Capítulo 7
Hay veces en que uno se cansa de ser fuerte. Se cansa
de mostrar sonrisas falsas, sin sentimientos alguno que las provoquen. Se
cansan de ser pura apariencia. Uno puede llegar al punto en que pensar seguir
de tal manera, ya no le encuentra sentido. Que tal vez no es vida responder con
un “Bien” como si esa fuese la verdad. Pero qué más da si no hay quien te
escuche… Cuando cada quien vive en su propio mundo, padeciendo o,
disfrutando… Sin embargo el hecho de que
todo sea acallado, no lleva a uno a ningún lado. No hace que te sientas mejor…
Muy por el contrario, si aguardas demasiado tiempo en soltar esos sentimientos,
estos buscaran la manera de ser liberados sin importar que.
La noche y
la madrugada pasaron sin ser perceptibles. No había sido consiente de en qué
momento las horas transcurrieron a una velocidad en las que no fue capaz de
sentirlas… La mañana se daba a conocer por encima de la ciudad. Un sol vivas
emergiendo de entre medio de los edificios, con rayos de luz rozagantes
atravesando los cristales de las ventanas del apartamento.
WooHyun ha
recorrido el apartamento desde un rincón a otro. Tomando asiento sobre una
silla en la cocina, observando en un perpetuo silencio las manecillas del reloj
sobre la puerta, moverse; marcando el transcurso del tiempo, mientras que para
él, el tiempo se ha deteriorado hasta detenerse. Luego caminando, sin sentido
de hasta dónde quiere ir realmente, solo para quedarse de pie ante el desorden
que hay en la sala. El día anterior no había terminado de organizar el desastre
que el mismo causo moviendo de lugar a los muebles. La biblioteca atravesada a
mitad del cuarto, los sofás cerca de la entrada a la cocina, cuadros
descolgados de la pared, dejados sobre el escritorio que estaba delante de la
ventana. Todo a medio acomodar.
Regresando sobre sus pasos, para perderse por
el pasillo, hasta ingresar a su habitación, contemplo con un vacío en su pecho
las manchas de sangre sobre el edredón de la cama y el suelo. Ver esa escena le
hacía devolver algo de sensibilidad, al menos física, de sentir el escozor en
la palma de su mano izquierda, pero solo eso, apenas una pequeña picazón y
ardor sobre la piel lastimada.
¿Ha
colapsado? No cree que sea así. No ha experimentado un repentino ataque de ira
por destruir todo lo que le rodease, no ha gritado, mucho menos a llorado,
simplemente ha pasado una noche entera sin poder conciliar el sueño, pese a da
vueltas y vueltas sobre su cama, sin taparse, queriendo que el frio aplacase su
dolor. El insomnio atormentando su intento de tranquilidad, agobiándolo hasta
la locura de poner a trabajar su mente durante las horas nocturnas, donde la
cordura dejo de existir para él, y en la que una inquietante pregunta se aferró
a la oscuridad de su pensamiento ¿Alguien
notaria que ya no está más?
Y él, en
medio del silencio penumbroso, respondió en un murmullo: -No…
WooHyun ha
entrado al baño que está en su cuarto. El espejo sobre él lava manos le muestra
una clara imagen del despojo de ser humano que es, o al menos así se considera.
Una vez mas no es capaz de permitirse
tomar un momento, y pensar lo que está por hacer. Ha bastado solo un día para
trastabillar y caer de nuevo. Un par de horas para derrumbarlo, olvidando y
dejando atrás todo lo que había conseguido con demasiado esfuerzo.
Había hecho
promesas a Min Ji con volverse a encontrar, en no cortar lazos pero… Las
fuerzas aunadas para seguir soportando tanta soledad en su vida se han esfumado
cobardemente; con el miedo nacido o resucitado, de pasar una vez más por lo
mismo. El rechazo. Quizás su sub consiente
lo había engañado, haciéndole creer que estaba listo para comenzar de cero, en
un lugar desconocido para él, con gente que tampoco eran si quiera cercanas,
simplemente para llevar a cabo un acto…
Ha abierto
el grifo, dando el paso libre para que el agua caiga con violenta libertad en
el interior de la tina. El tapón esta puesto. WooHyun observa, sentado en el
suelo y con sus pupilas dilatas, el fondo blanco de la tina cubriéndose por un
manto transparente. Su mano acaricia con serenidad el cristal líquido, y este
le devuelve esa muestra de cariño, carente de sentimientos, envolviendo a sus
dedos en una templada calma. Se extravió por unos segundos en un recuerdo… Faltaría
a la promesa que le había hecho a alguien más.
<<Estaré bien>>
Eso había
dicho al despedirse de SungKyu luego de pasar casi todo un día en la habitación
de hotel donde se hospedaba el mayor, allí en Doolin. Un beso y dos palabras. Después
buscar sus bolsos, ir a Dublin y regresar a Corea del Sur. Ese muchacho fue su bálsamo,
fue la calma, fue su complemento… Pero no estaba cerca, y no había manera de
contactarse con él. Y aunque lo hubiese, eso no significaría que Kim estuviese
interesado en un sujeto como él, no más allá de algo solo como una noche. Sin
embargo tiene muy presentes las palabras de Kim mientras sus cuerpos se volvían
uno solo…
<<Vuelve WooHyun… >>
Era como un
dulce susurro en medio de ese caos, pero… WooHyun se siente demasiado perdido,
muerto en espíritu, y sin fortaleza para continuar.
-Si
estuvieras aquí-La voz de WooHyun escapo, vagamente, de sus labios, enderezándose
y hundiendo dentro del agua, un pie descalzo. Hurgo dentro del bolsillo de su
jogging negro, y extrajo con lentitud la hoja de afeitar, manchada con apenas
unas gotas de su propia sangre.-Juro que no lo haría…
<<Pero no lo está>>
<<Estas solo…>>
Su cuerpo
se acomodó en el interior de la tina, tomando asiento, y dejando que sus brazos
se recargasen en los bordes del cerámico. El agua llegando hasta su pecho, y
sus músculos relajándose al sentir la calidez envolvente sobre la piel. Su
respiración se descompagino, se agito impetuosa, y algo se creó en su garganta.
Las lágrimas irrumpieron en sus ojos, humedeciendo el rostro cansado de
WooHyun, descendiendo hasta llegar al mentón, y luego colgando hasta caer sobre
el agua. Muy pocas, demasiado escasas como para poder ser consideradas un
pequeño desahogo…
Sus ojos
observaron, hipnotizados, el grifo aun abierto al final de sus pies.
<<Llego el momento…>>
…
…
Hace más de
diez minutos que ha dejado atrás el aeropuerto de Busan. Se siente un poco
perezoso y cansado a causa de tener que haberse levantado más temprano de lo
que acostumbra, pero el café que bebió, antes de salir de la casa de su madre, más
la ansiedad de encontrar al menor, están logrando mantenerlo despierto, aunque
no despabilado. A su lado se encuentra una mochila con algunas prendas de ropa
en el interior, y otra con su laptop, y material de trabajo.
SungKyu
observa al chofer del vehículo, sentado delante de él, conduciendo sin dar
mucha importancia a su presencia. Apenas si han cruzado unas cuantas palabras
solo para dar la dirección de su destino. La mejor opción es pasar primero por
el lugar donde se tiene que hospedar por esos días, pero ha amanecido con
cierta turbulencia en su ser… un desasosiego en el centro de su pecho, como faltándole
el aire.
Quizás se
deba a los nervios de encontrar al menor, de no saber cómo plantear sus
sentimientos en cuanto lo vea, pero es algo más
lo que lo tiene en ese estado. ¿Un mal presentimiento? Respiro con
profundidad, y cerro sus manos en un puño. Impaciente. El primer lugar a donde
ir era el edificio donde, supone, vive WooHyun. Su madre, aun pasmada ante la sorpresa
de que él y Nam ya se conocieran, le había cedido la dirección del menor
<< El destino es caprichoso… Cuando quiere. >> Le había dicho Min Ji con un semblante de incredulidad,
una vez hubiese acabado de relatar su experiencia vivida con Nam WooHyun en
Irlanda.
Él aun no puede
creer al cien por ciento, que realmente las cosas se le estén dando demasiado fáciles.
Que esta tan cerca de encontrarlo, cuando todo parecía que sus caminos no se volverían
a cruzar nuevamente, o al menos, no lo harían por un buen tiempo… Pero las
posibilidades también implicaban el que nunca volviesen a verse. SungKyu
observo a un buen cumulo de nubes acercarse, con lentitud, hacia la ciudad. <<Posiblemente llueva>> Pensó.
Ahora esas tres posibilidades se erradicaban de raíz.
Él vehículo
se estaciono delante de un edificio bastante grande, en cuanto a la altura, y
demasiado elegante.
-Llegamos.-Aviso
el chofer, con sequedad.
SungKyu
saco un par de billetes de su cartera, y se lo extendió al sujeto. Se apeó del
taxi, con una mochila colgada de su hombro y la otra sujeta en su mano. Las
puertas de entrada al edificio se encontraban abiertas. SungKyu ingreso,
inmerso en un mundo aparte. Atado a la ansiedad, caminando sin sentir nada
debajo de sus pies, y su pecho subiendo y bajando con una fuerza desmesurada difícil
de controlar. No había persona alguna caminando por la planta baja. Las grises
puertas del ascensor se cerraron delante de sus ojos, y comenzó a ascender por
los distintos niveles, hasta llegar al cuarto.
Un escalofrío
atizo sobre su cuerpo, y aunque lo ignoro porque tenía puesto su abrigo, Kim dirigió
miradas de un lado a otro por el pasillo, casi con desesperación. <<No>> Esa falta constante
de aire que ahora lo estremecía, ese mareo tan repentino que jugaba con sus
piernas a que cayeran de rodillas, las palmas de sus manos transpirando un
sudor frio… <<¿Por qué?>> Una sola pregunta ¿Por qué estaba sintiendo
aquello? No eran los nervios por enfrentar a WooHyun. No. Era algo más, y le
asustaba saber a qué se debía.
Encontró la
puerta de lo que supuso, es la que pertenecía al departamento del menor, según
indico su madre en la hoja de papel que guardo dentro del bolsillo de su pantalón.
El timbre a un lado de la puerta. Toco tres veces, espero y no sucedió nada.
Tres veces más y continuo sin salir nadie de dentro. Una y otra, y otra vez
llamo a quien sea que este en el interior de ese lugar, pero no obtuvo
respuesta. Hasta donde sabe, WooHyun no comenzaba a trabajar hasta la semana
entrante, y es demasiado temprano como para que saliese. << ¿Pero qué dices? Si apenas lo conoces>> Muy cierto.
Él no podría afirmar un gusto acerca de ese joven. Pero su percepción no lo
engaña… Algo estaba sucediendo.
Su oreja se
pegó a la madera blanca de la puerta, agudizando su sentido de la audición, y
preparando su puño para comenzar a golpear. Apenas pudo percibir un débil
sonido provenir del interior… <<Agua>>
Y se quedó unos segundos más, escuchando.
-¡WooHyun!-
Grito y la puerta recibió un sin fin de golpes, de su parte.- ¡WooHyun!
Era
demasiada agua cayendo de un grifo; Y puede no significar nada, puede que el
menor solo se esté bañando y por eso no sale a su encuentro. Puede ser, si,
puede ser… Pero no para él, no cuando ya experimento, poco tiempo atrás, todo
ese sofoco, ahogamiento y angustia vapulear todo su ser, y mucho menos al
tratarse de, una vez más, de la misma persona. Cuando había seguido a WooHyun
hasta los acantilados Moher, y dedujo en un vistazo, que el muchacho no estaba
por hacer nada bueno con su vida.
-¡WooHyun!
Sus gritos
se escucharon por todo el pasillo, y una mujer anciana salió del departamento
junto al que él estaba llamando con urgencia.
-Muchacho
¿Qué le sucede? ¿Por qué grita de esa manera?
La anciana
de pelos canosos, con una pollera marrón, larga, por debajo de sus rodilla, y
un poleron beige cubriéndola de la cintura para arriba, no recibió una contestación,
solo se quedó observando, turbada, como el joven de pequeños ojos, a pocos
metros de ella, comienza a dejar su bolsos sobre el suelo, y hace uno pasos
atrás tomando impulso, para luego propinar un golpe a la puerta, con todo el
peso de su masculino cuerpo.
-¡WooHyun-ah!...
La puerta
no cedió ante el primer intento, pero si lo hizo en el tercero, abriéndose y azotando a la pared ante la fuerza con la
que había sido violentada. SungKyu desapareció ante la vista de la mujer. Segundos después, a pesar de tratar de
procesar aquel espectáculo, el corazón de la anciana se empequeñeció y sufrió
un intenso desasosiego al escuchar un grito desgarrador, que la acompañaría por
lo que le quedara de vida. Sus pies se encaminaron, presurosos, pero aun así
asustada, al interior del departamento vecino.
-Muchacho…-Llamo,
temerosa.
Y la consternación
oprimió todos sus sentidos al entrar al baño. El mundo, para ella, quedo sumido
en un silencio indescriptible, perpetuo y sepulcral ante la imagen de un joven,
el mismo que hace un momento parecía decidido en derribar la puerta,
arrodillado sobre el charco de agua del suelo, imponiendo fuerza con ambas manos
sobre el pecho de un empapado, tieso, y empalidecido muchacho que permanecía
recostado delante de él.
-¡Noooo…! WooHyun
no…
Una tina
repleta de agua teñida de carmín, su voz perdiéndose por algún infierno
maldito, y el llanto adueñándose de él y de sus pocas fuerzas. Y otra vez esa pregunta que lo rondara por siempre...
¿Por qué?
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Hiii!!! Como estan???
Aquí nuevo cap... Y presiento el odio sobrenatural hacía a mi XD jajaja ok No... Culpen a Nell... Ya dicen que culpar a alguien mas es mas facil jajaja perdon...
Lamento todo lo que esta sucediendo... Pero esta historia aun no termina, quedan tres capitulos mas... Todo puede pasar en esos tres, como una invasión de ponys o... Que super man se declare gay XD jajaja
Un poco de alegria para el día jejeje...
De verdad, esto me sucedio por escuchar a Nell, y se me ocurrio escribir eso de arriba... Y como que me gusta este cap, como que no... Quedo mas o menos presentable, pero no tanto como tenia en mente. No sabia como expresarme... Pero bue, ustedes diran...
Si quieren criticar, pues no duden en hacerlo jajaja
Bueno, Gracia por leer... y comentar.
Bye...
Se cuidan...
P/D: Tambien estoy sufriendo una crisis de WooGyu shipper, asi que, deban este capitulo a ese motivo realmente...