Capítulo 15
Y había
transcurrido todo un viernes. Metida en la cama, sufriendo los escalofríos de
la fiebre, la toz seca y picosa en su garganta, los mocos que taponeaban su
nariz, y su voz casi inaudible. No había ido a trabajar, porque Woohyun se lo había
prohibido. Tuvo que llamar al conservatorio para reportarse enferma, con Yadira
y que ella se ocupara de todo lo que se tuviera que hacer.
Sungkyu la había
ido a ver durante la mañana, llevándole frutas, cereales y Yogurt. Cosas que
ella le había pedido, por mensaje, que comprara antes de llegar. Bueno ya que
estaba enferma, le sacaría el lado bueno al asunto. No permaneció mucho rato en
el apartamento, solo lo suficiente para ser testigo de que Stefania tomara los
medicamentos a horario, y conversaran la nueva idea que había propuesto durante
la noche anterior- y por lo cual se había arriesgado a ir a la radio, estando
enferma- para recaudar fondos destinados a la fundación.
Durante la
tarde llego Myungsoo. Con él mantuvieron una conversación rara, y que hacía
tiempo no se daba. Rara porque lo notaba más decaído de lo normal, y Stefania
tuvo que trabajar para poder sacar las palabras de la boca del menor y se
desahogara. Era solo dos cosas que lo mantenían en ese estado de aflicción, su
madre y su desgarradora forma de tratar o, mejor dicho, no tratar con su hijo, y Sungyeol.
Este último, la joven pensó que era el principal factor del ánimo decadente en
Kim. Lo interpreto de esa manera, por el hecho que desde el momento en que conoció
a Myungsoo, él había dado a saber la mala relación que tenía con su
progenitora, y que en cierto modo ya estaba acostumbrado a la falta de
importancia hacia él. Sin embargo cuando menciono al mayor de los hermanos Lee,
el tono de voz bajo varias notas, se lo escucho inseguro, y confundido.
Stefania se
había acomodado en su cama, quedando sentada con las piernas cruzadas al estilo
indio, sobre el colchón. Permanecía todavía con el pijama de Kitty puesta, y un
tanto despeinada. Myungsoo, sentado al borde de la cama, con la mirada perdida
en el edredón blanco. Vestido con un buzo negro Nike, y jean del mismo color.
El clima en la ciudad seguía descendiendo, como si el invierno quisiese superar
al otoño y llegar primero a correr al verano.
-Myung,
¿porque no lo aceptas de una vez?- Trato de sonar conciliadora, aunque salió
bastante frustrado por su voz rasposa.
-¿Aceptar
que, Stefania?- Ni si quiera levanto la vista del edredón.
-Oh,
Myungsoo-Suspiro- No compliques tanto las cosas. Te gusta Sungyeol, no lo
niegues. El sábado de la semana pasada, eh notado como lo observabas. Más allá
del deseo que le tienes, que es sexual por algo desapareciste en cuanto nos
fuimos.-Un vaporoso calor se apodero del cuerpo y mejillas del menor ante ese
intento de reclamo de la joven.- También fui capaz de discernir la necesidad
que sientes por estar cerca de él. Seguro no te has dado cuenta o tal vez sí,
pero no lo aceptas. Quieres a ese chico Myung...-La garganta le comenzó a
picar, y la toz hizo presencia.
De pronto
levanto el rostro, y sus ojos profundos, y apagados se posicionaron sobre Stefania.
-Pero sabes
algo. Creo que me odia.
-No lo
creo.
-Tu no
viste la ira, y ese desprecio que sus ojos emitieron al verme la última vez que
no-so-tros... estem...-Sintió pudor, de seguir hablando.
-Sí, ya
entiendo...- La joven quiso reír, pero se resguardo de hacerlo, por su
garganta.- Myung creo que ese chico debe tener una idea equivocada de ti. No lo
conozco demasiado. Pero, dime cuando estuvieron... estem... la primera vez...
-Fue
distintito. Admito que no había sido delicado conmigo, pero el sentimiento era
diferente. No sé cómo explicártelo... Estoy confundido, Stefania....
La Conversación
se había extendido por largas tres horas en que Myungsoo suspendió sus clases
en el conservatorio, y solo se dedicó a deshacerse, mínimamente, un poco de
esas penas que lo amedrentaban. Se retiró cerca de las siete de la tarde, con
la excusa de llegar a su casa antes que la lluvia se intensificara, y quedando
con verse el sábado por la mañana, junto a los demás.
El resto de
las horas estuvo sola. Su familia, Dongwoo, y Yadira habían llamado, todos con
la misma pregunta de saber cómo se encontraba. Bien respondía, aunque no
fuese literal. Se dedicó a preparar la cena, pese a su estado y de que llevaba
tiempo sin preparar comida de ninguna clase. Nada que requiriese mucha ciencia.
Hamburguesas con ensalada y listo. Antes de que Woohyun regresara del trabajo,
fue a por un baño, se cambió el pijama por otra, y se quedó en su habitación,
haciendo zaping en el televisor.
Cuando Nam
llego, su amigo decidió comer en la habitación junto con ella. Los dos sentados
en la cama, uno al lado del otro, con la bandeja delante de ellos, y viendo La
Hera de Hielo 3. Hasta que de repente el mayor hablo:
-Mañana voy
a salir con Sungkyu, a la noche así que...
En ese
momento Woohyun tuvo que comenzar a dar palmadas sobre la espalda de Stefania,
ya que al escuchar tal revelación, un trocito de carne de la hamburguesa
intento desviarse de su recorrido normal. Su pecho parecía doler cuando al
final pudo recobrar la compostura, sin embargo no dejaría pasar por alto lo que
dijo Woohyun.
-¡¿Que vas
a salir con quién?!-Limpio las comisuras de sus labios con la servilleta de
papel, y miro ansiosa a su compañero de vivienda.
-Tenías razón...-
Sin duda Stefania pensó que eso ultimo dicho, era un intento de querer desviar
el tema, por esos una de sus cejas se alzó, y casi levanta su brazo para
pegarle un pequeño golpe en el hombro al mayor, pero lo que siguió fue lo que
la detuvo.- Me gusta Sungkyu.
Se quedaron
observándose, Stefania abriendo los ojos tan espeluznantemente que asustaba, y
Woohyun serio, esperando por una respuesta.
No es que
Stefania se sorprendiera, es mas ya lo suponía, de siempre, pero el asombro era
a causa de que Woohyun lo hubiese aceptado tan rápido, y que se lo dijera sin
titubear y demasiado taciturno. Eso solo dejaba una cosa en claro para la
joven...
-Te
enamoraste...- pronuncio tenue, ligero, y sorprendida.
Woohyun
paso saliva por su garganta con efusividad, y simplemente asintió.
....
....
Sábado por
la mañana, las puertas dobles y de cristal del conservatorio abiertas, pero no
exactamente a la esperas de alumnos para impartir clases, a pesar de que se encuentran
algunos en el interior. Diez de la mañana, el cielo empañado por la nubes rebeldes
que no muestran indicios de querer irse
en algún momento, y hostigan con seguir lloviendo.
Howon
ingreso a la academia. El grupo de mejores alumnos que tenía a su cargo estaban
sentados contra una de las paredes del Hall, conversando entre ellos, absortos
en sus temas de adolescentes. Lo observaron ingresar y solo le dedicaron una
sonrisa, la cual el devolvió. No tenía muy entendido porque estaba ahí un día
del fin de semana, cuando bien podría estar en sus importantes horas de
ejercicio, pero su jefa había pedido que se presentara, tanto él, como
Sungjong, Yadira y Myungsoo. Pero sus ojos no pudieron evitar desviarse y concentrarse
en la figura masculina e imponente que aparecía desde el pasillo de las aulas,
junto a Stefania.
Con campera
gris, y jean del mismo color pero varios tonos más oscuro, Dongwoo permanece
sumido en hablar con la joven, sin hacer reparo de su presencia. Una molestia
se apodero de su pecho, de su corazón más específicamente. Esa petulancia que
delegaba el mayor para no hacer caso de él, compungían sus sentidos, hasta
crear un nítido dolor en la carne propia.
Stefania
volteo su cabeza hacia dirección donde él se encontraba de pie, e inmediatamente
lo localizo y lo llamo con un movimiento de su mano. Podría haberse negado a
moverse de ese punto, a un lado del pilar cilíndrico dentro del hall, donde
recargaba su espalda, pero sus pies tendían a contradecirlo y de un segundo a
otro ya estaba delante de aquellos dos.
-¿Cómo así,
tan obediente, Howon?-La joven sonrió y continuo.- Pensé que no vendrías, pero aquí estas...
Stefania continúo
con su plática. Hoya estaba atento en observarla y escucharla, pero la pesadez
repentina en su cuerpo le hicieron desviar sus mirar y concentrarse, por unos
pocos segundos, en el sujeto detrás de la directora del conservatorio. Sus
miradas se cruzaron, y parecieron tomarse de la mano en un lapso de tiempo
relativamente corto hasta soltarse, cuando Dongwoo desvió sus ojos hacia otro
punto, y una vez más lo ignoro, encontrando más entretenido las hojas en su
mano.
Aunque Jang
tal vez no lo registrara, el mundo del menor dio varios vuelcos al notar que su
hyung se tensó en ese cruce repentino. No diría que le nacían nuevas
esperanzas, más bien tenía la corazonada que entre ellos siempre hubo un algo,
que al menos él no pudo notar en un principio pero que si había hallado en ese
momento.
- Bueno
entonces, los dejo para que comiencen a trabajar juntos...- Stefania se dirigió
a ambos y quito los papeles de la mano de Dongwoo.
-¡¿Trabajar
juntos?!-Respondieron al unísono.
La joven no
pudo más que fruncir el entre cejo, y rascar sus sienes, molesta porque ninguno
de los dos la había escuchado ni una palabra que había dicho.
...
...
-Sabes que
no era necesario que estuvieras aquí, ¿Cierto?
La joven
levanto la vista de las hojas de la mano, y observo fijamente al mayor.
-Lo sé,
pero mentiría si dijera que me encontraba segura en el apartamento, dejando que
ustedes se ocuparan. No tiene sentido, Yo tuve la idea, debo estar presente.-Dijo
sin vacilación.-Aparte de todas maneras, tengo una reunión con la empresa
constructora al medio día.
-Pero aun
no estas completamente bien.-Sungkyu, trato de seguirle los pasos a la joven,
sin embargo esta parecía querer correr hasta la oficina.- No deberías ir.
-Debo,
claro que debo. Si puedo hacer algo más que esto para retener el remate lo
hare. Tú, solo ocúpate de hacer lo que pedí, que es poco tiempo el que tenemos.
Preparen a los alumnos, acomoden sus horarios para que podamos concordar y
juntarnos durante esta semana. Ya saben, no estoy diciendo nada nuevo de lo que
eh dicho hace rato.- Más seria de lo normal, Stefania tomo asiento detrás de su
escritorio, y comenzó abrir los cajones del mueble.- No entiendo ¿con que
necesidad una reunión en sábado?-Re leyó la carta documento luego de
encontrarla, verifico la dirección, y al final sus ojos cafés se posaron en los
pequeños de Kim, que parecía inquieto o nervioso, sentado en el sofá cerca de
la puerta.
-¿qué
sucede?
-Eso mismo
digo yo. No estas siguiéndome de un lado a otro solo porque te preocupas por mí,
no te quisiste quedar en Hall así que supongo que hay algo mas.- Recargo su
espalda dolorida, en el respaldo de la silla, y suspiro.- ¿Que sucede Sungkyu?
No sabía que decir, que responder. Claro,
puede costar admitirlo, pero debía reconocer que esa mujer engripada, con el
rostro desganado y cansado, de buzo y jogging negro, y apenas una coleta hecha
en sus cabellos azabache, era demasiado perceptiva e intuitiva. Aunque a menudo
escuchaba eso acerca de las mujeres, de su capacidad de un sexto sentido.
Arremango
los puños del suéter verde aceituna hasta los codos y paso una de sus manos por
sus cabellos.
-Creo...
que... soy gay-Murmuro vacilante.
-¿Por qué
te gusta Woohyun?
La pregunta
de la joven le cayó como balde de agua fría. Era suficiente, que antes de que
dijera algo, la menor ya lo superara por dos pasos. Aun así apenas si pudo
asentir sorprendido.
-Y... Yo
creo que si lo eres, te atrae un hombre, Sungkyu. Te atrae de manera
sexual.-Alzo sus manos para enfatizar aún más la última oración. Apoyo su codo
sobre el escritorio y recargo su mentón en su mano. Lo observo con determinación
y dijo: -¿Qué hay de malo con eso?
-No lo sé,
que está mal visto...
-¿Y qué
tiene que ver? ¿Acaso vives por lo que dirán los de más?- El bello de sus
brazos se erizaron al escuchar a su compañera de trabajo. ¿Era su sensación o
la joven parecía más hosca de lo normal? Como cansada de lo mismo.-Disculpa que
conteste así. Note en tu rostro que no fue de agrado mi respuesta o pregunta
¿No? Estoy enferma y el doble de exhausta por cargar con esta gripe así que
trata de entenderme. Y con respecto a lo anterior, pues olvídalo y listo.
Metete a todos los prejuiciosos en una bolsa, y lánzalos lejos. No te gastes en
querer conformar a esta sociedad hipócrita porque nunca lo lograras. La mayoría
de las personas tenemos un ojo clínico para encontrar la falla en los demás,
pero somos incapaces de ver lo especial que puedan ser. No lo sé, estoy
diciendo palabras que te dirá cualquiera con la capacidad de pensar y
respetar.- Stefania se puso de pie, y levanto del suelo su bolso y se lo coloco
pasando la cinta sobre su torso.-Es tu vida, haz lo que te dé en ganas con ella, sin dañarla.
Woohyun es una gran persona, Sungkyu. Vas a tener suerte.
Antes de
poder rebatir esas palabras, la joven salió de la oficina, tapando su boca y
tosiendo compulsivamente. Kim quedo
sentado sobre el sofá, observando la imagen de un cuadro que tenía colgado la
menor dentro de la oficina, ansioso por esa noche.
<<Vas
a tener suerte>>
Y no pudo
obviar que eso le sonó a mensaje oculto, o subliminal.
...
...
Sungyeol recorrió los pasillos del
conservatorio siendo la primera vez, desde que su hermano comenzó a trabajar,
en que ingresaba dentro del lugar. Tenía un estilo bastante moderno, y original,
pese que era bastante pequeña la edificación. Las paredes lejos de ser de un
solo color, estaban escritas con grafitis de mensajes o frases dichas por algún
cantante conocido. Inspirador, pensó.
Muchas palabras que le llegaban, o con las cuales se sentía
identificado.
La música, era gracioso que estuviera pensando en ella, pero quizás eran los
futuros acontecimientos quienes generaban que lo hiciera. Bastante tiempo hacía,
desde que había dejado de lado su sueño por ser un alguien dentro de ese huracán
de sentimientos que representa la música.
Una vía de descarga o escape para el caos que puede resultar la vida.
Abstraído
en los recuerdos de cuando era un adolecente, sus oídos fueron consiente del
sonido de los acordes de una guitarra, en una de las aulas escondidas casi al
final de ese pasillo.
Cuando estuviste aquí antes
No te podía ver a los ojos
Eres como un ángel
Tu piel me vuelve loco
Tú flotas como una pluma
En un mundo hermoso
Y yo desearía ser especial
Tú eres tan malditamente especial...
La letra de
ese tema no paso por desapercibida. No para él que la reconocería donde la
escuchase o quien la interpretase. Porque alguien la está cantando de una
manera tan bella, que casi su corazón se detiene, encantado, por la voz de tal
sujeto.
Pero yo soy un desgraciado, soy un bicho raro
¿Qué diablos estoy haciendo aquí?
No pertenezco aquí...
La primera
vez que lo vio, que de lejos lo admiro, no pudo más que recordar esa canción.
En ese entonces así se sintió, como esas palabras lo describían. Y ahora la
impulsividad lo ha llevado hasta esa aula, a descubrir de quien se trata.
Y es que,
debe haber algo más, que un destino que le gusta jugar, porque no podía ser
cierto que fuese el quien la estuviera cantando, poniendo tanto sentimiento
ante cada estrofa, como identificándose con ella. No era justo para Sungyeol, que intentando
superar la frustración de sentirse decepcionado, lo tuviera que tener a solo
unos metros, mostrando un lado que desconoce, y que una vez más termina por
gustarle.
No me importa si hiere
Quiero tener control
Quiero un cuerpo perfecto
Quiero un alma perfecta
Quiero que te des cuenta
Cuando no estoy alrededor
Tú eres tan malditamente especial
Yo desearía ser especial...
<<Ser
especial...>> Pensando
solo en él, si, debía sincerarse quisiera poseer algo especial en su cuerpo, en
su forma de ser, en lo que sea, con tal de no sentir ni una vez más, esa
mirada sombría y despreciativa que recibió
la última vez en que estuvieron. No había una maldita manera de dejar de pensar
en Sungyeol. No lo había, y en la oscuridad de su habitación, no hacía más que
cerrar sus ojos, no para dormir, para recordarlo. Para poder revivir ese
espectro de pasión que los envolvió, para, así, poder apreciar una vez más ese
sujeto adueñándose de él.
No siguió,
se detuvo, no podía más seguir de tal forma. Terminaría por volverse loco.
Myungsoo abandono la guitarra sobre el suelo, y aun sentado en la silla, en
medio del aula, agarro su cabeza con ambas manos, exasperado. No supo bien
porque, pero sus ojos observaron de soslayo la entrada al aula, y su respirar
se agito.
Sungyeol
apenas se disculpó. Aligero sus pasos de nuevo por ese pasillo, determinante a
no querer volver a ver al menor. El conservatorio, para su mala suerte, casi
desolado. Había pensado que Myungsoo ya se había marchado, porque él llego
tarde a esa junta planeada por Stefania, cuando, incluso, la nueva socia de la fundación
ya no se encontraba. Ni Woohyun, solo Dongwoo con Hoya, que apenas si
balbuceaban algo entre ellos en ese Hall. <<No recordaba que el
pasillo fuera tan largo. >>
Tampoco
estaba su hermano. Desde el día anterior que habían decidido a manejarse cada
uno en su vehículo. El menor había llegado justo a horario a esa "reunión"
y tanto Yadira como Sungjong, según Dongwoo, habían salido a almorzar.
-Espera.
No. No te vayas...
La firme
mano sobre su muñeca lo detuvo. Aunó fuerzas como pudo, para encarar a Kim,
para no caer ante todo lo que era él. Pero ni bien volteo a verlo, soltándose
del agarre del ajeno con brusquedad, su
rostro fue apresado por ambas manos de Myungsoo, y el corto espacio que existía
entre ellos, desapareció, hasta sentir los labios del menor sobre los suyos.
...
...
Las miradas
recaían sobre su cuerpo, sobre su conjunto de jogging y buzo negro Nike, su
rostro sin maquillaje, la simple coleta en su cabeza... En fin en toda su
persona. Stefania se sintió extraña, abrumada de tatos murmullos de las
recepcionistas, uniformadas con su camisa blanca pulcra y delicada, la falda
negra tuvo hasta las rodillas, y los zapatos de tacón alto. Unas diosas asiáticas
al lado de ella, que tenía unas inmensas ojeras y la nariz rojas como el reno
de santa.
¿Por qué un
sábado? ¿Por qué ese sábado? Está bien
no había nada en especial en ese día, pero sentía que la cama en su habitación,
la llamaba a gritos. Confirmo la hora en su móvil, busco la botella con agua y
su medicina dentro de su bolso, mientras continuaba sentada en una de las
sillas de recepción, esperando por ser atendida.
-¡Medio día,
medio día!... ¡Si claro!- Gruño entre dientes antes de tomar la capsula de
color verde para la fiebre, y pasarla con agua.
Se suponía
que tenía que asistir cuando ella pudiera, pero Sun Hi la llamo esa mañana por
el repentino cambio. Su idea era ir solo al conservatorio y regresar al
apartamento. Conversar con sus amigos, ponerlos al tanto a todos de sus planes
para ayudar a la fundación, incluso a algunos alumnos que decidieron
participar, en todo lo que se hiciera. Aunque casos, como Sungyeol, no llego
hasta que ella se fue. Algo le decía que era solo para esquivar a Myungsoo.
Bien Dongwoo se encargaría de comentarle lo que habría que hacer. Ella no regresaría
al conservatorio, hasta el lunes, cuando ya pudiera sentirse mejor.
-Señorita,
disculpe la están esperando.- Dijo la joven de ojos rasgados y cabellos
ondulados castaños, luego de colgar el teléfono.
Siguió las
indicaciones que le dijo la mujer, y se perdió por un pasillo, amplio de suelo
y paredes blancas. Casi se siente mareada ante tanto blanco, teniendo en
cuenta, que entre colores, el negro era su vida. Limpio su nariz antes de
ingresar a la oficina.
Las puerta
dobles de madera oscura, se alzaban varios metros, por sobre su cabeza, pero
claro hay que mencionar que la estatura no era su virtud, por lo cual, a veces
pensaba que todo era cuestión de su mente, y su baja estatura, como cuando uno
era niño y tendía a ver todo desmesuradamente grande. Golpeo con los nudillos
de su mano, suave, y espero. Una de las alas de la puerta se abrió, y se asustó.
<<No
es justo...Jesús>>
Se estremeció,
porque le pareció sentir que su mandíbula tocaba el suelo. Si las
recepcionistas eran unas diosas asiáticas, quien tenía delante, para su mala
suerte, era un adonis oriental. ¿Cómo carajos pensaba enfrentar a un hombre así,
sin que le cayeran las babas?
El sujeto
delante de ella le extendió la mano, ella se la estrecho, y perdió el habla al ver,
lo bien que calzaba esa camisa blanca en el cuerpo del hombre.
-Soy Lee
Jonghyun. Abogado del señor Jukka Karjalainen. Un gusto conocerla. Adelante-
Vacilante ingreso a la oficina, que le hizo recordar a la que Woohyun poseía en
su empresa, solo por la amplitud, ya que la decoración era más sobria, las
paredes cubiertas de estantes con libros de Derecho, Leyes, y varios más.-Disculpa
que no sea el mismo Jukka, quien la reciba, señorita...
-Stefania,
mi nombre es Stefania. Aunque ya debe saberlo, es usted quien mando la carta
documento, en nombre de su cliente, ¿verdad?
-Sí.-Respondió,
sonriendo- Puede tutearme si quiere.
Lo observo
alejarse hasta tomar asiento en la silla de cuero negro, detrás de la mesa de
cristal que era su escritorio. Cruzo las piernas, recargando su espalda en el
respaldo, y clavando sus finos y rasgados ojos en ella, con cierta petulancia.
Stefania, frunció el entre cejo, << ¿Y este quien se cree que
es?>> El encanto se disipo en menos de un minuto, con una descripción
latente en su mente de cómo era aquel sujeto <<cretino>>
-Gracias,
pero no. Me gustaría saber ¿para qué me han citado?
...
...
Miro una
vez más, por la ventana del segundo piso de aquel restaurante. Lo vehículos
circulaban por la avenida, personas iban y venían a esa hora de la tarde, y
ellos recién por comer. Incomoda, buscando a alguien que pudiera llamarle la atención
en medio de ese tumulto debajo.
-¿Te
encuentras bien?- Yadira quito la vista del vidrio y giro hacia delante.
Sungjong la observo con cierto deje de preocupación.
-Sí, ¿Por?-
Pregunto.
Sungjong, corrió
sus cabellos que tapaban un poco su vista, hacia un costado, y apena se encogió
de hombros.
-No sé, me pareció
que estabas incomoda.
-No, no.
Pasa nada Jongie. Es más te agradezco que me invitaras a "almorzar" a
pesar de la hora. Me hacía falta.- Hizo unas comilla con su dedos a la palabra
almorzar, y plato una sonrisa en sus labios, lo bastante convincente, para
finalizar con ese tema.
Tenía, quizás
demasiadas, ganas de contarle todo al joven delante de ella. Una necesidad
nefasta de descargarse un poco más. Stefania podía saber todo ahora, pero algo,
internamente, le pedía a gritos que confiara en Sungjong, que él podría estar más
presente que su amiga, en ese asunto.
Su móvil sonó,
dentro de su pequeño bolso que colgaba en el respalda de la silla de madera,
ella solo lo ignoro. “Otra vez”. Por más
que intentara buscarlo, no había forma de encontrarlo. Aunque era evidente que
se encontraba cerca, los mensajes se lo decían. Incluso, tuvo el descaro de preguntar ¿quién era el chico que la
acompañaba? No respondió. Sus ojos se escabullían, hasta dentro de ese salón,
en cada mesa, los clientes, los mozos. Nadie le result1aba conocido.
-Bueno, Yah.-
Espeto de repente su amigo, con su cejas fruncidas, hasta forma un línea por
encima de ellas- ¿Qué es lo que te preocupa?
Yadira, se
enderezo sobre su lugar. Sus manos, sobre sus piernas, comenzaron a rascar con
las uñas, la tela de su jean azul gastado. Se tornaba imposible enmascarar su
nerviosismo por demasiado tiempo. Era tanta la preocupación que le causaba su
ex novio, que no controlaba sus actos. Una de sus manos se posó sobre la mesa,
y sin percibirlo, Sungjong tomo de ella.
-No me diga
que no hay nada que te esté sucediendo, porque son tus ojos quienes te
delatan.- Sonó conciliador, y tranquilizante.
Parpadeo
varias veces. Hubo cierta turbación en su pecho. El tacto de Sungjong quemaba
por encima de la piel de su mano. Extraño, aun mas, fue observar por un corto
instante el rostro del joven, delinearlo con la mirada, hasta llegar al par de
ojos,- que pese a ser rasgados, eran grandes- con el sentimiento de algo más
que un mejor amigo.
-Jongie,
Yo...
-Disculpen,
¿qué van a pedir?
Y esa voz,
que de inmediato reconoció, altero el mundo a su alrededor.
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Hola! Que tal?
Tanto tiempo... jejeje
Dusculpen la demora en actualizar, esta semana no eh tenido mucho tiempo de escribir, tampoco tenia la mente cien por ciento activa, pero pude escribir el cap. No es tan largo. Iba a serlo pero, tardaría aun mas en subirlo, asi que tratare de escribir mas rapido el siguiente, para que tengan la conti de este jejeje
Bueno como ha ido su semana? La mía casi muriendo del calor jejeje De verdad era algo que no se aguantaba. Hasta que un buen día, osea el jueves llovio, mucho viento del sur, y yo al fin pude dormir tranquila XD jejeje
Bueno el Gyuwoo aun lo actualizare, porque no eh terminado de escribir el cap, pero le queda poco, asi que posiblemente el lunes lo suba, si no estoy muy ocupada.
Bien arriba menciono que Myung esta interpretando un tema, es Creep de Radiohead. Abajo el video =) (Ya saben mi gusto por el rock) En un principio no iba a usar un tema de esta banda, mas bien iba a ser de James Blunt, pero mas alla de ser lindas las letras de sus canciones, no me convencieron para la pareja, asi que recorde a Creep, por mi prima jajaja y ahí esta, para mi quedo genial. Claro traten de imaginarla en acustico XD.
Bueno me despido, que no ando de muy buen humor, desde ayer. La verdad es que si no fuera por una amiga que me visito y charlamos un buen rato, hubiera matado a alguien. XD Cosas mias.
Espero tengan una buena semana.
Nos leemos pronto
Bye...