sábado, 7 de diciembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 9

Capítulo 9


Indignante. Lo que ha algunos le resulta mucho, a otros les puede parecer poco, o nada simplemente. Como a Myungsoo.

<<Solo fue eso. Sexo Casual...>>

Irritado, aunque no lo demuestre. ¿Es que podría ser cierto? ¿De verdad Myungsoo solo pensó que era solo eso, sexo? Para él todo lo contrario, a pesar que no hubiera sido en lo más mínimo, delicado con el menor mientras lo hacían. De verdad Sungyeol había contado con la posibilidad de que esa brecha, más que brecha, ese océano que no les permite acercarse, se hubiera secado. Nada que ver.

Acelera el Toyota, cuando la luz del semáforo cambia a verde. No apuntaba a tan alto, no tenía la ilusión de que Myungsoo lo amara, como él lo había hecho, quizás, a primera vista, pero definitivamente no esperaba esas palabras.

<<Ha sido agradable, pero eso no cambia la relación entre nosotros...>>

Una vez que se había logrado despertar esa tarde, casi alegre por lo que había sucedido horas atrás, Sungyeol se topó con que a su lado, solo estaba un lugar vacío. La habitación casi a oscuras, por las cortinas corridas de la ventana y con su ropa, doblada al final de la cama. Y aun así su sonrisa se mantenía intacta.

La lluvia golpetea contra el parabrisas, y las gotas luego son desparramadas por el limpia parabrisas. Cerca de las cinco de la tarde, y el sin poner un pie en su casa. Nunca se había levantado tan tarde como ese día, y con su estómago pidiendo por algo de comida. La cual hubiera tenido, si no se hubiera retirado tan rápido.

Había bajado la escalera. Despacio, observando el lugar, lo limpio de todo. Lo bien que tenía acomodado el menor su vivienda, y un poco presumido de ser él quien consiguió el lugar. Sus fosas nasales habían captado el aroma a carne, recién cocinada. Con los pies en la planta baja, logro incluso escuchar algo de música. Maroon 5, pero no pudo reconocer la canción.

Myungsoo estaba apoyado contra el borde de la mesada. Con un polo y bermuda de color negro, y descalzo. Su brazos entre cruzados sobre su pecho, sus cabellos húmedos por lo que suponía una resiente ducha. Lo observaba Con esos ojos oscuros, incandescentes, impenetrables. Tenía el entre cejo fruncido, y el ánimo de Sungyeol, se tambaleo sobre el final de un acantilado.

-Tenemos que hablar...-Dijo el menor mientras se enderezaba. A un lado del joven dos platos con comida sin tocar.

-¿De qué?- Seco, tajante. Su rostro serio, frívolo.

-De lo que paso, de lo que hicimos. Quiero aclararte algo...-Dubitativo. Incluso parecía inseguro.

-Pues hazlo...

Myungsoo pasó una de sus manos por su cara, y soltó un suspiro, antes de hablar.

-Te dejo en claro, que lo de hoy, para mí no significa nada. Solo fue un momento de calentura sumado con el alcohol, para mí solo fue eso, Sexo casual...-Y había hecho hincapié en esas dos últimas palabras, luego siguió- Ah sido agradable, pero eso no cambia la relación entre nosotros...

-No hay ningún tipo de relación entre nosotros, solo ha sido para pasar  el rato... para quitarme el aburrimiento.

Desagradable, pero es lo que logro formular sus labios, ante las dichosas palabras de Myungsoo.  Un golpe se devuelve con otro golpe. No se había despedido, solo se retiró de la vivienda, con pasos tranquilos, y envuelto en una serenidad, que costaba creer, incluso para él. Porque Kim había sido directo e oriente, su corazón sintió el suplicio de la desilusión, un puñetazo en el centro de su pecho, que le quito el aire solo por unos cortos segundos, y luego... Nada, solo ese frio inexorable que tanto odiaba, pero que de igual manera se apoderaba de él.

El móvil, que esta sobre el asiento del acompañante suena, y Sungyeol, no se molesta en atender. Es su madre, y posiblemente, preparando un listado de regaños, hacia él. O quizás ya lo tenga listo, para cuando llegue a su casa. De todas maneras, casi no le interesa. Porque ahora en este instante, en su cabeza no cabe más, que Myungsoo y todo lo que habían echo durante la madrugada.


...
...

Agradecidos...

Así piensa Stefania que sus amigos deberían sentirse. Darles las gracias, sin embargo todo lo contrario. Su teléfono no ha parado de sonar, entre llamadas y mensajes, que lejos están de redactar alguna muestra de cariño hacia su persona, más bien Woohyun le ha dicho que la colgara de algún árbol, y Sungkyu reclama su ropa. Así han estado durante las últimas dos horas, entendió la primera vez, luego ya hizo caso omiso.

-Deberían buscarla dentro de la cesta de ropa sucia...-Murmura.

Sí, es pura maldad, una evil de primera clase. Dado que ese par habían dormido, mejor que la bella durmiente, no tuvo mejor idea que entre pasos silenciosos, y sigilosos, entrar a la habitación de Nam, recoger la ropa de Sungkyu, y correr a esconderla en la lavandería, dejando solo el bóxer, así no andaba sin nada el pobre chico. Todo sea para que ese par, hagan, mínimo, el intento de llevarse mejor. Así como lo hicieron durante la noche, en su estado de borrachera. Y si no se verá obligada, a utilizar el video.

<<Bendito Video>>

Con ese nombre lo guardo, en su móvil, laptop, e incluso guardo una copia en cada uno de sus pendrive. Para estar más segura de que siempre tendrá uno, si llegan a descubrir los otros.

Las calles están prácticamente vacías, solo transitan algunos autos. Un día sumamente apagado y aburrido. Y ella dando vueltas con su vehículo, sin saber a dónde parar. Una bolsa en el asiento del acompañante, repleta de cosas dulces, que se le antojaron luego de tomar su aspirina para el dolor de cabeza.

Ansiedad, demasiada. Sabe que su vida corre peligro a causa de tantas bromas. No quiere ni imaginar como la deben estar odiando, y los miles de insultos que dirán.

-Ahh... en el futuro me lo agradecerán...-y se le escapa un suspiro.

Estaciona delante de un elegante edificio. Y decidido que ahí pasara el resto del día. Molestando a Yadira.


...
...


-Está muy mal de la cabeza...

-No te das una idea.

Woohyun frunce el este cejo y carraspea algo inentendible entre dientes, mientras observa dentro de su guarda ropas, analizando y viendo de aquí y allá. Piensa las mil y unas formas de hacerle pagar a Stefania sus ocurrentes travesuras. Por Dios ni que se tratara de un infante como para que vaya por la vida haciendo jugarretas como niño de prescolar. ¡Ja! Pero según él, ella tendrá su castigo. Toma un par de prendas, y se las ofrece al mayor.

-Ponte esto, no creo que te quede tan mal.

-Gracias...

Sungkyu la recibe, y se marcha hasta el baño, para poder cambiarse. Solo está envuelto con una bata azul francia, también perteneciente a Nam, que a duras penas se la ofreció para que se la pusiera. Vergonzoso, todo le parece extremadamente ridículo. No logra encontrar su ropa, tiene que pedir prestado, a alguien que evidentemente, se le nota que su presencia no hace más que molestarle, tanto por lo poco que lo habla, y mira, y dicho sea de paso, tener en cuenta el entrecejo fruncido del menor.

-No es mi culpa...- Susurra en el interior del baño.

Claro que no, ¿quién se iba a imaginar que Stefania era capaz de cosas así? ¡Nadie! Una camiseta gris y Jean azul oscuro. Pues no, parece que no le quedan tan mal, un poco más apretado, pero no hay más nada, así que se conforma. Sin darse cuenta, inconsciente de porque lo hace, acerca el puño del polo hasta sus fosas nasales y lo huele. Vaya, el aroma es bastante agradable, muy masculino, el mismo que invade el cuarto de Woohyun, y que sintió cuando despertó, envuelto por los brazos del menor, y él escondiendo su cabeza en el pecho de Nam, como si fuera una pequeña criatura a la cual cuidar. Sus mejillas toman un color carmín cuando lo recuerda.

Agita su cabeza de lado a lado, e intenta no pensar más de la cuenta. Se observa en el espejo, y su rostro, mas allá de estar rojo como un tomate, esta demacrado. <<Lo que te ha hecho el alcohol>> Una nota mental que para Kim, no volver a beber más de la cuenta. Porque encima no recuerda nada de nada, salvo, a esos dos besándose. << ¿Que habrá sido de ese par?>> Mejor que no se entere, o le dará un infarto.

Unos golpecito en la puerta del baño, lo traen de nuevo a la realidad y decide que ya ha pasado demasiado dentro del lugar, y debe salir.

Del lado de afuera, Nam Woohyun espera, no sabe muy bien qué. Este intranquilo. Apoyado a un lado de la entrada del baño, sobre la pared, Con sus brazos cruzados y un pie apoyado contra el muro. Su mente divaga, lejos. Kim Sungkyu está en su apartamento, sin saberlo han pasado la noche juntos. Incluso el mayor descanso entre sus brazos, y si no fuera por la sorpresa de que tenía acostado en su cama a un hombre desnudo, y él temiendo lo peor, quizás hubiera disfrutado de esa cercanía un poco más. Porque ya no puede seguir ignorando el ritmo impetuoso de sus pulsaciones cada vez que ve a Kim. Pero tampoco puede dejar de mostrarse reticente ante aquello. Porque le resulta desconocido.

<< ¿Que te resulta desconocido?>>

La puerta del baño se abre, y un tímido Sungkyu sale. La pregunta queda suspendida en el aire, porque Nam Woohyun prefiere observar a ese muchacho, que lo mira con esos pequeños ojos, que le resultan muy lindos, y las mejilla ruborizadas tenuemente. Miradas van y vienen, y los labios de del menor esbozaron una serena y apacible sonrisa. Una idea tiene en mente.

-Vamos te llevo...

-¿Donde?- La propuesta de Nam lo ha tomado por sorpresa, por que no sabe a qué se refiere.

Woohyun ríe bajito, y Sungkyu no puede obviar ese repentino cambio de actitud hacia él. Se muestra... agradable.

-Se ve que te has olvidad... Pues recuerda que Stefania, en un acto de bondad no tan bondadoso-a ambos se les escapa una sonrisa.-  te trajo hasta acá, por ende tu auto ha quedado allá en el estacionamiento de la disco. Te llevo para que lo busques...

Incomprensible, pero que Nam se ofreciera solo, y de manera tan simpática, ha logrado que se estremeciera un poco, porque le gusta. Porque el corazón de Kim Sungkyu se ha vuelto loco, con solo saber que estará más tiempo junto al menor.

-Te llevo o ¿no?

-Si...


...
...


Jamás hubiera pensado que observar los cerámicos del suelo fuera tan entretenido. Era eso o enfrentar la mirada severa de la mujer delante de él.

-¿Esta te parecen horas de llegar?...- Y a pesar del enojo aun mantenía un tono en su voz, bajo pero serio.

Negó con su cabeza. Vaya se veía redolo de esa manera, tan grande de edad y aun siendo regañado por su madre como un pequeño niño.

-Y dime ¿que son esas marcas en tu cuello?

<<Ouch>>

Y lo había olvidado por completo. No se había visto en el espejo esa tarde antes de retirarse de la casa de Myungsoo, pero suponía que el menor le habría dejado unos cuantos moratones alrededor de su cuello y pecho. ¿Y ahora que le responde a su madre?

-¿Con quién pasaste la noche Lee Sungyeol? ¿Quién fue más importante que tu hermano como para que lo abandonaras?

De acuerdo, algo más que había olvidado.

-Mamá... ya déjalo tranquilo, creo que está bastante mayorcito como para que lo interrogues de pies a cabeza ¿no?

¿Sungjong, ejerciendo un papel de buen samaritano? Salió de la cocina, con un vaso de jugo en la mano, y una aspirina. Se lo entrego al mayor, y aunque él lo recibiera, Sungyeol lo observo curioso, como el menor sonreía tan amable. << ¿Que se traerá entre manos este ahora?>>

-Aparte yo ya estoy grande, puedo manejarme solo, sin guardaespaldas o en este caso, sin Hyung.-Sungjong miro a su madre con esos ojos, tan llamativos y grandes, y la mujer pareció ceder demasiado fácil ante las palabras de su hijo.

<<El poder de ser el hijo más chico>>

La mujer se cruzó de brazos. No podía dejarse comprar tan fácil. Por ninguno de los dos. Si bien era notable que Sungjong, la convencía más fácil, Sungyeol también tenía sus efectos sobre ella. Verlo observar el piso, con ojos arrepentidos, sin decir palabra alguna, le calaba hasta los huesos, y casi se le ponía como un reto tener que reprenderlo. Pero no, era su madre y debía mantenerse firme como adulta que es. Sungjong tiene razón, los dos son ligeramente grandes, y hagamos hincapié en "ligeramente" porque la mujer no aparta la idea de que aun parecen bebes que dependen de sus cuidados. Aun así, una advertencia no alcanzara esta vez, así que tiene una mejor idea.

- Próximo sábado, 7 pm... en el campus de la universidad publica. Los quiero puntual ahí, y con ropa cómoda.

-Pero es muy temprano. Y regreso tarde de trabajar el viernes, quiero dormir un poco más-Se queja Sungyeol.

-Mama pero...-Sungjong en un intento de ojos de cachorros, observo a la mayor.

La mujer sonrió, casi divertida por la actitud de sus hijos, y negó con su cabeza.

-Nada de peros... Sungjong esto te sucede por meterte en donde no debes, y no querer decir donde paso la noche tu hermano, y Sungyeol que seas mayor de edad, no quita que tengas que ignorar mis llamadas, así que ni quejas, ni bufidos, berrinches pataletas ni nada, y guarda con no presentarse, porque les ira peor.

- ¿Y qué haremos?-Los hermanos Lee sonaron en un coro.

-Obras de caridad, hijos, obras de caridad, y con niños.

...
...

Las manos de la joven se cuelan por debajo de su polo, acariciando su abdomen, de manera suave. Un vaivén de besos, y sus respiraciones agitadas, que con miles de intenciones, son apasionados. Sin embargo se aparta, no puede, su mente y cuerpo no quieren ceder al tacto de la mujer.

-¿Que sucede? ¿Por qué te detienes?- Sorprendida, y un poco indignada.

Howon se endereza y se sienta en la orilla de su cama. Pasa sus manos por su cara y cabellos, con demasiada frustración encima. La joven  tendida, boca arriba, sobre la cama, lo observa, de soslayo.

No responde. No le interesa saber que le pasa, ni si quiera la ha llamado a que viniera, que llegara hasta su apartamento, y que luego de lo que se puede decir era una conversación dentro de todo, banal y simplemente de amigos de antaño, se le diera por calentarse y lo incitara hasta terminar en su habitación. Tal parece que desde un inicio la joven fue en busca de solo sexo, y el... no tiene cabeza para nada, que no sea Dongwoo.

-Es mejor te vayas... Ahora.- Algo serio pero aguantando la calma.

-¡¿Qué?!

-Que te vayas...

-Pero...

-Pero nada solo vete, porque no va a pasar nada...

La joven furiosa, se levanta de la cama. Acomoda su blusa, que está un poco arrugada y con algunos botones desprendidos. Sale de la habitación, sin mirarlo, Howon suelta un suspiro y la sigue.

-¿Qué? ¿Ahora que me enojo te dan ganas?

-No solo vengo a cerrar la puerta para cuando te vayas.

Y el rostro de la muchacha parece tomar colores rojos, sin saber si es por la vergüenza de verse casi desesperada por un poco de sexo, o por la ira que le despertó Howon, al correrla, sin sí quiera satisfacerla.

-¡Eres un cretino Lee Howon!

Justo cuando abre la puerta  alguien golpea su frente.

-Ups lo siento... es que justo se abrió cuando pensaba golpear para llamar...- La joven lo observo entre cerrando sus ojos, lanzando miles de insultos hacia el muchacho con solo mirarlo.-Disculpa.

Dongwoo retrocede dos pasos, cuando la mujer lo empuja solo para poder salir de aquel lugar, que casi se queda con toda su dignidad. La observa alejarse por el pasillo de ese piso, y antes de subir al ascensor, escucha un "Estúpido", por parte de la joven. No entiende nada, pero le da la sensación de saber qué es lo que hacia esa mujer dentro del apartamento de su amigo. Un "¡Crack!" como si se resquebrajara un vidrio, sintió en su pecho.

Regresa la mirada hacia delante, y ahí esta, a quien busca.

-A ti te busco...- Taciturno, y sin pedir permiso ingresa.

-¿Hy-Hyung?... ¿Que su-sucede?

La verdad no puede odiarse menos, por su inesperado tartamudeo. Es que es la segunda visita en el día inesperada que tiene. Y realmente luego de lo sucedido minutos atrás, al que menos quería ver era al causante de sus problemas.

Dongwoo frunce el entre cejo, y lo mira fijamente.

-¿Te encuentras bien?

-... Si- Suena dubitativo, pero es que apenas logra canalizar sus ideas, y ese calor que le recorre de repente toda su espina dorsal.- ¿Dime que necesitas?

-Hablar, mejor dicho que hablemos

Esquivo. Howon camina hacia la cocina tratando de poder eludir los ojos perspicaces del mayor. No es que en ningún momento no se haya planteado que Dongwoo viniera y le reclamara su comportamiento en los últimos días, pero había intentado no pensar en ello. Ahora lo tienes a unos cuantos metros, de distancia, mientras él trata de tomar un poco de agua para poder calmar esa ansiedad.

-¿Hablar de que?-Y todavía intenta aparentar no saber de qué se trata.

Dongwoo deja escapar una bocanada de aire, antes de hablar, aun indeciso de saber si está bien que este en ese lugar, porque, siente que su presencia no es bienvenida en el apartamento, en incluso es notorio lo incomodos que se encuentra el menor.

-De nosotros... ¿Quiero saber que te sucede? ...

-A mi nada ¿por?- Hoya lo interrumpe, y se arrepiente al segundo, cuando observa la mirada filosa del mayor.

-Por esta vez dejare pasar que me interrumpieras, porque no me interesa. Lo que si me importa es saber, ¿porque estas tan distanciado? ¿Por qué no me hablas o si quieras has respondido mis llamadas?... Explícame que sucede...

<<Sucede, que parece que me gustas>>

-Nada, no me había dado cuenta que ya no lo hacía...- Y querer tomar el tema tratando de sonar indiferente es casi de inmaduro, porque su mente está diciendo algo, pero su boca la contradice.

-! ¡¿Que no te has dado cuenta?!... tienes que esta bromeado Hoya, si hace dos semanas no tenemos ningún tipo de contacto, incluso anoche en el único momento que estuvimos cerca fue cuando bailamos, luego te desapareciste, y te fuste sin si quiera despedirte... No me puedes decir que no te das cuenta, o no sucede nada...-Indignación, se puede percibir de lejos, en las palabras de Dongwoo.

-Es que no sucede nada...- la tención dentro del lugar se vuelve latente, y pesada.

-Esto me está cansando, creo que me quieres ver la cara de estúpido Howon...-Exasperado, pasa una mano por su cara.-Dime de verdad ¿he hecho algo, para que tomaras tanta distancia?

Dongwoo, pierde el mecanismo normal de su respiración, y comienza a ser agitada, descompasada. Observa al menor mostrar poca importancia, distraído, encontrando más importante, hacer cualquier cosa, antes que prestarle algo de atención a él, que incluso un celular parece ser más  interesante que el tema en cuestion.

-No sucede nada... No me he dado cuenta. Ya sabes... por ahí me pierdo en mi mundo, algunas chicas que vienen y van, entran y salen, me mantienen ocupado.

Los ojos del mayor se abren desmesuradamente. No cabe en su razonamiento, poder procesar aquellas palabras, sin que no le produzca, irritación, y abatimiento. Y ya basta, prefiere poner un punto final a todo, algunas cosas, personas, no merecen si quiera ser consideradas. es en lo único que puede pensar Dongwoo ahora, quizás porque la indignación ya se apodero de su paciencia, y no pretende soltar ni una mísera lagrima, ante alguien que desvaloriza, o trata con envergadura, un tema, que a él, puede que lo desestabilice emocionalmente

-Lee Howon, debo irme, más bien quiero irme. Creo que un tiempo más que estemos sin vernos, quizás, no haga daño. Considerando que luego de años, esta amistad resulta, hasta un punto inimaginable, demasiado irrelevante pata ti. Creo que incluso yo eh sido etiquetado, sin mencionarlo directamente, como una piedra que molesta en el camino...

Y Howon de repente, nota que las cosas no van por buen rumbo, ni terminaran en buen puerto. Sobre todo cuando ve el cuerpo de Dongwoo girar sobre sus pasos, y caminar hasta la puerta de salida. Todo en él se estremeció pero por motivos que aún no logra puntualizar ni reconocer en su mente, no se mueve ni un centímetro de su lugar.

Dongwoo mira hacia atrás, antes de abrir la puerta, y suelta una bocanada de aire.  Quisiera no creerlo pero las cosas no se dan como uno quiere, pero vamos que en la vida real, nada resulta como uno quiere o imagina. Hoya no lo sigue, no lo detiene, tampoco a balbuceado algo para defender aunque sea un poco de lo que quedaba de su amistad, solo callo, y prefirió quedarse entre esas cuatros paredes de la cocina. Una, dos, tres...Lágrimas...

Y ¡BASTA!

-Cuídate Lee Howon...

Hostil y distante, así siente Hoya esas cortas palabras, que remotamente le recuerdan a su primer encuentro, cuando no se tenían nada de confianza.



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Holaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!1


jejeje como estan? yo cansada, y con mucho calor jejeje


Disculpen que allá demorado es que esta semana eh estado demasiado ocupada, entre crear un disfraz de payaso y mascara para que mi hija saliera en un acto de su jardin jejeje pero bue, al fin termine el cap


No me maten... se alguna se ilucionaron con lo de Hoya y Dino XD jajajaja pero me gusta hacer sufrir... jajaja naaa es broma...

Espero sus comentarios de odio jajajajaja


y ahora me voy a escuchar Guns N´ Roses... asdfghjkl Sipi a la escritora le gusta el rock jejejej a ustedes que otro genero de musica les gusta aparte del K-pop?


Debo irme...

Gracias por leer

Disculpen por los errores de ortografia...

Kiss