lunes, 14 de julio de 2014

I Remember. Cap 2

Capitulo 2


Sábado por la tarde, podía sentir la brisa gélida recorrer cada centímetro de mi cuerpo, desde mi cabeza hasta los pies.
Nos encontrábamos circulando por las calles de Seúl sin nada que hacer, solo disfrutar del fin de semana invernal. Aun no nevaba, pero suponía, que estaría cerca. La temperatura en los últimos días había descendido considerablemente, tornándose así los días más fríos y cortos. Algo lindo, que por más que a muchos no le agradara, yo disfrutaba.

-Dime Myung… ¿En qué piensas tanto?

La voz de SungYeol logro traerme a la realidad, levante mi mirada del pavimento y observe aquel rostro lleno de intriga, que me observaba esperando una respuesta.

-En... nada- Respondí con una sonrisa en mis labios.

Me sentía feliz de poder pasar tiempo junto a Yeol, era algo único. Hacía ya demasiado tiempo que comencé a sentirme de una forma extraña al estar junto a él, cabe recalcar que casi todo el día lo tenía a mi lado. Era un sentimiento extraño el que me acompañaba día a día,  pero no era malo, al menos no lo sentía de esa forma, sino más bien como un sentimiento cálido, algo que llenaba mi ser, esa parte de mí que se encontraba vacía.
Siempre que aquel muchacho se encontraba juntó a mí, sentía que desbordaba de alegría y mi corazón parecía querer perforar mi pecho, con sus latidos desenfrenados. Que más podía decir de aquello... Claro que padecía de gran curiosidad por saber que significaba aquel sentimiento. Un sentimiento, del que estaba seguro, jamás había sentido.


-OK...-SungYeol quito su mirada sobre mí y siguió caminando.

Continúe caminando detrás de Yeol, observando mí alrededor. Dejándome llevar por los decorativos en las calles, tiendas o en los cafés. Se podía apreciar el espíritu navideño por toda la ciudad.
No era realmente aficionado a este tipo de festividades, pero admito que ver las calles llenas de color y vida me alegraba y agradaba. Era único.
Sé que al hablar de esta forma lo único que puede parecer, es que soy un amante a la navidad, pero en realidad no. Tan solo que lo veía, de alguna forma, especial. Este momento lo hacía especial, de una manera única.
<<Que extraño. Cuantas veces no eh concurrido por la ciudad en época navideña y jamás lo eh visto del mismo modo. >>

Mire a Yeol, quien estaba a unos cuantos pasos delante de mí, caminando con suma tranquilidad.
<< ¿Sera por él?>> Era una buena opción, digamos que este era nuestro primer recorrido por las calles de Seúl en una cercana navidad, y también era mi primera vez sintiéndome así...
Deje de fastidiarme con esa estupidez, y apresure mis pasos, porque SungYeol había avanzado demasiado, tanto que ya estaba por cruzar la avenida.

-Espera Yeol- Grité.

Creo haber corrido, porque en tan poco tiempo ya me encontraba detrás de SungYeol, intentando tranquilizar mi respiración y tomando su mano.
Fue un acto impulsivo, no estaba planeado ni aun menos había pensado en hacerlo, pero así sucedió. Tampoco es que fuera lo más extraño del mundo. Dos hombres tomados de la mano no era lo más extraño que existiera, es más hoy en día es algo que se ve muy seguido, pero aun así no pude evitar tratar de darme aunque sea un corta explicación del porque lo hice.
<<Fue solo un impulso>>

SungYeol apretó con fuerza mi mano, provocando que un pequeño quejido escapara de mis labios. Levanté mi rostro observándolo. Yeol mantenía su mirada fija en mí.
Sonrío. Hice lo mismo.

Atravesamos la avenida con tranquilad, hasta llegar a la acera. 
Suponía una vez cruzáramos la calle Yeol soltaría mi mano, pero no lo hizo. Al contrario seguimos avanzando y él aún tenía mi mano sujeta a la suya, solo que ahora con delicadeza.
Me preguntaba si Yeol recordaba que nuestras manos seguían entrelazadas o bien lo olvido. No logre saber la respuesta, hasta unos segundos más tarde que sentí una leve caricia sobre ella.
Eso llego a incomodarme un poco, pero no tanto como el cierto nivel de agrado que me invadió.
Su tacto volvió a hacerse presente, ahora sus carisias siendo más continuas. Observe nuestras manos entrelazadas, su pulgar mimando el dorso de mi mano, casi rozando mis dedos. Miré su rostro llegándome a preguntar qué tipo de sentimientos se expresaban en él, en aquella singular sonrisa.
Me intrigaba el saber que era lo que él sentía en este momento. Si tal vez se sentía igual que yo, o le daba muy por igual. También quería saber porque lo hacía, que surcaba en su cabeza, que era lo que lo llevaba a hacer algo así.

-Myung entremos aquí.-Señalo la cafetería delante de nosotros.

"Coffine Gurunaru", citaba en grandes letras blancas.
La cafetería como todo lo que nos rodeaba desprendía calidez, calidez navideña.
 Dentro del lugar se podía apreciar como todo estaba adornado de artículos navideños, guirnaldas verdes con algunas esferas moradas y algunos pinos navideños, decorados con esferas moradas y guirnaldas del mismo color. Hay que tener en cuenta que el color principal de la cafetería es el morado, por ese motivo la mayoría del decorativo era de ese color. La decoración no era demasiado extravagante, pero embellecía el sitio.

Tomamos asiento en una mesa algo alejada de la entrada, y solo en el momento en que debimos ubicarnos en nuestros respectivos taburetes SungYeol, soltó mi mano, sintiéndome de alguna forma incompleto, como si algo faltara en mí. 
A pesar de que no fue mucho el tiempo en que nos mantuvimos separados, solo unos escasos segundos en lo que Yeol tomaba asiento delante de mí, tuve la necesidad de buscar nuevamente su mano y entrelazarla con la mía. Pero como si de leer mi mente se tratara, Yeol reacciono pidiendo mi mano, con una cálida sonrisa en su rostro. Sin dudar, ni tardar en hacerlo las entrelace, sintiéndome nuevamente completo. 
Apreciaba con cierto disimulo y entusiasmo nuestras extremidades unidas, nuevamente, sobre el mueble. Que bien se sentía estar así.

SungYeol mantenía su mirada sobre mí, y por más que yo mantuviera mi vista en el listado de menú, buscando algo para beber, podía sentir como su mirada se intensifica más sobre mi cuerpo. Muchas sensaciones y sentimientos me recorrieron en ese momento, navegando por mi interior.
Sé que estaba demorando más de lo que debería, en escoger mi orden, aún más cuando ya sabía que pedir. Pero no quería levantar mi vista y encontrarme con Yeol. Ya se sentía lo suficiente incomodo, como para que lo fuera aún más.  Así que por ese simple motivo seguí releyendo la lista.

-Myung-Hablo casi cantando-¿Que vas a pedir?

Fingí no oírlo y continúe mirando el menú. Ante mí repuesta nula volvió a insistir.
Si respondía significaba que ya no tenía por qué seguir viendo la carta y tendría que ver a Yeol. Pero no podía permanecer toda la tarde observando ese listado que sabía de memoria.

Preguntó una vez más- ¿Que vas a pedir?
-Un Latte Macchiato- Respondí aun sin quitar mí vista del papel.
-¿Algo más?-Negué levemente.- Bien.

Su mano se soltó de la mía, quedando así, posada sola sobre la mesa.
Quito con discreción el menú, que sostenía en mi mano izquierda, llevándolo a su lugar.
En el corto periodo de tiempo, en el cual SungYeol buscaba en el menú que pedir, me digne a mirarlo a la cara y pensar en lo que sucedía.
¿Estar así que significaba? Podría ser solo por amistad, pero mis sentidos me alertaban, haciendo que pensara que algo más sucedía entre nosotros. No quería pensar y aún menos creer que algo más ocurría, que otro tipo de sentimientos muy alejados a la amistad estaba tratando de hacerse presentes.
Volví a mis sentidos cuando vi a Lee, levantarse de su asiento e ir a pedir nuestra orden. Minutos más tarde regresaba con el pedido.
Dejo mi Latte Macciato delante de mí, su café delante de él y una pequeña bandejita con pastelitos para acompañar las bebidas, en el centro de la mesa.
...
...
La tarde paso rápido y pronto anocheció.
Al salir de la cafetería, continuamos circulando por la ciudad, hasta que la noche llego y decidimos regresar.
SungYeol me acompaño hasta mi hogar. El regreso fue tranquilo, en realidad las horas que le siguieron a la salida de Coffine Gurunaru, fueron tranquilas y normales tanto que deje mis locas ideas en el olvido, al menos por ese momento.
Dejamos de caminar cuando llegamos a la entrada de mi casa. Invite a Yeol a entrar, pero se negó, diciendo que debía de regresar a su casa porque era tarde, pero aun así no se marchó.
Su mirada denotaba nerviosismo y su cuerpo parecía algo tenso.

-Myung, necesito decirte algo.

En ese preciso momento en el que mis oídos oyeron sus palabras, algo en mi interior se puso en alerta, llenándome de nervios sin motivo alguno.
Sin previo aviso o sin esperar alguna respuesta de mi parte, prosiguió.

-Se trata de algo... que hace tiempo comencé... a sentir.-Y con esas simples palabras creí encontrar la respuesta a mis preguntas.- Yo no sé... como decirlo.- Dubitativo se acercó más a mí. No retrocedí, tampoco me acerque a él, solo me mantuve quieto, paralizado, esperando la palabras que continuaban. Tomo mis manos delicadamente- Tú me gustas.

...
...


Recuerdo que luego de aquella noche nuestra amistad cambio, al menos por el tiempo en que logre asimilarlo y darme cuenta que no era tan grave como creía o como en un principio pareció ser.
SungYeol en ese tiempo se alejó de mí, en un principio supuse que era porque él creía que no lo hablaría más luego de su confesión, después de un tiempo logre darme cuenta que en realidad tomo distancia, para que así yo pudiera pensar y tomar una decisión.
Mi decisión fue más que obvia. Continúe siendo su amigo, tan solo no quería ni podía alejarme de él. Era mi único amigo y a pesar de que era poco el tiempo que llevábamos conociéndonos, lo quería y llego a ser alguien especial para mí e indispensable para mi vida.

Días después de mi decisión descubrí que mis sentimiento por él eran más fuertes de lo que creía y que aquellos que tanto sentí cuando estaba junto a Yeol se llamaba AMOR.


-----------------------------------------------------------------------------------------------------------


Que tal?

No diré mucho, solo que e publicado este cap desde mi cuenta XD, pero no soy la autora. Los reconocimientos son para mi hermana.

Muchas gracias por leer y comenten. Mi hermana se los agradece...

Adios...