lunes, 6 de enero de 2014

Culpa de una Fujoshi. Cap 13

Capítulo 13

No podía llegar aun a su apartamento. Tenía la ropa de esa mañana, la remera lila sport, y el short negro. Un poco sudada, y su pelo comenzando a estallar en esa trenza a causa del frizz y la humedad de la noche.

Había dejado a Yadira, a regañadientes. Porque no podía sentir menos que preocupación por la menor. Estaba sola en ese apartamento. Aunque el edificio contaba con un guardia en el ingreso, nadie garantizaba  que pudiera estar segura, de un psicópata acosador.

Bueno, lo de psicópata quizás esta de más, pero tenía razón en desconfiar. ¿Qué persona se empeña a seguir a otra a donde sea que vaya? A luz y a sombra, más sombra que luz, suponía, porque evidentemente ese sujeto no tenía los cables bien acomodados en la cabeza.

¡Dios! Sentía que perdía la paciencia. Yadira había tomado esa situación muy a la ligera. No con la importancia, que supone, se tendría en esos caso. Puede que exagerara, pero como le había dicho hace un momento a la menor, cambio tres veces el número de su móvil, en cinco meses, y aun así, de alguna forma que desconoce, el tipo se encargaba de obtenerlo, y comenzaba a hostigarla con mensajes y llamadas.

Decir que cuando salió del edificio y fue hasta donde estaba su vehículo, se sintió extrañamente perseguida, como si alguien la observara con descaro, y la devorara en un intento para nada complaciente, de odio. Tal vez fuese psicosis de su mente, e imaginaba cosa, porque volteo a mirar a sus lados antes de subir  al auto, pero no había visto nada raro, nada que despertara temor, solo una pareja caminado por el lugar, y otros jóvenes que parecían listos para irse de fiesta.

Manejo tranquila por una de las avenidas de Seúl, y faltaba poco por llegar a su amado hogar. Tenía que ser honesta, podría dormirse sobre el volante en cualquier segundo, y por ende le urgía llegar rápido al apartamento, o bien el día de mañana podría no contar ningún cuento.

El celular sobre el asiento de acompañante comenzó a sonar. Luego de pensar tanto en el acosador del ex novio de Yadira, y ver el número restringido en la pantalla titilante de una llamada entrante, los bellos de sus brazos se erizaron, y su pecho latió despavoridamente.

-Hola...-No negaría que tartamudeo antes de hablar, sin embargo la voz del otro lado del teléfono era conocida, y su corazón regreso a la normalidad.- Howon ¿Que sucede?

Y luego de un rato en que Stefania escucho con indignación cada palabra del profesor de baile, y de vociferar insultos en contra de su destino, colgó la llamada, y en una intersección de la avenida, doblo en “U” para tomar el sentido contrario de la misma. Tendría que posponer su descanso, y tomar una bebida energética, o de seguro moriría mientras manejaba. ¡Ha! y algo  más, tendría que llamar a Sungkyu.

...
...

Uno de los álbum de Muse sonaba bajo dentro de la vivienda, Woohyun apenas lo podía oír desde el baño y mientras el agua de la ducha caía sobre él. Un punto a su favor, parecía que al mayor le gustaba ese estilo de música, que no estaba nada mal, podría regalarle, no sé, otro CD de la banda en un futuro, luego de tener algo más de confianza. Claro está que esperaba que Sungkyu no tuviera la colección completa de Muse o bien seria en vano. U otra opción regalarle entradas para asistir a unos de sus conciertos, si se presentaban en la ciudad.

Era ridículo pensar en todo aquello, mejor tendría que ponerse a ver la situación en la que se encuentra en ese momento. Se está bañando en la casa del Hámster como Stefania lo llama. ¿Cómo había tenido la inusitada confianza para hacerlo?

No había sido "confianza", en todo caso era culpa, o gracias a que sin querer el refresco dentro de esa lata azul de Pepsi, estallo sobre él, su hyung y el suelo. Está bien se hacía cargo, no se había dado cuenta que sin querer, había agitado la lata antes de abrirla. Era un acto que acostumbraba tener, solo por inercia, tal como Stefania, que tendía a soplar el helado antes de comerlo.

Se golpeó la cabeza mentalmente, eran un par de estúpidos. No por nada eran amigos ¿Verdad?

Para equilibrar la balanza de su lado, contaba con ropa para ponerse luego de terminar con el baño. Había olvidado, que más allá de él tener la ropa de Sungkyu en su posesión, -o mejor dicho en el interior del auto aun- que él también le había prestado un par de prendas al mayor.

Tomo una toalla, que colgaba a un lado de la bañera, y comenzó a secar sus cabellos. Sus fosas nasales no tardaron en embriagarse con el aroma que desprendía ese pedazo de tela rectangular blanco. Era masculino, una fragancia que le recordaba a Giorgio Armani. ¡Ja! Era gracioso pero si se ponía a estudiar la situación, quería pegarse un tiro en la sien. ¿Qué carajo? En su corta vida jamás pensó que el perfume de hombre, que no fuese el suyo, le resultara... tan arrebatador de sus suspiros.

Se volvería esquizofrénico si le daba libre albedrío a  su mente ya pecadora, aunque no perteneciese a ninguna religión. Se vistió rápido, y una vez más perdió los sentidos, cuando percibió el olor a Sungkyu sobre las prendas.

-Huele demasiado bien...-Un simple susurro escapado de su inconsciente y sus labios.

Paso una mano por su rostro, hasta sus cabellos apenas secos. Era mejor salir de ese encierro, y largarse a su apartamento, antes que el instinto de hombre lo venciera, y dijera cualquier idiotez delante del mayor.

Abrió la puerta del baño, y lo primero en ver fue a Sungkyu con una camiseta  que dejaba ver mucho de sus clavículas y parte de sus hombros, quizás demasiado, como para ser tentador y dejar una que otra marca sobre esa tersa piel blanca. Paso bruscamente algo de saliva por su garganta, y no, no mejoraba el mal trago.

El mayor que solo pasaba delante del baño, para dirigirse hasta la sala, se detuvo, y volteo.

-Tengo otro baño en mi habitación, así que aproveche para bañarme...

-De verdad... Espero no haber estropeado tu remera y el piso...

Kim con los cabellos a medios peinar y húmedos, solo lo observaba. Aunque Woohyun no lo supiera, el mayor estaba viviendo el mismo dilema dentro de su mente. Cuestionándose exactamente lo... excitante que era Nam, recién salido de bañarse.

-Debo irme Woohyun... me hubiera gustado seguir una charla más amena, pero...

- Esta bien, no hay problema, otra vez será, y gracias por... dejarme bañar.

No habían conversado mucho, no más allá de unas disculpas dadas  por el menor, luego de complacer el ambiente con la pieza musical, por su conducta en un inicio, cuando recién se conocían. Bueno luego ya saben el accidente de la Pepsi, acabo con toda charla, aunque podría haber continuado luego, si no fuese porque Sungkyu recibió una llamada de su compañero de trabajo, segundos después de colgar a Stefania.

Fue un impulso, una ridiculez, un sabrá Dios que, pero algo fue. Una conexión de WiFi que funcionaba demasiado bien, tal vez.

-¡Puedes pedirle mi número a Stefania!

Al mismo tiempo. Ya hasta se hacía costumbre que acertaran diciendo las mismas frases. El colmo es que ninguno pensase pasar el número de móvil, en ese instante que estaba uno frente al otro.

-Mejor te lo paso ahora...

Y Sungkyu fue el primero en acceder.

...
...

Patético, y humillante. O en todo caso humillado. Observo el reflejo que le devolvía el espejo del baño de su casa. Los moratones de su cuello, alguna que otra marca de los dientes de Sungyeol que cortaron su piel sobre su pecho, y que ya comenzaba a arder, aunque levemente.

Sin cuidado, y totalmente bruto. Sexo, había sido simplemente sexo rudo, y consensuado por ambos. Más por él que lo había buscado. Le costaba creer que hubiera sido capaz de ir en busca del mayor solo para saciar sus ganas. Para que lo trataran como una prostituta, que se dejaba hacer cualquier cosa, mientras pagaran, solo que no hay dinero de por medio, solo el deseo desvergonzado de poder tocar la piel desnuda del otro.

Pero ese era su caso, eso era lo que a Myungsoo le sucedía, porque no podría saber qué es lo que pensaba Sungyeol, no exactamente. Aunque en unos leves segundos, que cruzaron sus miradas, mientras el mayor seguía penetrándolo con fuerza, y sus gemidos escapan abiertamente, y a pesar que ambos pares de ojos se encontraban obnubilados por la lujuria, Kim fue capaz de percibir la confusión, y cierta ira en el ajeno.

Sus besos, tampoco habían sido como la primera vez, esos tiernos, que hacían de cuenta que estaba tratando con delicadeza a una figura de porcelana. No, esa noche, había cobrado cierto grado de violencia, y eso se podía ver en su labio inferior, rasgado. Mordiscos que se propinaban mutuamente, y que de seguro Sungyeol también tendría.

No lo sabía, porque ni bien acabaron, Lee lo había dejado bajo la lluvia de la ducha, y había salido a cambiarse sin si quiera despedirse ni voltear a mirarlo. Solo había derramado todo el semen sobre sus piernas, porque hasta en eso se negó Sungyeol, no quiso acabar en su interior. Como si tuviera cierto desprecio.

Lo sentía, y aunque hubiera querido detenerlo para explicar lo que le estaba sucediendo, sus piernas flaquearon por el cansancio de estar sosteniéndose con fuerza de la cadera del mayor mientras era embestido. Prefirió dejarlo ir, sintiendo el portazo de la puerta del baño, retumbando con eco en el interior del lugar, y mientras él intentaba recuperar las fuerzas para ponerse de pies e irse también.

-¿Qué es esto?...

Un susurro. Una pregunta que no se basaba en haber encontrado un objeto desconocido tirado en el suelo, más bien era hacia sí mismo, a ese desconcierto que padecía en su ser, en su alma, en su corazón que parecía afligirse, por algo que no terminaba de comprender.

Pero una vez más obvio todo eso, como obvio también la decepción de que realmente Sungyeol solo se aprovechara de él, a pesar que él fuera el primero en insinuarse.

...
...

Omitió a las dos personas que se encontraban cenando en la cocina, dando grandes zancadas en dirección a su cuarto que se encontraba en la planta alta de la casa. Con su mochila al hombro, que en cuanto ingreso a la habitación, se deshizo de su peso, solo para tirarla contra la pared, olvidando por completo que dentro estaba su móvil, su table, y la laptop con documentos de la empresa.

Desquiciado, un furor interno, que amenazaba con apoderarse de sus manos, y comenzar a romper todo lo que lo rodeaba. Jamás se había llegado a sentirse así, utilizado, como si se tratase de simplemente un objeto para emplear cada vez que se le viniera en ganas.

Mucho menos había experimentado, ese sentimiento que está causando estragos en él. Podría tirarse de los cabellos, por el desespero de sentirse perdido, en medio de un tumulto de gente hipócrita e ignorante. Aunque ese "tumulto" fuese de una sola persona.

Puso el seguro a la puerta de su habitación, y cayó sobre su cama de dos plazas, tendida con un edredón negro, acolchado y suave. Era desmesurado el pesar que jugaba a hincar en el centro de su pecho, contrayéndolo, haciendo faltar el aire, fastidiando a su calma, pero sobre todo, repercutiendo en esa ilusión que se resquebrajaba, hasta caer en pedazos.

-Hyung... ¿te encuentras bien?-Escucho la voz de su hermano desde el otro lado de la puerta.

-¡Lárgate Jong!... ¡Quiero estar solo!

Muy probablemente el menor no se merecía que lo trataran así, porque poco tenía que ver en todo ese meollo, de Myungsoo y él. Pero no estaba de humor para tratar con nadie.

-Ahh... Vete a la mierda... Estoy en mi habitación si necesitas algo...-Y luego solo escucho los pasos de Sungjong alejarse.

Paso las manos por debajo de su cabeza, y observo el techo de su habitación. Myungsoo estaba para él, en todos lados, aún más, marcado en su cuerpo. Y no hacía referencia en los arañazos sobre su piel, o sus labios agrietados de tanto besarlo. No, ese joven había hecho mella profundamente en su ser. Y basto solo verlo una vez

Tocarlo, y hacerlo suyo, solo aumento las consecuencias, de esa frustración de golpearse duramente contra la realidad. Al menos con el hecho de que Kim encontraba un pasa tiempo en él. Tal vez solo buen sexo.

Pero Sungyeol, a pesar de tener experiencias en lo casual, hubiera querido que las cosas con Myungsoo fuesen de otra manera. No hablar de amores eternos, pero si al menos crear una afinidad. Complicidad. Aunque sea entablar una conversación, que no fuese, las sucias palabras que se decían cada vez que lo hacían.

...
...


Tenía que ver el lado bueno de estar en medio de tres paredes, una reja, y un guardia que los observaba cada tanto para ver que no terminaran a los golpes en cualquier segundo. Claro que dentro de esa celda había más tipos, de los cuales desconocía el motivo por el cual estaban ahí dentro. Bien podrían ser asesinos, lo que ponía a Howon en la única persona en la cual confiar.

Sin embargo prefería estar sentado entre un mal oliente borracho que parecía sufrir de ser un nudista, aunque para gracias de todos, estaba cubierto con una gabardina bastante gastada. Y a su otro lado, un sujeto que desvariaba. Más bien era un pendejo, y por lo dilatada que estaban las pupilas podría apostar a que estaba tan drogado como para creer que había un duende brincando dentro del lugar.

Dongwoo soltó un suspiro, y observo de soslayo a Hoya.

De cuclillas en un rincón, apartado de todo el resto, Lee meditaba todo lo que había sucedido. Beso a Dongwoo, no podría decir que saltaba en un solo pies, por haber probado al fin de esos labios gruesos de su hyung, que le supieron mejor de lo que esperaba, porque el golpe... el golpe había jodido todo, literalmente.

El encanto de un sumiso, se fue al carajo, aunque persistía la necesidad de abrazarlo, y seguir probando del mayor.  Pero bien parecía, Jang Dongwoo era más hetero de lo que aparentaba. Su amistad y las posibilidades de seguir teniéndolo cerca, de no  perderlo, de no mandar todo a la mierda. Así de simple. Por culpa de actuar sin pensar.

Pero al menos lo había besado. Era algo bueno ¿No? Podría ser que al menos, aquel sujeto de piel morena, y quien se mordía el labio inferior en ese momento, para volverse más tentador de lo que ya era, sintiera un mínimo de confusión acerca de su sexualidad... Por amor al buda que algo tenía que haber provocado ese beso.

-¡Hey ustedes tres!, como que son demasiado lindos y buenos como para estar aquí dentro...

Dongwoo alzo una de sus cejas, y otro tipo más alto corpulento con pinta de ser entrenador de peleas callejeras, lo observo a él, Howon, y al crio a medio desmayar a su lado. No podía ser lo que pensaba.

-Deberíamos hacer una fiestita con los nuevitos en ser malos...

<< ¿Nuevitos en ser malos? ¿Fiesta? ¿Qué tipo de fiesta?>>

Hoya no demoro un segundo en ponerse de pie, y caminar hasta donde se encontraba su ex amigo, y el drogadicto sin nombre. Tenían que estar jodiendo, no podían pensar en... en hacer eso ¿verdad?

-Ohhhh geniaaaalll... ¡Party hard!

Los ojos de Dongwoo se abrieron desmesuradamente, al escuchar al muchacho a su lado. Estaba desvariando de seguro...

-Uke, seremos uke...

-Uhhhh que pendejo estúpido...-Howon rodo los ojos, y se acercó más a los barrotes de la celda, solo para sentirse más seguro, de alguna manera.

Dongwoo se levantó, y corrió al lado del menor, rogando porque el policía que les hacía guardia no permitiera que sucediera nada, pero parecía importarle bien poco lo que ocurría dentro. Otro policía apareció en la escena, susurro algo al oído del inepto que solo tenía ojos para su móvil.

-Lee Howon, Jang Dongwoo... pueden irse.

Dijo de pronto el uniformado inepto, y los dos a punto de ser violados, no dudaron en salir a los empujones de dentro de esa celda, en la cual no estuvieron más de una hora, y podría haber sido su muerte... Algo así, ustedes entienden.

Caminaron por el pasillo despoblado, uno a la par del otro, con ansias de respirar aire puro, y seguidos por otro oficial.

-¡Oh pero que musculoso que estas!

-Ese pendejo era un maldito gigolo...

Susurro Hoya mientras se acercan donde se encontraban las oficinas. Doblaron hacia la derecha, y tiene que ser sincero jamás, pero jamás en su vida se había alegrado de ver tanto a Stefania.

-Qué bonito... Disturbios en la vía publica ¿Eh?... Espero estés contento de quitarme horas de sueño, de irrumpir mi futuro baño, y de tener que restar plata en mi billetera...-Prácticamente gruño al final.

Sungkyu de pie atrás de la joven, cruzado de brazos, y bostezando.

-No le hagan caso, esta alterada. Porque históricamente hoy se levantó temprano y aún no ha dormido.

-Disculpa hyung, no quería molestarte, pero tenía que llamar a alguien para que me retirara. Mis padres están en Busan y...

-No te preocupes Dongwoo. Luego me regresas el dinero.

-Stefania gracias... Yo eh también lue...

-Te descontare del sueldo Hoya. Ahora vamos que necesito bañarme, huelo peor que tarzan en medio de la jungla.- A pesar de que daba gracia, en Stefania no había ni un atisbo de humor en su rostro.- Por cierto cada uno se va con quien le pagó la fianza, ya que la moto y el auto no serán devueltos hasta dentro de tres días.


Fin del tema. Nadie dijo más nada y solo siguieron a la joven hasta la salida de la estación de policías.



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Hola...

Estoy con sueño, con muchas ganas de dormir, pero no creo que pueda jejeje Es que esnseguida empieza la novela, la única novela que veo. Avenida Brazil... alguna que la allá visto?? Que no seas Miku, porque la ves conmigo jajajaja


Bien el cap... Uhhh se acerca el final de este fic...


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Naaaaa mentira... Nada que ver XD jajaja el sueño me afecta, eh dormido muy poco jajaja comprendan... Wiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!-Se estrella contra la pared- Miren que tengo tanto sueño como para escuchar Slipknot asdfghjsdfgh si alguna no la conoce, no la conozcan, se que no les vas a gustar jijiji

jejeje

Que les pareció? 

Es todo un lío este fic... Me mareo un poco al escribirlo, porque son muchas historias,  y aun falta. Pero ya empezare a soltar el resto de los problemas, y uno que otro personaje que emmm... aran estragos...

Como comenzaron el año???

Feliz 2015... jajaja se durmio todo un año la escritora jajaja

Naaa Feliz 2014...

Que hicieron?? Yo no hice mucho, solo me re encontre con una amiga de la infancia, que hace siglos no veia, y nos pusimos al día con nuestras vidas. Lo insolito es que vive pasando una casa de la mia. jajajaja Uno crece y se distancia por muchas cosas...

Luego una ridicula pelea con mis amigas, las que veo poco pero siempre en contacto. De verdad ridiculo, pero solucionado, y como dijo una de ellas, BORRON Y CUENTA NUEVA... Creo que si entre hermanas puede haber diferencias entre amigas tambien. Lo bueno es poder encarar la situación y solucionarlo de la mejor manera...

Disculpen si no hago o escribo con respecto a estas fechas especiales, para algunos, otro como yo que resulta nada mas que otro dia de semana. Cosas que pasan y hacen perder el encanto de algo tan lindo como la navidad. Me cuesta sentir las fiesta como cuando era mas chica...  De verdad disculpen.

Aunque aun asi deseo que este año solo sea de bendicion y prosperidad.

Tambien ayuden al blog, que hasta donde yo se, seguire escribiendo de Infinite...

Para esos hermosos y bellos Infinitos fuerzas a pesar de estar lejos, y que sus exitos continuen, a pesar de las trabas que se impongan.

Bien chicas espero tambien que me den mas Woogyu Yadong, Myungyeol o Yeolsoo, y Jongie, (te amo Maknae) se consiga alguien para que tambien lo podamos shippear jajajaja


Una Yadira!!! jajajaja

bue me voy


comenten

nos vemos besos...


P/D: Casi lo olvido aqui lo que prometi El Trébol de la Luna, la continuacion del two shot, lamento el nombre, no se me ocurrio algo mejor XD...

El Trébol de la Luna. Cap 1

Capítulo 1


Los comienzos. A veces pueden variar un poco, a veces pueden iniciar con algo bueno, pintando, algo que tiende ser calma tranquilidad, hasta que llegas al momento donde se desata el dramatismo, o bien, comienzas,  desde un principio, con un prólogo que te prepara para los hechos que puedan continuar.

En este caso Woohyun, no sabría que pensar. Si su deleite, se basara que el día de mañana publicara un libro, con su biografía. Pues tendría que dividirlos en dos tomos. Kim Sungkyu, sería su final del primero, y su inicio del segundo, que estaría en proceso, si no fuese porque su pasión, corre por las aguas de la medicina.

Estirado por completo sobre la cama de una plaza, de su habitación. Observando el techo, sin verlo, porque no hay más que oscuridad dentro de esas cuatros paredes. La noche se funde sobre la ciudad siendo solo una. Los recuerdos, llegando a su mente una y otra vez sin cansancio.

Hace dos semanas que está de nuevo en su país y nada había cambiado. Sus padres reacios a abrir su mente, casi se podría llegar a decir que no echaron en falta su presencia en la casa, mientras estaba de viaje. Un recibimiento que pudo palpar entre sueños.

Abrir la puerta de lo que suponía era aún su hogar, sus progenitores sentados en el sofá de la sala, y no olvidaría jamás, los ojos de incredulidad de ambos, al verlo ingresar. Si bien saludo con el respeto que los mayores se merecen, de sus padres no se despegó palabra alguna. Solo miradas, que demostraban el descontento por su regreso.

El resto de los días, los veía poco. Se retiraba temprano, cuando aún dormían. Regreso a cursar las últimas materias pendientes que le quedaban de su carrera, quizás con más fortaleza de la que tuvo en un principio, pero no dejaba de ser difícil escuchar los comentarios de rechazo que desligaban de esas bocas ajenas.

También contaba con un trabajo de medio tiempo. En un centro médico, que le ayudaba con las prácticas para obtener el título, definitivo. Y por último, y para mantenerse el mayor tiempo posible fuera de su casa, culminaba sus días en la fundación de niños huérfanos, en la cual ayudaba desde mucho antes de irse a Irlanda.

Para cuando llegaba  a la vivienda, siempre encontraba a sus padres recogiendo los platos de la cena. Los mismo de todas las noches, el saludaba, pero no obtenía respuestas. Tampoco esperaba que lo hicieran, aunque Woohyun los quería, mayormente lo hacía por educación.

Volteo hacia un lado, para ponerse de costado sobre su cama, y a pesar de la oscuridad, sus ojos siempre observaban en dirección, a la mesita de noche. Donde se encontraba un portarretrato, con un dibujo, que ocultaba demasiado significado para él.

...
...

Dublin, Irlanda

Los pasos de sus pies desnudos, sobre el suelo de porcelanato blanco, sumado al ruido de la intensa llovizna, en forma de corta transparente, sobre la ciudad, era los únicos sonidos acompañantes de ese día. Una calma en su hogar que frecuentaba, más seguido de lo que acostumbraba. Siempre sondeando un silencio, que si fueran otros los que tuvieran que vivirlo, lo más probable es que lo tomaran como un padecimiento, o rompieran con ello, en pocos instantes.

Plena tarde, que parece un tanto más oscura, por las nubes grises, que intentan redoblar la apuesta, y forzar a los relámpagos y truenos aparecer, sobre un firmamento opaco. Un feriado, solo para estar encerrado. La editorial para la que trabaja, cerrada por ese día. Los tomos de los libris por traducir esperando, hasta pasado el fin de semana.

Un café poco humeante, por dejarlo esperar, sobre el escritorio, de su pequeña oficina. Su laptop junto al portarretrato, con la inmortal imagen de su madre, y él en Phoenix Park., antes de que la mujer decidiera regresar a su país natal.

Observo por unos segundos, la pantalla del ordenador, el Word abierto, y un texto que permanece en suspenso. Un suspenso, que se va cubriendo de ideas, cada vez que el recuerdo de ese sujeto marcaba presencia en su mente. Ese joven, que acallo sus sentidos, en un simple mirar.

En el club, en el parque, el micro, y los acantilados. No se llamaría a si mismo acosador, porque no lo sentía de esa manera A su parecer, fue un arrebato de curiosidad, intriga que los ojos rasgados ennegrecidos del menor denotaban. Un acrecenté instinto por descubrir, la perdida de brillo en alguien, que tenia o suponía poseía las cualidades de la luz de una ángel.

Nam Woohyun, paso por su camino, despertando y generando inspiraciones nuevas. Una historia, que se desarrolla en sus sentidos más ocultos, y que quieren plasmarse, en donde puedan. Aunque más hubiera querido plasmar, escribir y finalizar sus ideas, sus sentimientos en el menor. Poder darlos a conocer más allá, de besos y caricias de un día.

Pero se fue sin saber  poco y nada de él, se fue dejando huellas en su piel, se fue dejando su inscripción en su pecho. Sin dejar nada para contactarlo nuevamente, para poder hacerle saber, de sus consecuencias al pasar por su sendero. Se fue, sin hacer la promesa de volver, solo diciendo que estaría bien.

Sus dedos una vez más sobre las teclas de su laptop, tipeando sin parar, sin descanso, sin ganas de concluir, ese estado hipnótico en el que ingresa cada vez que el recuerdo del menor apresa sus pensamientos. Porque para Kim Sungkyu y su fluyente, deseo o necesidad, de algún modo, ha hallado la manera de hacerle llegar a Woohyun, lo que provoco en él...



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Holaaaa!!! Como están???

Pues aquí el primer capítulo de esta Historia, que la verdad para ser sincera, no se en que puede terminar jejeje Aunque tengo una idea de como puede ser...

Es micro cap XD... me quedo corto, disculpen, pero preferí dejar el resto que escribí para la semana siguiente jajajaja Pero no crean que todos serán como este...Los otros vas a ser mas cortos jajaja naaa chiste. Van a ser mas largos jejeje

Bien, aclaro que como han leído, mientras Namu dormía porque era de noche, Gyu estaba en plena tarde... Es que Irlanda tiene 9 horas menos que Corea... Espero que se allá entendido, y si no, escriben en el comentario, aunque no es nada complicado jajajaja es cualquier cosa, solo era para explicar porque uno estaba de noche y el otro aun en dia, que se yo... ya me perdí sola con lo que dije XD jajajaja


Bueno, no sé, me voy a subir El otro Cap de Culpa de una Fujoshi jejeje

Es un desastre ese fic jejeje.


Comenten que les pareció ...


Besos

Kiss

Bye




El Trébol de la Luna


Y podría poner un fin, podría… Porque es lo que quiero. Pero todo lo que me rodea me resulta difícil de apartar. Aun siento, y presiento que no acaba, y que los hostigadores surgirán de las entrañas de la nada, y regresaran…

Mis pasos se perderán, si la fuerza que me libero no se encuentra cerca. Lee mis pensamientos a kilómetros, y atrévete a cumplir lo que te pido. Lo que anhelo…

Atrévete a escribir un bonito final, para una luna solitaria, que sola en el firmamento desea contar con un trébol, y su suerte… De encontrar su compañero…




Continuación del Two Shot Trébol de Cuatro Hojas


Protagonista: Nam Woohyun, Kim Sungkyu
Genero: Drama, Romance
Advertencias: Yaoi, Lime


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