lunes, 25 de agosto de 2014

White Night

White Night.


El cabello azabache se revolvía por la fuerte brisa invernal que invadía la ciudad.
Las calles adornadas con pintorescas luces de colores, los arboles sin hojas cubiertos por una capa de blanco resaltante en cada una de sus ramas, la tiendas a cada lado de la ciudad con vivos colores navideños.
El cielo repleto de estrellas, una redonda luna blanca en el centro del firmamento, era la estrella principal del espectáculo.
Su bufanda se revolvía y volaba sin piedad entre sus brazos y espalda, el abrigo de shell no llegaba a cubrirlo del frio. La guitarra colgaba de uno de sus hombros, el café humeaba en su baso de plástico.
 Su paso tranquilo, no había apuros en su caminar. Tenía tiempo para llegar aún quedaban algunos minutos.
Su mirada se perdía, paseaba de aquí para allá, observando el paisaje delante de sus ojos marrones.
Un cartel con letras luminosas en un resaltante violeta, recitaba "White night".
Entro al restaurante, inhalo el aroma a cigarrillo, alcohol, el aroma a vida desecha. Camino hasta el escenario, adornado con luces azul zafiro solo un micrófono descansa arriba de este. Subió, dejo su café, frio, en el piso, se quitó su bufanda más se quedó con el abrigo y por ultimo desfundo su guitarra. Acerco sus labios al micrófono, saludo al poco público que decidió prestarle atención y presento su canción.
Un perfecto acústico resonó en el salón, de Passenger " Let Her Go".
Al poco tiempo el restorán quedo en completo silencio, los clientes se inundaban de los acordes de guitarra, de la melodiosa voz del joven, de cabellos azabache.
Entre los espectadores, un muchacho de corta edad, tez blanca como la nieve, la nariz roja, quemada por el frio, al igual que su cabello; observaba y oía al cantante... Una sonrisa ilumino su rostro. Perfecto espectáculo...
Aplaudió entusiasmado, junto al público, en el momento que el joven término...
Recordó la primera vez que el muchacho subió al escenario, inseguro, lleno de vergüenza, recordaba su voz quebrada y tartamuda al hablar, su mirada fija en algún punto del salón. Recordó que presento una canción de Maroon 5 "Sunday Morning", un sábado de verano, por la tarde. Él había entrado por casualidad al bar en busca de algo fresco que beber y se encontró con tal espectáculo. Un niño de no más de veinte años arriba del mismo escenario, hablando... Escucho su nombre "Nam WooHyun".
Luego pudo oír lo perfecto que podían sonar los acordes de la guitarra, si él los tocaba. Más tarde sus oídos se llenaron del canto inigualable del sujeto. Desde entonces siempre asistía por las noches, luego de su trabajo, al bar; aunque en ocasiones no lograba llegar a tiempo, desde el inicio, pero aun así llegaba antes del final.
Siguió con la mirada al muchacho que bajo del escenario se encontró con uno de los meseros, le regalo una sonrisa amplia y le pidió algo el otro sujeto se fue y a los pocos segundos regreso con una botella de agua. SungKyu regreso su vista al escenario, él en algún momento de su vida estuvo en uno parecido, él en algún momento soñó...
WooHyun observo a la distancia la mirada perdida del joven de cabellos rojizos, como el fuego. Sonrío y con pasos decididos camino hasta la mesa de aquel que él consideraba como su mayor fan y WooHyun su gran admirador. Por él, por SungKyu decidió demostrar su talento, salir a la luz.
Deslizo, delicado, la silla a un lado del de cabellos rojos, tomo asiento y reposo su botella de agua en la mesa.
-¿Recordando viejos tiempo?- Soltó Nam.
SungKyu solo asintió, sin apartar su mirada del luminoso escenario... Tiempo más tarde reparo en quien estaba a su lado.
Sonrío.-Anhelando viejos tiempos.-Respondió.
Aunque su música básicamente no fue la misma, SungKyu se sentía identificado con el joven sentado a su lado... Ambos vivieron o viven del sueño...
WooHyun le había contado a Kim que solo por él había decidido seguir su sueño, que por él decidió abandonar el camino planeado por sus padres y seguir sus propias metas, planear un futuro viviendo de sus propios sueños.
WooHyun quería poder cumplir el sueño de su hyung, poder ser solo él quien lo cumpliera.
Tiempo después, luego de una breve conversación WooHyun regreso al escenario, interactuó un poco con el público y prosiguió por pedir la presencia de una persona para que lo acompañe… Al poco tiempo un sonriente SungKyu subió a acompañar al menor… Nam le cedió su guitarra y acerco el micrófono a él, bajo del escenario… SungKyu lo observo sorprendido y extrañado…
WooHyun en un movimiento de labios, casi imperceptible, pronuncio “Como en los viejos tiempos, Hyung”.
Una sonrisa escapo de los labios del mayor.
Nuevamente el salón se inundó del perfecto acústico, del tocar de las cuerdas de guitarra, del cantar del joven. Una voz melancólica y armoniosa tranquilizaba y callaba los sonidos proveniente de fuera. Ni el sonido de los autos circular, siquiera los cantantes de villancicos se oían, solo aquella perfecta voz, solo el sonido producido por sus cuerdas vocales.
Que perfecto ambiente se había generado…Las luces del escenario brillaban, ahora, de un color dorado; los espectadores bebían algunas copas de cerveza, otros fumaban, los meseros a un lado de la barra escuchaban la melodía… Hermosa armonía. 
WooHyun sonrió complacido al escuchar los aplausos y vitoreó del público.
Bajo lento del territorio donde había estado expuesto hace unos minutos y regreso a su mesa, con una perfecta y radiante sonrisa en su rostro.

En el transcurso de la noche, luego de tanto tiempo dentro de aquel bar, WooHyun volvió a salir a ver la luz de la ciudad solo que esta vez acompañado del muchacho de tez blanca.
Las calles casi bacías, pocos peatones circulaban… Ambos inhalaron el aroma a naturaleza… El frio golpeo sus mejillas y revoloteo sus cabellos.
Nam miro el cielo, las estrellas y la luna habían desaparecido, el firmamento pitado de un tono azul oscuro.
La brisa revoloteo por ambos cuerpos. SungKyu tirito.
WooHyun decidió que era hora de regresar. Acomodo su guitarra y su abrigo. Guio la mirada a su Hyung, el mayor temblequeo, cuando un aire gélido choco su rostro. Se quitó la bufanda que llevaba envuelta en su cuello, colocándola en el cuello del mayor.
SungKyu se sorprendió y giro a ver al menor, este menciono bajito “Hace frio”  y prosiguió.
Al terminar, el de cabello azabache se ubicó a un lado de el de tez blanca y tomo su mano.

-Es hora de ir a casa.

Durante el camino la nieve comenzó a caer, recubriendo el paisaje con su blancor. Las luces y los colores quedaron atrás, ahora solo se podía apreciar los pequeños copitos que descendían buscando donde descansar…
En la lejanía, en lo más oculto del panorama, se podía observar a dos jóvenes caminar, viviendo del momento. Viviendo del sueño. 


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Bien, como había prometido hace unos días atras, iba a subir este drabble escrito por mi hermana. Se le da bastante bien los relatos cortos, y a mi parecer, es bastante sensible cuando escribe jejeje lo que hace un poco mas atrapante el relato, porque llega... o que se yo, es lo que me sucede a mi XD ajaj


Bueno espero que haya sido de su agrado. Particularmente me gusto bastante, jejeje sobre todo si es WooGyu... 

Espero puedan comentar, mi hermana y yo se lo vamos a agradecer...

Tengan una buena semana... 

Bye