirando el techo de mi habitación
por varios minutos. Luego de estar un rato acostado procedí por levantarme a
hacer el desayuno. Mientras comenzaba a hacerlo escuche su voz causando que me
asustase un poco.
-¿Qué
haces?-pregunto Rachel adormilada
-el desayuno-conteste,
al mismo tiempo hacia el café para ambos
-oh... está
bien-comento mientas iba saliendo de la cocina
Su melena despeinada,
sus labios levemente hinchados, su cara sin una pizca de maquillaje y su
atuendo desaliñado en la mañana hacia que me gustara aún más.
<<Cuando te le
vas a declarar ya es tiempo de que se lo digas>> me decía en un tono alto
la voz de mi conciencia, mientras la miraba alejarse hacia si habitación para cambiarse de ropa.
Pasaron alrededor de
quince minutos cuando Rachel volvió a aparecer en la cocina donde la mesa ya
estaba servida para desayunar, ambos no sentamos y procedimos a comer lo que se
encontraba frente a nosotros.
-delicioso-comento
mientras tomaba un poco de arroz con los palillos
-gracias-dije
haciendo una sonrisa
-¿a qué hora tienes
que ir a trabajar?-
-a las tres de la
tarde tengo que estar allí- respondí ante su pregunta
Al pasar unos diez
minutos ella se levantó de la mesa recogiendo su tazón el cual se encontraba vacío
para llevarlo a la pileta y comenzar a lavarlo.
-si terminaste,
recoge los platos así los lavo-dijo en un tono seco
.
Me le quede mirado
por unos segundos admirando sus curvas tan finas muy bien delineadas <<es
una mujer muy hermosa>> logro recitar mi mente era imposible que ningún
ser humano no se fijara en ella.
Después de media
hora ya estábamos listos para irnos a la universidad como era de costumbre.
***
Sentí el frio
recorrer por mi espalda provocando que me levantara solo para taparme
nuevamente cuando de repente vi a Seung Ho
sentado a mi lado mirándome de pies a cabeza.
<< ¿Qué está
pasando? ¿Por qué esta el aquí? ¿Me eh levantado tan tarde como para que el ya haya
llegado?>> mi mente no dejaba de hacerse preguntas, de repente el levanta
y me toma por los hombros y comienza a sacudirme de un lado a otro gritando a
mas no poder – Reiko ya por favor-en un tono desesperado, mientras yo solo lo
miraba sin entender nada de lo que estaba pasando.
-ya basta-le grite pero el parecía no
escucharme
Luego de cinco
minutos el Seguía sacudiéndome y yo solo seguía preguntándome que pasaba
-vamos Reiko ya despierta-dijo
entre gritos desesperantes
Su comentario
exasperado me tomo por sorpresa ocasionando que me sintiera más perdida de lo
estaba.
Que estaba pasando,
<<si ya estoy despierta ¿Por qué me dice que me despierte?>> esas
palabras resonaron en mi cabeza provocándome hacerme un sinfín de preguntas que
en este momento no le encontraba una respuesta.
Abrí mis ojos y en cuestión
de segundos me senté en la cama, me encontraba agitada y transpirada. Mire para
todos lados, tratando de hallar una respuesta al sueño que había tenido
recientemente.
Tome el celular este
marcaba las once y veinticinco de la mañana << ¿cómo puede dormir de esta
manera?>> me pregunte a mí misma y en cuestión de segundos encontré una
respuesta.
Me levante de la cama
y fui en busca de algo de tomar, tenía una sed insaciable.
Estando en la cocina
aun con el pijama puesto abrí el refrigerador y saque un bidón con jugo de
naranja, accedí a servirme en un vaso y beber un poco de él.
-ya te levantaste-dijeron
desde la entrada de la cocina
-si-
Deje el vaso a un
lado y sin darle mucha importancia deje a Katherine atrás y volví a mi
Habitación a cambiarme la ropa ya que dentro de poco iba a ser hora de que
Seung Ho llegara. Solo me vasto con pensar que él iba estar nuevamente en mi
casa para que se me formara una enorme sonrisa <<todo esto es a causa de él
y solamente del>> todavía no atendía el porque me llamaba tanto la
atención.
***
15:00 pm
El timbre sonó como
era de esperarse ya era su hora de llegada.
Me mire en el espejo
y procedí por acomodarme un poco el cabello y me dirijo a abrir la puerta.
-adelante-
-con permiso- dijo esbozando
una sonrisa
Ambos estábamos ya en
mi habitación arrodillados alrededor de la pequeña mesa de color marrón oscuro.
Dejo su bolso a su lado y me miro sonriente, no sabía el porque me miraba de
esa forma, pero su sonrisa era tan brillante que me hacía sentir estúpida y que
mi mente comenzara a volar girando en torno a él.
-te traje un
cuaderno- dejo el cuaderno y un bolígrafo sobre la mesa
-gracias- dije y mi
mete no podía dejar decir <<no puede ser más tierno me regalo un cuaderno
<<es señal de que le gustas>> me sentía en la nubes, o algo así
como drogada por su regalo.
-comencemos-
Tomo el cuaderno y
comenzó a escribir una serie de garabatos, que al menos para mí no tenían
sentido, obviamente eran letras coreanas, a un lado estaba traducidas y escrita
su pronunciación.
Mi mente vagaba por
su sonrisa tan hermosa y brillante, me sentía en el cielo de tenerlo en mi casa
y sonriendo de esa forma.
Giro el cuaderno y
estiro los brazos de manera en que yo pueda ver bien lo que acababa de hacer.
-aquí tienes-esbozo
una sonrisa- el abecedario su traducción y su pronunciación-
-gracias-hice una
pequeña reverencia y luego tome el cuaderno
-con esto vamos a empezar
– comento
Comenzó a explicarme
como se ubicaban las vocales consonantes mientras yo tomaba nota de cada una de
las cosas que él decía.
Tres horas pasaron y
el horario de su partida había llegado y nuestra primer clase había concretado,
aunque lo vería nuevamente mañana me sentía triste por el hecho de que ya se
retirase.