miércoles, 29 de enero de 2014

El Trébol de la Luna. Cap 3

Capítulo 3 

La conversación intacta en su mente. Distrayéndolo de sus estudios para los próximos exámenes. Y ya habían transcurrido varios días de eso, pero no lograba retenerla solo en su sub consiente. Se expandía, hasta llegar a sus sueños. Tal vez exageraba pero no era consciente de que hacia tan especial o perturbarte las palabras de aquella mujer.

Woohyun estiro sus brazos, desperezando su cuerpo, y luego apago el despertador que sonaba insistente sobe la mesita de noche a un lado de su cama. Seis y media la mañana, un día largo, tedioso y tal vez ¿Emocionante? No tanto así, pero durante su turno en el Hospital, tendría su primera cirugía. Algo sencillo, nada que pudiese llegar a ser complicado, aunque nada es predecible dentro de un quirófano.

Sus padres aun dormían, así que en silencio salió de su habitación, ya vestido y acicalado. Bajo las escaleras solo para tomar su bolso, calzarse y salir de la casa.

Las hojas de los arboles iniciaban la etapa de  perder su peculiar color verde, tiñéndose de marrones claros, fuertes, amarillos y anaranjados. Si, la época otoñal asomaba sus narices de a poco en ese año. Las calles vacías, la parada de autobús desierta, solo con su presencia. Un brisa surco por el ambiente, sus cabellos se despeinaron y una sonrisa se posó en sus labios.

Una vez más recordando, a quien no quisiera olvidar. Percibiendo su aroma si tenerlo cerca. Normal era detenerse unos segundos, para evocar los recuerdos, tan vivos y claros como el agua, de Kim Sungkyu. Las palabras tan embelesantes, y reconfortantes que servían día tras día, como Una Oración a Dios, para comenzar la jornada, y de alguna manera toda esa pesadez en su pecho, que lo ahogaba, se disolvía hasta esfumarse y dejar existir.

Pero cada día era una batalla nueva. Enfrentar aunque fuese, míseros minutos el rostro de sus padres, que no hacían mas que insinuar lo aberrante que era su existencia en este mundo. El desprecio que desprendían hacia él, con solo ignorarlo, y dolía. Podría disimularlo, pero internamente, lastimaba. La universidad era un caso aparte, el no apreciaba a sus compañeros, y ellos menos a él.  Pese a que los murmullos no cesaban, podía vivir con aquello. El hospital, mejor no hablar. No sabían de su condición sexual, y era mejor así. Abecés se aventuraba a pensar que de enterarse, la voz se correría a la velocidad de la luz, hasta llegar a los pacientes. Y eso sería un problema complicado de manejar. ¿Y si decidían a no atenderse con él? No obtendría el título, y estaba luchando demasiado para conseguirlo.

Algo que lo inquieto, quizás mucho, fue la charla con la mujer de la fundación. En un inicio no fue algo para que se relajara, ya lo había presentido. La seriedad en el rostro de la mayor fue hasta alarmante cuando le pidió que la siguiera hasta la pequeña oficina que tenía dentro del lugar. La siguió. El silencio cuando ingreso a esa habitación, bastante simple, fue abrumador. Tomo asiento como ella se lo pidió. La mujer hizo lo mismo, y Woohyun sintió el pulso acelerarse.

-Nam Woohyun, ¿Verdad?-Él solo asintió- Hace mucho que te estoy observando. Desde antes que te fueras de viaje. Sabes me ha llegado un curioso rumor acerca de ti...

El cuerpo de Woohyun sufrió la falta de aire ¿Es que acaso nadie podía mantener su boca callada? ¿Era un famoso, para que su vida causara tanto revuelo? ¡Que mierda les importaba, lo que hacía con su vida!

Como algunos sabrán, en fundaciones es normal que existan entes económicos, que apoyan, o donan dinero por solidaridad. La voz de su homosexualidad, se había corrido hasta llegar a un padre de familia, dueño de una empresa, y para dada las casualidades, ya que estamos, quizás uno de los más importantes, colaboradores de la fundación. Mucho tenía que ver, que uno de sus compañeros en la universidad, fuese hijo de aquel sujeto. Lo dedujo, no solo por el apellido, sino porque el mismo sujeto se encargó de decirle, que era su primogénito, quien había llegado al hogar, luego de clases, comentado que un chico Gay trabajaba junto a menores, en aquel lugar.

-¿Eres homosexual, Woohyun?- Había preguntado la mayor, con voz apacible, tranquila.

-Sí. Lo soy.- Su pulso término por dispararse. <<Hubiera sido más fácil mentir… >> No, claro que no. Le alcanzaba con el hospital. Las palmas de sus manos comenzaron a sudar.

El rostro de la mujer no mostro sorpresa, indignación, ni nada que hiciese suponer, que su presencia en el lugar había acabado. Min Ji, esbozo una cálida sonrisa, y lo observo como una madre a su hijo, quien está pasando por momentos difíciles, y ellas por experiencias comprenden a la perfección, lo que les sucede a los menores.

-No es algo que me sorprenda, Nam. Por eso te cuento que cuando me exigieron que te expulsara de aquí, me negué.- y la sorpresa termino por llevársela él. Sus párpados se abrieron, y sus ojos quedaron plenamente a la vista ¿Por qué se había negado? La mujer se enderezo en su silla, y con el dedo índice de su mano, acomodo sus lentes, acercándolos más al puente de su nariz.- No sé qué tendrá aquel sujeto en contra de los homosexuales, o su hijo que por lo visto ya te conoce. Pero no dejare que quieran hacer de mi fundación, lo que a ellos les plazca...

<< ¿Mi fundación?>> Tenía varios meses ayudando en el lugar, pero era la primera vez que cruzaba palabra con la mayor, más allá de un simple saludo. Y cuando ingreso, nadie se había tomado la molestia de presentarla como tal, solo como otra encargada.

-Soy la Creadora de esta fundación, Woohyun, por si te lo preguntas.

-Ah- Balbuceo, avergonzado.

-Woohyun, yo tengo a mi hijo que es homosexual, como tú.  No es un enfermo, no está mal de la cabeza, ni es un promiscuo. Todo lo contrario, ha sido un excelente hijo, una buena persona. No sé si todos lo sean, aunque nadie en este mundo lo es, pero doy fe de que tú lo eres. Soy consciente, de que esto quita una entrada de dinero en la fundación, pero no me gustaría que mi hijo pasara por algo así. ¿No sé si entiendes? Es como un sentimiento que,-Min Ji había tomado entre sus manos las del menor, y comenzó a acariciarlas con sus pulgares.- creas, porque me recuerdas a él. Quizás sea porque llevo tiempo sin verlo. No vive en este país...

 Woohyun sintió un poco de envidia, en  ese momento, no de mala manera, pero ver los ojos de aquella mujer, brillar por cada vez que mencionaba a su hijo, y los logros alcanzados por aquel, le hizo generar un desasosiego, un vacío interno. ¿Porque su madre no podría aceptarlo? ¿Por qué  no era capaz de apreciar, todo lo que él hacía, sin tener en cuenta ese detalle de su homosexualidad? Estaba estudiando medicina, no solo porque le gustase, lo hacía porque quería ver un semblante de orgullo en sus padres, cuando al fin tuviera su título en mano. Cuando fuese un profesional. Lo hacía más que nada, por ellos. Pero hasta entonces, no lograba cambios en los mayores. En ese momento había sentido pugnar unas lágrimas en sus ojos. Molestando por liberarse del encierro. Woohyun logro disuadirlas, aunque algo parecido a un frio seco, como el hielo de un iceberg, comprimió su corazón.

El chirrido del bus al frenar delante de él, hizo que regresara de los recuerdos. Ajusto su bolso, y subió al vehículo, antes de que arrancase. Un examen, y cirugía, les esperaba ese día. Luego ver a la Señora Min Ji, que desde el momento en que conversaron, lo hacía sentir como un niño con el trato que le propinaba. Al menos ese cariño, apego cálido con la mujer, aminoraba el desasosiego causado por la falta de contención por parte de sus padres. Y al final regresar a su casa.

...
...

Dublin, Irlanda

 Dejo de tipiar por unos minutos. Cerró y abrió la mano varias veces, tratando de relajar sus dedos, casi entumecidos de tanto escribir. Llevaba cerca de cuatro horas, encerrado en la oficina, sentado en su silla, solo levantándose para ir hasta el baño, o buscar algo de beber en la cocina. Ocho horas delante del ordenador del trabajo, mas cuatro horas frente a la laptop en su casa, terminarían por dejarle ciego, o con las retinas fundidas.

Quito los lentes de su rostro, y hurgo en los cajones de su escritorio. Saco un pequeño frasco del interior de uno de ellos, lo desenrosco y dejo caer dos gotas en cada uno de sus ojos, del gotero que pertenecía al frasco. Parpadeo varias veces, y la vista se le empaño.  Su espalda dolía,  y pensó que ya era hora de un baño y de una pausa.

Dijo "Basta" mentalmente. Por ese día, daba por finalizado su trabajo. Un trabajo aparte del que tenía en la editorial. Algo que estaba consumiendo sus horas de descanso, pero que al final, aseguraba que sacaría provecho de ello. Su propio libro. Podría decir, que estar rodeado de ellos, habían logrado transmitirle un amor especial por la escritura, pero debía sincerarse, que su meta no era alcanzar el éxito con su relato. Había algo más importante detrás de tanto empeño e inspiración, que nacía puramente de su alma. Cada una de esas páginas eran dedicadas a alguien, y cada palabra era su muestra más sincera, hacia quien amaba.

Tomo una relajante ducha, de largos minutos, su cabeza aun generando ideas, por cuanto segundo transcurría, y se halló en un punto en que no podía parar de pensar, ni imaginar frases, para esa historia.

-Para un poco, Sungkyu- Se dijo así mismo, antes de sumergir completamente su cabeza bajo el agua, de la pileta.

Con solo el pantalón de su pijama, de rayas azules, y grises verticales, y una musculosa blanca sobre su torso, Sungkyu se dirigió hacia su habitación, hasta que el teléfono en su oficina, comenzó a sonar. El timbre del aparato, chocando contra cada rincón del apartamento.

Frunció el entre cejo antes de regresar varios pasos atrás, bajar las escaleras, y pasar por toda la sala, hasta llegar al pequeño cuarto. Miro el reloj en la pared sobre el estante de libros, a un costado de la puerta. Una de la madrugada, y solo una persona en la tierra, era capaz de llamarlo a esa hora.

-Mamá, por favor que sean las diez de la mañana en Corea, no significa, que aquí lo sea- Gruño a través del auricular, sin embargo al escuchar la risa de la mujer del otro lado de la línea, logro sacarle una sonrisa a él también.

-Buen día hijo. ¿Cómo estás?- Dijo su madre con voz cantarina.

Sungkyu, rodeo el escritorio, y tomo asiento sobre su silla. Alzo los pies del suelo y los dejo sobre el mueble, estirando completamente sus piernas, mientras relajaba su cuerpo, sobre el respaldo de la silla. Con el teléfono en mano y al lado de su oreja.

Eran pocas las personas de Corea, con las que mantenía contacto. Solo dos, mas específicamente. Entre ellas su madre, que lo llamaba una o dos veces por semana, sin tener en cuenta la diferencia horaria entre un país y otro Pero era la primera vez que había sido más sutil con el horario, al llamarlo. Había veces que el teléfono sonaba, demasiada entrada la madrugada, a las  3 o 4 am. Lo levantaba de la cama, y ella tendía hablarle, como si en Irlanda fuera pleno medio día. 

-Corres con suerte. Aun no me había ido a dormir. Pero...

-Estabas en camino ¿verdad?

-Exacto, mamá. Incluso ya había subido las escaleras ¿sabes?- La ironía en sus palabras marcando presencia. Escucho la mujer reír.- ¿Cómo está todo por allá? ¿Papá?

Su madre pareció vacilar antes de responder.

-Bien. Ocupado en el trabajo. Como siempre- dijo tajante.

Percibió la incomodidad que se creó en esa charla. No era su intención. Lamentablemente, sus padres estaban pasando por una crisis en su matrimonio, una crisis que parecía no tener retorno, más que avances a un pronto divorcio. Sungkyu soltó una bocanada de aire. De pronto un sentimiento de culpa se instaló en su pecho.

-Lo siento Mamá, de verdad...

-Hijo, tú no tienes culpa alguna. Las relaciones se desgastan con el tiempo. Algunas sobreviven, otras no.

Y por más que dijera que él no tenía nada que ver con ese asunto, era una obviedad que el desencadenante de los problemas, había sido su salida del closet, y el apoyo de su madre hacia él. Su progenitor, pese a ser bastante tiempo, no lo aceptaba, pero él aprendió a vivir con ello. Sin su aceptación.

-¿Sabes algo, Sungkyu? Conocí a un chico como, tu.-La mujer cambio rápidamente de tema, y Sungkyu hallo sospechoso el tono con que hablo.

-¿Como yo?-Pregunto, curioso.

-Sí, Es homosexual.-Murmuro, como si fuese un secreto.

-¡Mamá, ni que fuésemos una especie de animal en extinción!- Levanto la voz, pero una vez más escucho la risa de la mujer a través de la línea, y Sungkyu no pudo más que compartirla.- ¡Hay, Mujer!-Espeto mientras negaba con su cabeza.

 Entendía que su madre no lo había dicho con ánimos de ofender. Todo lo contrario, lo había comentado como si fuese algo gracioso, y divertido.

-Lo siento. Aun me cuesta.- Respondió, y él se la imaginaba sonriente.

La extrañaba. Aunque no perdieran el contacto, empezaba hacerle falta ese calor materno. Podrían estar sus amigos, pero no tenía familia en Irlanda. La idea de una visita a Corea, comenzaba a picar como un bichito insistente sobre su cabeza.

-Lo sé, mamá. Bueno cuéntame, porque te noto muy alegre.

-Ah, sí. La verdad lo conozco de hace un tiempo, pero hace poco comenzamos hablar. Trabaja en la fundación...

<<Y bla bla bla...>> Sungkyu se acomodó mejor sobre la silla, y se dispuso a escuchar el largo relato, de su madre. Algo le decía que su hora de dormir se pospondría por media hora más, o al menos hasta que Min Ji, decidiera dejarlo ir.


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Buenas noches.


Lo siento, se que dije que el lunes iba a estar listo, pero no me convenció lo que escribí, y lo empece de nuevo al cap. Aunque me quedo corto. Muy corto, pero me gusta más así.

Creo que está lindo... ¿Ustedes que dicen? XD


Bien, esta rara la historia, pero prometo que tendrá sentido.

Lamento tardar con las actu, y tambien en responder los comentarios. Aprecio mucho que den su opinión de estas historias, es lo que mas me gusta de escribir, jejeje saber que piensan acerca de los fics. Tambien agradezco el tiempo que se toman en leer.

Gracias de verdad.


Bueno, el lindo de Gyu y Namu. Lejos y cerca a la vez. ¿Que les deparara la vida?


Tenia mucho por comentar, pero me quede en blanco jajaja y me apuran con la comida XD

Bueno, calculo, no prometo nada, que para el lunes o martes, ya actualice de nuevo. Es que saben, tenia en mente escribir mas fics, de infinite. Los cuales ya empece, pero hasta que no acabe con algunos de estos, los yaoi o heteros, no los subire. Salvo que me agarre la loca, y termine por subirlo igual.


Bueno, me despido. Respondere los comentarios en los siguientes días.

Se cuidan.

Kiss


P/D: Les iba a compartir un video de los Grammys, pero lo bloquearon y no se puede ver en you tube. Pero una pagina en face logro subirlo. Es hermoso de verdad.

Les dejo el Link. Yo casi lloro =)