viernes, 29 de noviembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 8

Capítulo 8


¿Que el clima puede resultar de locos? Y por lo poco que pudo observar desde la ventana de su habitación, los nubarrones grises, cubriendo el cielo de ese medio día, Stefania llego a la conclusión de que si, el clima era algo del cual no sabe que esperar.

Medio día... Hace menos de 10 minutos que decidió levantarse de su reconfortante cama, de dos plaza. Su cuarto un poco desordenado. Quizás porque cuando llego esa mañana, luego de deshacerse del peso muerto, lo único que pensó hacer, fue quitarse la ropa y tomar un baño, y de ahí, a dormir, sin levantar sus prendas regadas por el suelo.

Estira las sabanas de color durazno con detalles de flores naranjas en ellas, acomoda una par de almohadones en el cabezal, que hacían lucir más elegante su cama. Recogió las prendas del suelo y sale de su cuarto, con el cumulo de ropa entre sus brazos.

No hay ni un sonido en todo el apartamento. Incluso parece estar sola. Por un momento piensa que es así, y se asoma hasta la puerta de la habitación de su compañero de vivienda. La abre lentamente, sin hacer ruido, y espía por la pequeña ranura que queda abierta. Una sonrisa de picardía se asoma en sus labios. Tentada a reír, sin embargo prefirió no hacerlo, y cerrar. Pues no, no está sola. Pero si es la única que esta despierta.

Baja los escalones de la escalera, y directamente camina hasta la lavandería. Un bostezo se le escapa mientras mete su ropa dentro de la lavadora, sin tomar tiempo de, aunque sea, separarla de color. La verdad no tiene muchas ganas de nada. Su cabeza, siente unas pequeñas, pero perceptibles, punzadas, y su estómago... pues parece ser trolla ardiendo.

¿Resaca? Que no quepan dudas de eso. Aún tiene que lavar su rostro, y pensar seriamente si tomar un café puede que la mejoren un poco, aunque ciertamente, tiene la sensación de que todo lo que lleve a la boca, su estómago lo rechazara y lo devolverá.

Y más allá de eso, presiente futuros gritos, regaños y todos hacia su persona, cuando algunos más despierten. Debería buscar alguna aspirina y calmar el dolor de cabeza, antes que sea peor, y reciba su reprimenda, por cierta, pero según ella. Inocente broma que se planteó hacer al momento que llego al apartamento esa mañana,


...
...



¿Timbre? ¿Despertador? ¿Teléfono de casa? ¿Pero quién llamaría tan temprano?... Sin embargo están por ser la 1 pm, y hay un sonido que llega a sus oídos, interrumpiendo sus sueños, y no puede saber que es.

Lentamente sus parpados se abren, casi como pidiendo permiso para hacerlo. Frunce un poco el entrecejo, cuando el impacto de la luz de la tarde opaca da de golpe en sus retinas. Su cintura apresada por un fuerte brazo, la respiración pausada de alguien más en su nuca, y rápidamente, como un relámpago la imágenes de todo lo que sucedió esa madrugada, acuden a su mente.

Myungsoo, suspiro. ¿Que había hecho? Está bien, no es idiota, sabe y es consciente de que tuvo sexo, con casi un completo desconocido, o quizás no tanto, en fin el hermano de Sungjong con el cual no dirigió palabra alguna, salvo la obscenas de horas atrás.

Se removió un poco, despacio, retiro el brazo de su cintura, y sin movimientos bruscos se deslizo por debajo de la sabana azules, hasta poder liberarse de ellas. Se puso de pie, y fue casi inevitable, no poder quedar consternado, al ver el rostro de Sungyeol dormido. Con tanta paz y tranquilidad, que incluso llego admirar, hasta olvidar, que ese sujeto le caía mal.

<<Pero tuviste sexo con él>>

Antes de poder rebatir sus propios pensamientos, Myungsoo busco los pantalones de su pijama dentro de ropero, y se los puso, sin ropa interior debajo. Una mueca de dolor se hizo presente en su rostro. Esa mañana, hay demasiadas cosas de su cuerpo que duelen. Desde su cabeza, hasta su parte trasera.

Bien, eso último le hizo recordar que debe tomar un baño, Su cuerpo tiene demasiados fluidos, tanto propios como ajenos que no desea poseer.

<<A lo de ajenos los podemos discutir, o es que no recuerdas...>>

Su mente ha cobrado vida luego de tanto alcohol o eso parece. Si, el recuerda a la perfección todo lo que dijo durante la madrugada, lo que hizo, pero prefiere pasar culpas a toda la bebida consumida. No está seguro de si se arrepiente o no, lo paso bien, pero siente que fue solo eso, deseo, ganas, calentura, y bastante alcohol que impulso  demasiado, y hasta ahí. Al menos puede que el mayor piense igual que él, porque jamás, antes de eso, hubo contacto, ni palabras, y solo por sexo casual no significa que eso cambie.

Comenzó a levantar todo del suelo del pasillo, y los escalones. Cuando toma el pantalón de Sungyeol, un objeto cae y golpea contra el porcelanato azul del piso. Es el móvil del mayor, y cuando lo recoge comienza a vibrar y a sonar.

-Con que fue esto lo que me despertó...- Murmura.

Mira la pantalla, y sin darse cuenta sonríe, al ver el nombre de "MOM" titilando en el cristal del aparato. Deja de sonar y observa que Sungyeol tiene más de cinco llamadas perdidas de su madre y Sungjong. Alguien tendrá algunos regaños hoy.

Y Myungsoo se detuvo un momento a pensar, que hubiera sido agradable, tener en su móvil, esa misma cantidad de llamadas, por parte de su madre. Pero la realidad golpea con su presente y, no es así, no ha tenido contacto con la mujer desde que se mudó. Y fue irremediable, su pecho se comprimió, y casi sintió envidia del mayor, de que tuviera personas que se preocuparan por él. Por contrario, Myungsoo solo tiene a su primo.

Y aun así se siente muy solo...


...
...


Hay muchas veces que los problemas, asuntos sin resolver, pequeñas nimiedades, son capaces de quitarte o perturbarte el sueño, más allá de la realidad. Como buscando incomodar en cada rincón de tu vida.

Luego de que Dongwoo junto con Sungjong la hubiera dejando en la entrada del edificio, donde tenía su apartamento, Yadira se despidió de los dos jóvenes, subió hasta su vivienda. Con bastante sueño. Tomo una ducha y luego fue directo a su habitación.

Su celular, que estaba sobre la mesita de noche, a un lado de su cama, sonó. Un mensaje, y no le hacía falta leerlo, o ver si quiera la pantalla, del móvil, para saber de quien se trataba.

Problemas, era lo único que anunciaba. Había tenido una noche bastante agradable, y divertida, como para que todo continuara, así. En todo caso, lo buenos momentos duran poco, o apenas los notas, y cunado se han ido, y lo que sigue no es más que tormentas sobre tu cabeza, es recién cuando valoras esos tiempos. Sus ganas de dormir se esfumaron.

Ahora está sentada sobre el sofá blanco de dos cuerpos, con sus piernas cruzadas, al estilo indio, y con un pequeño pote de helado de chocolate en sus manos, viendo tv. Una película, "Tormenta de verano", Por supuesto temática gay. Dicho sea de paso recomendada por Stefania. Sus ojos clamando por descansar.

El móvil a un lado suyo vibro, y no, no se molestó en voltear a observar. Simplemente se estaba cansando de aquello. Casi podía sentirse un poco acosada, o perseguida. Con ojos vigilando cada uno de sus pasos, a pesar de vivir en uno de los últimos pisos del edificio, y de tener a esa hora de la tarde cerrada las cortinas, de la sala.


...
...


Ejercicio...

Aunque pensándolo bien, viendo su estado, y la hora, pues es mejor obviar esa rutina por ese día, y dedicar su tiempo en otra cosa. ¿Pero en qué?

Ni si quiera tiene quien lo acompañe a ver una película, afuera el clima esta horrendo, y sorprende demasiado, ya que cuando llego a su apartamento luego de la disco, en el cielo no había rastro de nubes, que anunciaran la repentina llovizna. Porque para colmos de los colmos llueve.

Hoya camina hasta la cocina. Abre la nevera y busca que tomar. No se le ocurre otra cosa que no sea agua. Algo que apague el incendio en su hígado, consumido. No tomo demasiado durante la noche, pero bueno, algunos tragos habían sido bastante fuertes.

Consola de video juegos. Genial, pero luego no se movería ni al baño, si se ponía en plan de jugar al GTA 5. Y ahora que lo recuerda, había sido un regalo de Dongwoo.

Por un momento casi lo olvida, pero ya está presente como siempre. Podría decir que la palabra "Estúpido" se ah tatuado en su frente. ¿Cómo pudo haber estado huyendo del mayor durante toda la madrugada? Ridículo, de verdad que se sentía, bastante infantil por eso, pero que puede decir, que no sepan, se muere por hacer cosas impropias con su hyung, y necesita evitar tenerlo cerca.

Y a la vez siente un desasosiego, en su pecho. Porque lo extraña. Extraña las conversaciones hasta tarde que solían tener, extraña salir juntos, por las noches y hacer competencias de baile entre ambos, solo como Hobby, extraña esas risas estrepitosas que tiene, y que lo movilizan demasiado. En fin extraña demasiadas cosas de Jang.

Regresa de su habitación con la consola de video juego, decidido que no queda más que el GTA 5, aunque signifique, ignorar el llamado de la naturaleza por unas horas. El timbre dentro del apartamento suena, y Howon se sorprende un poco, porque no espera visitas, y tampoco ha pedido que le traigan comida hasta el lugar.

Se acerca y abre la puerta, y realmente que no esperaba a esa persona.


...
...


No alcanzo poner un pie fuera del apartamento, que los gritos fuertes de dos personas, la estremecieron, y quedo estática. Su cerebro trabajo lo más rápido que pudo y llego a la conclusión que solo tiene dos opciones. Ir hasta la farmacia y comprar algo para martilleo del pájaro carpintero imaginario de su cabeza, o quedarse, y divertirse un poco.

Cierra la puerta, tras de ella. Va hasta la cocina y toma asiento en una de las banquetas, tras el mesón que divide de la sala. Plena vista de las escaleras. Apoya sus codos sobre el mármol, entre laza los dedos de su manos y los lleva hasta su mentón. Con una mirada seria, y esperando.

-¡¿Que haces aquí?!

-¡¿Que hace tu aquí?!... Espera... ¡¿Dónde diablos estoy?!

Stefania, siente que la risa va a escapar de sus labios, pero quiere aguantar un poco más. Quiere escuchar solo una frase.

-¡OH POR DIOS, ESTAS DESNUDO!

Morirá en ese instante. Entre la ternura y la diversión de que esos dos congenian demasiado bien, como para gritar lo mismo, y al mismo tiempo, Stefania está por desmayar de risa, porque no logra contener, esa sonrisa en sus labios, que se está dibujando de oreja a oreja.

Los pasos por el pasillo de la planta alta, no tardan en escucharse. Woohyun desciende por la escalera, rojo de la vergüenza, y con solo unos bóxer negros.  Y por atrás Sungkyu de la misma manera, pero con la mínima diferencia de que sus bóxer son rojos, igual que sus mejillas.

-¡Stefania! ¡¿Dime que paso?!

Woohyun desesperado se queda en la sala, agitado, y atrás el mayor de los tres. Enmudece, no esperaba que el par bajara en ropa interior. Había visto más de ellos, pero, no significa que quisiera verlos de nuevo.

-¡STEFANIA!

Kim, le grita, y la despierta de su letargo.

-Y yo que sé, que les paso. Recién llego...- Menuda mentirosa resulto ser.

-¿Y quién nos trajo hasta acá?...-Murmura Sungkyu, mirando el suelo, y tratando de recordar, lo que pudo haber hecho horas atrás. Y esperaba que no fuera nada para arrepentirse.

-Yo los traje a ambos, los deje a los dos en el sofá, ya que no querían subir arriba. Sungkyu no te lleve a tu apartamento, ni te deje conducir tu auto, por el simple hecho de que no estabas en tus cinco sentidos, así que te traje hasta aquí, ante de que pudiera ocurrirte algo y...

-Eso quiere decir, que si estuviste acá, entonces sabes lo que sucedió, y porque estamos... así.- Vergonzoso, Nam no puede ni mencionar en qué estado se encuentra.

-Te dije que recién llego... O ¿no escuchaste la puerta cerrarse hace un momento?...- Se le acaba de ocurrir recién, decir esas cantidad de mentiras.- Yo fui a dormir a la casa de Yadira. Esta mañana busque ropas para cambiarme, y luego me fui. Ustedes se quedaron ha-blan-do y... Oh My God, Oh My god...-Stefania se levanta bruscamente de la banqueta, lleva una de sus manos a su pecho, y con la otra comienza a híper ventilarse como si le faltara el aire- Ustedes, quedaron solos, y están desnudos... eso quiere decir que...

-¡NO LO DIGAS!- Ambos hombres alzan la voz y dicen lo mismo, sin embargo

-¡USTEDES TUVIERON SEXO!- Grita. Sus pies trastabillan y cae sentada al suelo.

Hay que darle el galardón a esta mujer, por mejor actriz. Bien retrocedamos un poco las horas del reloj que tengan cerca, hacia las seis de la madrugada, hora en que Stefania llego al apartamento, con ambos jóvenes, que no hacían mas que desvariar bastante, diciéndose cosas desmesuradamente empalagosas, que más que sacar sonrisas de la cara de la locutora, resulto ser  incómodo. Insoportable se podría decir.

Que "hyung me has vuelto loco desde la primera vez que te vi" hasta "Woohyun opa, cada mañana que abro mis ojos, tu imagen viene a mi mente y..." bla bla bla. Por momentos se preguntó qué tan ridículo podía ser Kim como para llamar a otro hombre por "oppa". Ni ella lo decía, y eso que era mujer.

 A cuestas había logrado subir a los dos jóvenes. Ellos que tropezaban, caían y reían, y ella que los empujaba desde atrás. Dejo a ambos dentro del cuarto de Nam, porque su habitación no la sedería ni por un millón de dólares... Bueno no, por un millón entrega el apartamento sin pensarlo. Cayeron a la cama, uno al lado del otro y boca arriba. El empresario y el locutor se miraron por última vez y sonriendo, se quedaron dormidos. Stefania había arrugado el entre cejo, y luego de unos segundos pensó, en que jugar una pequeña broma, no vendría mal. Se darán cuenta que con el video que tenía guardado en su móvil, le resulto poco.

Comenzó a quitarles despacio la ropa, con cuidado de no despertar a ninguno de los dos, y con bastante pudor, por lo que estaba viendo. No es que jamás hubiera visto a un hombre desnudo, pero bueno, aun así era incomodo, ¿no? Son sus amigos, y pensar que los dos estaban más buenos, que el helado con chispa de chocolate, no estaba bien. Terminada su obra lo que siguió fue como un plus. Woohyun se puso de costado, dando la espalda a la joven, y en dirección de Kim. Paso uno de sus brazos por la cintura del mayor, y lo atrajo hacia él.

 Stefania contemplo la imagen bajo el umbral de puerta, y lejos quedo el pensamiento de que hubiera muerto por un novio, con ese tipo de cuerpo. Simplemente pensó que esos dos, eran demasiado idiotas, como para declararse solo bajo el efecto de la borrachera, y estando sanos, no se decían ni una palabra. Y bueno agreguemos que desde ese instante, Stefania ya comenzaba a divertirse, sobre todo por tener a la vista el trasero de Nam Woohyun, desnudo, pidiendo a gritos que lo filmen... Eso ultimo sería demasiado, así que la joven obvio la idea, y se fue a por una ducha.

Demasiado ensimismada en su actuación, tratando de mantener su actitud de "Oh no lo puedo creer", y aguantado la risa que tiene atorada en la garganta, Stefania observa a Nam y Kim acercarse, para poder levantarla. Sin quitar sus caras de tragedia y consternación, por no poder recordar, nada.

- Hay no me toquen...-Grita la joven mientras quita las manos de sus amigos de sus brazos, y comienza sacudir su camiseta azul, con algo de asco.-Dios... ya veo que me llenan de sus fluidos, esos que se largaron luego de llegar al orgasmo.

Demasiada información. El corazón de Woohyun y Sungkyu, golpetea brutalmente contra su pecho, por la poca prudencia que tuvo Stefania con sus palabras. Azorados por el calor de la vergüenza.

Stefania se aleja, caminando hasta la puerta de salida. Manteniendo un rictus en su rostro totalmente serio, y casi perturbado. Se pone su calzado y toma de la perilla dorada, antes de echar una última mirada a ese par de semi desnudos, que están blancos petrificados, en la cocina, y observándola atentamente.

-Creo que es mejor que me retire, y los deje solos... tienen... mucho de qué hablar-  Y con esa actitud dramática Stefania sale del apartamento.

 Woohyun clava sus ojos en el cuerpo del mayor, que está de pie a unos centímetros de él, y a pesar que no recuerda nada, no puede negar que lo que tiene delante, no se le hace demasiado tentador, sobre todo, al ver el carmín en las mejillas de Sungkyu que observa el suelo, como si fuera un niño al que acaban de retar. Demonios, que realmente le atrae un hombre, y no puede con la incredulidad.

La puerta nuevamente se abre. Solo aparece la cabeza de Stefania, con su trenza, colgando a un costado, y sus labios entre abiertos, mostrando su perfecta dentadura, mientras sus comisuras se curvan en una pícara sonrisa.

-Por cierto, me voy a comprar algo para el dolor de cabeza... Y espero que no les haya molestado, mi inocente broma de hacerles creer que realmente ustedes tuvieron "eso"- Dos pares de ojos la miran con una ira que carcome a cualquiera, y Stefania comprende que es mejor huir.-Wau!! Lo siento solo estaba aburrida...

-¡STEFANIA!

Y ambos chicos gritan al unísono...



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Holaaaa....


y me voy XD


Ok no


jajajajaja ¿Como les ha ido durante la semana? yo pues cansada jejeje


Que les parecio el cap. Salio corto, pero quise dejar la siguiente parte para el prox cap.

Saben en un momento tuve panico de seguir escribiendo, jajaja les comento el porque, por culpa de Myungsoo y la que se come todo el chocolate XD jajjaa que envidia, yo tambien quiero chocolate jajajaja ahhh nunca a  Myungsoo jejejeje


Por un momento pense que perderia la inspiracion por el supuesto noviazgo, luego llegue a la conclucion, que es mentira, para poder ocultar el evidente amorio de Myung con Yeol XD jajajaja cualquiera. Da igual.

Yo no se, pero me eh divertido mucho con el asunto, Creo que estoy loca. Me da igual que tenga novia, pero el rumor que se corre de que Namu y L pelearon por ella, bueno, si es real, le hago sufrir de abstinencia de chocolate. Pa que tenga XD


Estoy loca, vieron? jajaja no no vieron... leyeron jajaja

Solo digo que seguire escribiendo yaoi entre ellos, con cualquiera de los miembros, asi salgan quinientas novias luego, siempre lo are, por que me da la gana, y nadie me quita la ilucion de que se aman jajajaja

A y disculpen mis errores de ortografía, les ruego que no me maten jejeje

mejor me voy, deliro mucho, y seguro ya canse.


Nos leemos luego...


Kiss