Capítulo 13
No podía
llegar aun a su apartamento. Tenía la ropa de esa mañana, la remera lila sport,
y el short negro. Un poco sudada, y su pelo comenzando a estallar en esa trenza
a causa del frizz y la humedad de la noche.
Había
dejado a Yadira, a regañadientes. Porque no podía sentir menos que preocupación
por la menor. Estaba sola en ese apartamento. Aunque el edificio contaba con un
guardia en el ingreso, nadie garantizaba que pudiera estar segura, de un psicópata
acosador.
Bueno, lo
de psicópata quizás esta de más, pero tenía razón en desconfiar. ¿Qué persona
se empeña a seguir a otra a donde sea que vaya? A luz y a sombra, más sombra
que luz, suponía, porque evidentemente ese sujeto no tenía los cables bien
acomodados en la cabeza.
¡Dios! Sentía
que perdía la paciencia. Yadira había tomado esa situación muy a la ligera. No
con la importancia, que supone, se tendría en esos caso. Puede que exagerara,
pero como le había dicho hace un momento a la menor, cambio tres veces el número
de su móvil, en cinco meses, y aun así, de alguna forma que desconoce, el tipo
se encargaba de obtenerlo, y comenzaba a hostigarla con mensajes y llamadas.
Decir que
cuando salió del edificio y fue hasta donde estaba su vehículo, se sintió
extrañamente perseguida, como si alguien la observara con descaro, y la devorara
en un intento para nada complaciente, de odio. Tal vez fuese psicosis de su
mente, e imaginaba cosa, porque volteo a mirar a sus lados antes de subir al auto, pero no había visto nada raro, nada
que despertara temor, solo una pareja caminado por el lugar, y otros jóvenes
que parecían listos para irse de fiesta.
Manejo
tranquila por una de las avenidas de Seúl, y faltaba poco por llegar a su amado
hogar. Tenía que ser honesta, podría dormirse sobre el volante en cualquier
segundo, y por ende le urgía llegar rápido al apartamento, o bien el día de
mañana podría no contar ningún cuento.
El celular
sobre el asiento de acompañante comenzó a sonar. Luego de pensar tanto en el
acosador del ex novio de Yadira, y ver el número restringido en la pantalla
titilante de una llamada entrante, los bellos de sus brazos se erizaron, y su
pecho latió despavoridamente.
-Hola...-No
negaría que tartamudeo antes de hablar, sin embargo la voz del otro lado del teléfono
era conocida, y su corazón regreso a la normalidad.- Howon ¿Que sucede?
Y luego de
un rato en que Stefania escucho con indignación cada palabra del profesor de
baile, y de vociferar insultos en contra de su destino, colgó la llamada, y en
una intersección de la avenida, doblo en “U” para tomar el sentido contrario de
la misma. Tendría que posponer su descanso, y tomar una bebida energética, o de
seguro moriría mientras manejaba. ¡Ha! y algo más, tendría que llamar a Sungkyu.
...
...
Uno de los álbum
de Muse sonaba bajo dentro de la vivienda, Woohyun apenas lo podía oír desde el
baño y mientras el agua de la ducha caía sobre él. Un punto a su favor, parecía
que al mayor le gustaba ese estilo de música, que no estaba nada mal, podría
regalarle, no sé, otro CD de la banda en un futuro, luego de tener algo más de confianza.
Claro está que esperaba que Sungkyu no tuviera la colección completa de Muse o
bien seria en vano. U otra opción regalarle entradas para asistir a unos de sus
conciertos, si se presentaban en la ciudad.
Era ridículo
pensar en todo aquello, mejor tendría que ponerse a ver la situación en la que
se encuentra en ese momento. Se está bañando en la casa del Hámster como
Stefania lo llama. ¿Cómo había tenido la inusitada confianza para hacerlo?
No había
sido "confianza", en todo caso era culpa, o gracias a que sin
querer el refresco dentro de esa lata azul de Pepsi, estallo sobre él, su hyung
y el suelo. Está bien se hacía cargo, no se había dado cuenta que sin querer, había
agitado la lata antes de abrirla. Era un acto que acostumbraba tener, solo por
inercia, tal como Stefania, que tendía a soplar el helado antes de comerlo.
Se golpeó
la cabeza mentalmente, eran un par de estúpidos. No por nada eran amigos
¿Verdad?
Para
equilibrar la balanza de su lado, contaba con ropa para ponerse luego de
terminar con el baño. Había olvidado, que más allá de él tener la ropa de
Sungkyu en su posesión, -o mejor dicho en el interior del auto aun- que él también
le había prestado un par de prendas al mayor.
Tomo una
toalla, que colgaba a un lado de la bañera, y comenzó a secar sus cabellos. Sus
fosas nasales no tardaron en embriagarse con el aroma que desprendía ese pedazo
de tela rectangular blanco. Era masculino, una fragancia que le recordaba a
Giorgio Armani. ¡Ja! Era gracioso pero si se ponía a estudiar la situación, quería
pegarse un tiro en la sien. ¿Qué carajo? En su corta vida jamás pensó que el
perfume de hombre, que no fuese el suyo, le resultara... tan arrebatador de sus
suspiros.
Se volvería
esquizofrénico si le daba libre albedrío a
su mente ya pecadora, aunque no perteneciese a ninguna religión. Se vistió
rápido, y una vez más perdió los sentidos, cuando percibió el olor a Sungkyu
sobre las prendas.
-Huele
demasiado bien...-Un simple susurro escapado de su inconsciente y sus labios.
Paso una
mano por su rostro, hasta sus cabellos apenas secos. Era mejor salir de ese
encierro, y largarse a su apartamento, antes que el instinto de hombre lo
venciera, y dijera cualquier idiotez delante del mayor.
Abrió la
puerta del baño, y lo primero en ver fue a Sungkyu con una camiseta que dejaba ver mucho de sus clavículas y
parte de sus hombros, quizás demasiado, como para ser tentador y dejar una que
otra marca sobre esa tersa piel blanca. Paso bruscamente algo de saliva por su
garganta, y no, no mejoraba el mal trago.
El mayor
que solo pasaba delante del baño, para dirigirse hasta la sala, se detuvo, y
volteo.
-Tengo otro
baño en mi habitación, así que aproveche para bañarme...
-De
verdad... Espero no haber estropeado tu remera y el piso...
Kim con los
cabellos a medios peinar y húmedos, solo lo observaba. Aunque Woohyun no lo
supiera, el mayor estaba viviendo el mismo dilema dentro de su mente. Cuestionándose
exactamente lo... excitante que era Nam, recién salido de bañarse.
-Debo irme
Woohyun... me hubiera gustado seguir una charla más amena, pero...
- Esta
bien, no hay problema, otra vez será, y gracias por... dejarme bañar.
No habían
conversado mucho, no más allá de unas disculpas dadas por el menor, luego de complacer el ambiente
con la pieza musical, por su conducta en un inicio, cuando recién se conocían.
Bueno luego ya saben el accidente de la Pepsi, acabo con toda charla, aunque podría
haber continuado luego, si no fuese porque Sungkyu recibió una llamada de su
compañero de trabajo, segundos después de colgar a Stefania.
Fue un
impulso, una ridiculez, un sabrá Dios que, pero algo fue. Una conexión de WiFi
que funcionaba demasiado bien, tal vez.
-¡Puedes
pedirle mi número a Stefania!
Al mismo
tiempo. Ya hasta se hacía costumbre que acertaran diciendo las mismas frases.
El colmo es que ninguno pensase pasar el número de móvil, en ese instante que
estaba uno frente al otro.
-Mejor te
lo paso ahora...
Y Sungkyu
fue el primero en acceder.
...
...
Patético, y
humillante. O en todo caso humillado. Observo el reflejo que le devolvía el
espejo del baño de su casa. Los moratones de su cuello, alguna que otra marca
de los dientes de Sungyeol que cortaron su piel sobre su pecho, y que ya
comenzaba a arder, aunque levemente.
Sin
cuidado, y totalmente bruto. Sexo, había sido simplemente sexo rudo, y consensuado
por ambos. Más por él que lo había buscado. Le costaba creer que hubiera sido
capaz de ir en busca del mayor solo para saciar sus ganas. Para que lo trataran
como una prostituta, que se dejaba hacer cualquier cosa, mientras pagaran, solo
que no hay dinero de por medio, solo el deseo desvergonzado de poder tocar la
piel desnuda del otro.
Pero ese
era su caso, eso era lo que a Myungsoo le sucedía, porque no podría saber qué
es lo que pensaba Sungyeol, no exactamente. Aunque en unos leves segundos, que
cruzaron sus miradas, mientras el mayor seguía penetrándolo con fuerza, y sus
gemidos escapan abiertamente, y a pesar que ambos pares de ojos se encontraban
obnubilados por la lujuria, Kim fue capaz de percibir la confusión, y cierta
ira en el ajeno.
Sus besos,
tampoco habían sido como la primera vez, esos tiernos, que hacían de cuenta que
estaba tratando con delicadeza a una figura de porcelana. No, esa noche, había
cobrado cierto grado de violencia, y eso se podía ver en su labio inferior,
rasgado. Mordiscos que se propinaban mutuamente, y que de seguro Sungyeol también
tendría.
No lo sabía,
porque ni bien acabaron, Lee lo había dejado bajo la lluvia de la ducha, y había
salido a cambiarse sin si quiera despedirse ni voltear a mirarlo. Solo había
derramado todo el semen sobre sus piernas, porque hasta en eso se negó
Sungyeol, no quiso acabar en su interior. Como si tuviera cierto desprecio.
Lo sentía,
y aunque hubiera querido detenerlo para explicar lo que le estaba sucediendo,
sus piernas flaquearon por el cansancio de estar sosteniéndose con fuerza de la
cadera del mayor mientras era embestido. Prefirió dejarlo ir, sintiendo el
portazo de la puerta del baño, retumbando con eco en el interior del lugar, y mientras
él intentaba recuperar las fuerzas para ponerse de pies e irse también.
-¿Qué es
esto?...
Un susurro.
Una pregunta que no se basaba en haber encontrado un objeto desconocido tirado
en el suelo, más bien era hacia sí mismo, a ese desconcierto que padecía en su
ser, en su alma, en su corazón que parecía afligirse, por algo que no terminaba
de comprender.
Pero una
vez más obvio todo eso, como obvio también la decepción de que realmente
Sungyeol solo se aprovechara de él, a pesar que él fuera el primero en
insinuarse.
...
...
Omitió a las
dos personas que se encontraban cenando en la cocina, dando grandes zancadas en
dirección a su cuarto que se encontraba en la planta alta de la casa. Con su
mochila al hombro, que en cuanto ingreso a la habitación, se deshizo de su
peso, solo para tirarla contra la pared, olvidando por completo que dentro
estaba su móvil, su table, y la laptop con documentos de la empresa.
Desquiciado,
un furor interno, que amenazaba con apoderarse de sus manos, y comenzar a
romper todo lo que lo rodeaba. Jamás se había llegado a sentirse así,
utilizado, como si se tratase de simplemente un objeto para emplear cada vez
que se le viniera en ganas.
Mucho menos
había experimentado, ese sentimiento que está causando estragos en él. Podría
tirarse de los cabellos, por el desespero de sentirse perdido, en medio de un
tumulto de gente hipócrita e ignorante. Aunque ese "tumulto"
fuese de una sola persona.
Puso el
seguro a la puerta de su habitación, y cayó sobre su cama de dos plazas,
tendida con un edredón negro, acolchado y suave. Era desmesurado el pesar que
jugaba a hincar en el centro de su pecho, contrayéndolo, haciendo faltar el
aire, fastidiando a su calma, pero sobre todo, repercutiendo en esa ilusión que
se resquebrajaba, hasta caer en pedazos.
-Hyung...
¿te encuentras bien?-Escucho
la voz de su hermano desde el otro lado de la puerta.
-¡Lárgate Jong!...
¡Quiero estar solo!
Muy
probablemente el menor no se merecía que lo trataran así, porque poco tenía que
ver en todo ese meollo, de Myungsoo y él. Pero no estaba de humor para tratar
con nadie.
-Ahh...
Vete a la mierda... Estoy en mi habitación si necesitas algo...-Y luego solo escucho los pasos de Sungjong alejarse.
Paso las
manos por debajo de su cabeza, y observo el techo de su habitación. Myungsoo
estaba para él, en todos lados, aún más, marcado en su cuerpo. Y no hacía
referencia en los arañazos sobre su piel, o sus labios agrietados de tanto
besarlo. No, ese joven había hecho mella profundamente en su ser. Y basto solo
verlo una vez
Tocarlo, y hacerlo
suyo, solo aumento las consecuencias, de esa frustración de golpearse duramente
contra la realidad. Al menos con el hecho de que Kim encontraba un pasa tiempo
en él. Tal vez solo buen sexo.
Pero
Sungyeol, a pesar de tener experiencias en lo casual, hubiera querido que las
cosas con Myungsoo fuesen de otra manera. No hablar de amores eternos, pero si
al menos crear una afinidad. Complicidad. Aunque sea entablar una conversación,
que no fuese, las sucias palabras que se decían cada vez que lo hacían.
...
...
Tenía que
ver el lado bueno de estar en medio de tres paredes, una reja, y un guardia que
los observaba cada tanto para ver que no terminaran a los golpes en cualquier
segundo. Claro que dentro de esa celda había más tipos, de los cuales desconocía
el motivo por el cual estaban ahí dentro. Bien podrían ser asesinos, lo que ponía
a Howon en la única persona en la cual confiar.
Sin embargo
prefería estar sentado entre un mal oliente borracho que parecía sufrir de ser
un nudista, aunque para gracias de todos, estaba cubierto con una gabardina
bastante gastada. Y a su otro lado, un sujeto que desvariaba. Más bien era un pendejo,
y por lo dilatada que estaban las pupilas podría apostar a que estaba tan drogado
como para creer que había un duende brincando dentro del lugar.
Dongwoo soltó
un suspiro, y observo de soslayo a Hoya.
De
cuclillas en un rincón, apartado de todo el resto, Lee meditaba todo lo que había
sucedido. Beso a Dongwoo, no podría decir que saltaba en un solo pies, por
haber probado al fin de esos labios gruesos de su hyung, que le supieron mejor
de lo que esperaba, porque el golpe... el golpe había jodido todo,
literalmente.
El encanto
de un sumiso, se fue al carajo, aunque persistía la necesidad de abrazarlo, y
seguir probando del mayor. Pero bien parecía,
Jang Dongwoo era más hetero de lo que aparentaba. Su amistad y las
posibilidades de seguir teniéndolo cerca, de no
perderlo, de no mandar todo a la mierda. Así de simple. Por culpa de actuar sin
pensar.
Pero al
menos lo había besado. Era algo bueno ¿No? Podría ser que al menos, aquel
sujeto de piel morena, y quien se mordía el labio inferior en ese momento, para
volverse más tentador de lo que ya era, sintiera un mínimo de confusión acerca
de su sexualidad... Por amor al buda que algo tenía que haber provocado ese
beso.
-¡Hey
ustedes tres!, como que son demasiado lindos y buenos como para estar aquí
dentro...
Dongwoo
alzo una de sus cejas, y otro tipo más alto corpulento con pinta de ser
entrenador de peleas callejeras, lo observo a él, Howon, y al crio a medio
desmayar a su lado. No podía ser lo que pensaba.
-Deberíamos
hacer una fiestita con los nuevitos en ser malos...
<< ¿Nuevitos
en ser malos? ¿Fiesta? ¿Qué tipo de fiesta?>>
Hoya no
demoro un segundo en ponerse de pie, y caminar hasta donde se encontraba su ex
amigo, y el drogadicto sin nombre. Tenían que estar jodiendo, no podían pensar
en... en hacer eso ¿verdad?
-Ohhhh
geniaaaalll... ¡Party hard!
Los ojos de
Dongwoo se abrieron desmesuradamente, al escuchar al muchacho a su lado. Estaba
desvariando de seguro...
-Uke,
seremos uke...
-Uhhhh que
pendejo estúpido...-Howon rodo los ojos, y se acercó más a los barrotes de la
celda, solo para sentirse más seguro, de alguna manera.
Dongwoo se levantó,
y corrió al lado del menor, rogando porque el policía que les hacía guardia no
permitiera que sucediera nada, pero parecía importarle bien poco lo que ocurría
dentro. Otro policía apareció en la escena, susurro algo al oído del inepto que
solo tenía ojos para su móvil.
-Lee Howon,
Jang Dongwoo... pueden irse.
Dijo de
pronto el uniformado inepto, y los dos a punto de ser violados, no dudaron en
salir a los empujones de dentro de esa celda, en la cual no estuvieron más de
una hora, y podría haber sido su muerte... Algo así, ustedes entienden.
Caminaron
por el pasillo despoblado, uno a la par del otro, con ansias de respirar aire
puro, y seguidos por otro oficial.
-¡Oh pero
que musculoso que estas!
-Ese
pendejo era un maldito gigolo...
Susurro
Hoya mientras se acercan donde se encontraban las oficinas. Doblaron hacia la
derecha, y tiene que ser sincero jamás, pero jamás en su vida se había alegrado
de ver tanto a Stefania.
-Qué
bonito... Disturbios en la vía publica ¿Eh?... Espero estés contento de
quitarme horas de sueño, de irrumpir mi futuro baño, y de tener que restar
plata en mi billetera...-Prácticamente gruño al final.
Sungkyu de
pie atrás de la joven, cruzado de brazos, y bostezando.
-No le
hagan caso, esta alterada. Porque históricamente hoy se levantó temprano y aún
no ha dormido.
-Disculpa
hyung, no quería molestarte, pero tenía que llamar a alguien para que me
retirara. Mis padres están en Busan y...
-No te
preocupes Dongwoo. Luego me regresas el dinero.
-Stefania
gracias... Yo eh también lue...
-Te
descontare del sueldo Hoya. Ahora vamos que necesito bañarme, huelo peor que
tarzan en medio de la jungla.- A pesar de que daba gracia, en Stefania no había
ni un atisbo de humor en su rostro.- Por cierto cada uno se va con quien le pagó
la fianza, ya que la moto y el auto no serán devueltos hasta dentro de tres días.
Fin del
tema. Nadie dijo más nada y solo siguieron a la joven hasta la salida de la estación
de policías.
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Hola...
Estoy con sueño, con muchas ganas de dormir, pero no creo que pueda jejeje Es que esnseguida empieza la novela, la única novela que veo. Avenida Brazil... alguna que la allá visto?? Que no seas Miku, porque la ves conmigo jajajaja
Bien el cap... Uhhh se acerca el final de este fic...
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Naaaaa mentira... Nada que ver XD jajaja el sueño me afecta, eh dormido muy poco jajaja comprendan... Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!-Se estrella contra la pared- Miren que tengo tanto sueño como para escuchar Slipknot asdfghjsdfgh si alguna no la conoce, no la conozcan, se que no les vas a gustar jijiji
jejeje
Que les pareció?
Es todo un lío este fic... Me mareo un poco al escribirlo, porque son muchas historias, y aun falta. Pero ya empezare a soltar el resto de los problemas, y uno que otro personaje que emmm... aran estragos...
Como comenzaron el año???
Feliz 2015... jajaja se durmio todo un año la escritora jajaja
Naaa Feliz 2014...
Que hicieron?? Yo no hice mucho, solo me re encontre con una amiga de la infancia, que hace siglos no veia, y nos pusimos al día con nuestras vidas. Lo insolito es que vive pasando una casa de la mia. jajajaja Uno crece y se distancia por muchas cosas...
Luego una ridicula pelea con mis amigas, las que veo poco pero siempre en contacto. De verdad ridiculo, pero solucionado, y como dijo una de ellas, BORRON Y CUENTA NUEVA... Creo que si entre hermanas puede haber diferencias entre amigas tambien. Lo bueno es poder encarar la situación y solucionarlo de la mejor manera...
Disculpen si no hago o escribo con respecto a estas fechas especiales, para algunos, otro como yo que resulta nada mas que otro dia de semana. Cosas que pasan y hacen perder el encanto de algo tan lindo como la navidad. Me cuesta sentir las fiesta como cuando era mas chica... De verdad disculpen.
Aunque aun asi deseo que este año solo sea de bendicion y prosperidad.
Tambien ayuden al blog, que hasta donde yo se, seguire escribiendo de Infinite...
Para esos hermosos y bellos Infinitos fuerzas a pesar de estar lejos, y que sus exitos continuen, a pesar de las trabas que se impongan.
Bien chicas espero tambien que me den mas Woogyu Yadong, Myungyeol o Yeolsoo, y Jongie, (te amo Maknae) se consiga alguien para que tambien lo podamos shippear jajajaja
Una Yadira!!! jajajaja
bue me voy
comenten
nos vemos besos...
P/D: Casi lo olvido aqui lo que prometi El Trébol de la Luna, la continuacion del two shot, lamento el nombre, no se me ocurrio algo mejor XD...