Madness, dependiendo de como lo veas, puede ser tan atractivo y excitante,como algo desesperante y esquisofrenico...
lunes, 23 de diciembre de 2013
Un Sueño Hecho Realidad
Intro.
El lider y vocalista Jung Yong Hwa de CnBlue , aprovechara su gira por latino america, para buscar a una señorita, que fue encomendado por un anciano en sus sueños .
Obedeciendo a aquel hombre misterioso, que aperece cada vez que concilia el sueño, se lanza en busca de aquella muchacha, sin saber si aquello es real o un hermoso sueño.
Personajes: Jung Yong Hwa
Personajes secundarios: Lee Jong Hyun, Kang Min Hyunk, Lee Jung Shin
Genero: Romance, comedia, Hetero.
Advertencias: Morir de la risa... creo.
Culpa de una Fujoshi. Cap 11
Capítulo 11
6:15 PM, y
las alarmas de los celulares del apartamento comienzan a sonar. El molesto
ruido llega a sus oídos, y Stefania lo toma en sus manos. Casi lo avienta
contra la pared de su habitación, cuando recuerda, que la economía no está como
para romper los teléfonos y luego comprar otro como si nada. Definitivamente
no.
-Oh
estúpido celular, te salvas porque los de tu especie es cara...- Murmulla con
la voz rasposa.
Chasquea
con su lengua y se mueve bajo las sabanas, de su cama. Intentando poder hacer
el máximo esfuerzo de poder quitárselas de encima. Observa el techo de su
habitación, y entre suspiros no puede creer que en un sábado, tenga que
levantarse al mismo tiempo que el sol va apareciendo por la ciudad.
Luego de
una batalla, la cual a su parecer fue interminable y agotadora, contra sus sabanas,
se pone de pie y sale de su cuarto.
La puerta del baño se abre al mismo tiempo que
la de su habitación.
-Oh por
todos los dioses posibles de haber y de que en un futuro existan... -Woohyun
envuelto solo con una toalla en su cintura, sonríe sardónicamente, sin quitar
el aspecto de estar supuestamente asustado.
-Muérete
pendejo...
El joven
pone en blanco sus ojos, y continúa hasta su habitación.
-Yo no
tengo la culpa, tú accediste, y yo solo quiero ayudar un poco...
Y
finalmente debe darle la razón a su amigo. Ella estaba entusiasmada con la idea
de hacer caridad, de ayudar a niños, y por eso aceptó el pedido de Sungjong, e
incluso tuvo la excelente idea de manipular las decisiones de los demás, para
que también aceptaran. Sin embargo, la hora en que ya está despierta es un
punto que le juega en contra, porque no se acostumbra, menos un fin de semana,
y peor aun cuando la noche anterior toco su colchón cerca de las dos de la
madrugada. Había estado muy atrapada en un libro, que tenía guardado, y que por
falta de tiempo lo había abandonado.
-Perdooon...-Baja
su cabeza y un bostezo se escapa- Hazme un favor. Prepárame un café, una
manzana, y una coca.
-¿Una
coca?- Woohyun alza sus cejas sorprendido.
-Si una
cooooca... la puta madre que sueño que tengo.- Stefania cerró la puerta de
baño, y ella se quedó en el interior.
Woohyun
tardo en procesar el cumulo de pedidos, y para que lo quería. Luego comprendió,
que la joven tiende a consumir cualquier cosa entremezcladas con tal, de
despabilarse rápido, y la coca hacia ese efecto en ella. Abecés no entendía el
organismo de la menor, y esa capacidad de alimentarse sin ningún cuidado.
Y
observando el reloj sobre la mesita de noche a un lado de su cama, llega a la
conclusión de que llegaran tarde.
...
...
Sun Hi
observa atenta. Preocupada, acongojada, con miles de emociones creando un tifón
en su interior. Las cuentas se van acumulando, y no exactamente las de su casa,
los avisos de remate cada vez con más insistencia, un desalojo al cual no puede
poner una traba para que no suceda. Sin embargo quiere hacer el intento, de
hacer sentir mejor a todos esos niños. Pero tiene culpa por no animarse a
decirles la verdad.
-Mamá ¿En
qué tanto piensas?
La voz del
menor de sus hijos la despierta de su letargo.
-En nada
Jongie... en nada.
Tiene el
plazo justo de solo un mes para juntar el dinero y saldar la deuda, si no los
niños perderán lo único que tienen como hogar y familia. Porque para empeorar
las cosas, de tener que irse del lugar, no tiene donde llevarlos luego, y la
calle no es opción, ni para ella ni para sus compañeros. Las cosas no hubieran
llegado tan lejos, si no fuera porque unos de sus antiguos compañeros, malverso
las facturas de los últimos meses. Las cuentas no cerraban al final de cada
día, y había resultado ser el contador, quien, estaba sacando dinero. Demasiado
tarde para poder retractar lo perdido, el muy miserable había huido a otro país
con el dinero robado.
¿Y
ahora?... Interesante pregunta. Esta desesperada, más allá de la indignación y la impotencia, se siente
sin salida, sin saber a dónde correr. Extrañaba a su marido. Para Sun Hi las
cosas no hubieran terminado de tal forma, si su esposo aún se encontrara con
vida.
Pero al
menos debe contar, con que el menor de sus hijos, había convocado a sus amigos
para ayudar, claro que los intereses del menor, era más para alivianar la
carga.
-Disculpe...
¿Y los niños?
La joven de
cabellos azabache, recogido en una trenza, levanto la mano al preguntar. Si la
memoria no le juega en contra a causa del estrés, Sungjong la había presentado
como Stefania, y era la directora del conservatorio donde trabaja el menor.
-Ellos
vendrán en un micro cerca del mediodía. Son pequeños así que no era preciso
levantarlos tan temprano.
La joven
asiente con una sonrisa, y permanece en medio de Woohyun, quien ya conoce
porque es amigo y compañero de trabajo de Sungyeol, y de Kim Sungkyu, que es la
primera vez que lo ve, pero lo reconoce por que ha escuchado el programa que
conduce por la radio.
Sungjong
que había estado pegado a su lado como garrapata, se aleja hasta donde se
encuentra la otra joven, Yadira. ¡Aja! se acaba de dar cuenta de algo, con
respecto al menor de sus hijos. Aunque no completamente con seguridad, Sun Hi
puede aventurar una hipótesis de que a Sungjong le gusta la joven. Conjeturas
que saca, con solo observar los ojos de su hijo.
Sungyeol
está a un lado de Woohyun, bastante serio. Callado para su sorpresa aunque ese
comportamiento se había vuelto rutinario en él, en la última semana.
Luego vario
un poco su mirada en Howon, conocía a su familia de antaño, era bastante
poderosa aunque el joven se dedicó a otra cosa. En Jang Dongwoo que esta junto
a Sungkyu, Director de producción del programa de radio, impresionante de
verdad. Y por finalizar en Myungsoo que esta junto a Yadira, y de vez en
cuando, observaba de soslayo al mayor de sus hijos.
<<Interesante...>>
Habría
hecho más hipótesis, pero aún tiene que pensar en cómo dividir a los grupos
para trabajar ese día. Tiene para hacer murales, y artesanías. Luego cada cosa
creada será vendida. En total eran 14, junto a sus compañeros de la fundación,
aunque faltan algunos que se encuentran en Fly Houpe cuidando de los menores.
-Pues bien
comenzare a dividirlos...
...
...
Y las cosas
no podían estar peor para Sungjong...
Comenzando
porque los adultos habían decidido que los más jóvenes estuvieran fuera, en el campus con los murales, bajo el
infartante sol. Ese era un principio, segundo porque al dividirlos, no le
pusieron a Yadira en su grupo, si no que la mandaron con Sungkyu y Woohyun, y tercero
pero no menos importante y quizás por el motivo que siente que pegara un grito
en el cielo, que lo escogieran a él para estar con Sungyeol y Myungsoo.
Oh si, la
genialidad de los genios. Estar en medio de esos dos, era supremamente
incómodo. Algo así como "Nivel Dios". Con él entre cejo fruncido,
Sungjong observo a sus dos compañeros que permanecían a su lado, mudos, y sin
si quiera poner algo de ánimo por trabajar. Luego miro el paredón delante de
él.
Peor, era
un dibujo en proporciones gigantescas. Elaborado por los compañeros de su Madre.
-Bueno...-Hablo
decisivo.- Comencemos con esto, porque me quiero retirar temprano
-Jongie...-Y
Myungsoo hizo que detuviera su caminata hasta los baldes de pintura- Espero que
seas consiente de que esto nos tomara todo un día, incluyendo parte de la
noche, ¿No?
Y el rostro
del menor de los tres desfigurándose, por la sorpresa, causo la risa del
hermano mayor de los Lee.
- Hayyy
Sungjong, ¿de verdad creíste que esto sería sencillo, o que Mamá te dejaría ir
así de simple, en cuanto terminaras? ¿No sabes que hay un horario estipulado,
hasta las nueve de la noche?
Y no, no
estaba enterado de ese pequeño pero muy relevante dato. Su vida era un
asco.
-¡Hyung!
¿Por qué carajos no me avisaste antes, que esto tenía un horario?
-¿Y qué
diferencia habría? Si esto es un castigo que nos impuso por lo del otro día..
Cierto,
aunque no quería darle la razón a su hermano, era la verdad. Abecés su madre era muy cruel, sin
serlo. Porque en fin era para algo bueno lo que estaban por hacer. Bajo su
cabeza y soltó un suspiro de frustración.
- Esto es
tú culpa Myungsoo...
Y el joven
agrando sus ojos, sin entender a que venía esa repentina acusación. Sungjong
disfruto un poco de ver el rostro desencajado de Sungyeol, pero no es tan malo,
como para contar a Myungsoo el motivo de que estuvieran allí. Aunque si lo
molestaban, podría defenderse gritándolo.
-¿Y qué
tengo que ver yo?
Sungyeol
tapo la boca del menor antes que dijera algo más, a pesar de que este no
pensara hacerlo. Frunció el entre cejo, y observo por unos segundos al profesor
de canto.
-No es
nada... Mejor trae los tarros de pintura así comenzamos de una vez con esto,
que ya perdimos mucho tiempo.-Ordeno, mientras su hermano menor se removía de
su agarre.
Myungsoo se
retiró molesto a buscar los baldes. Esa actitud del mayor tan imperante, y
petulante con él, hizo mascullar algunos insultos entre dientes, mientras se
alejaba. Aunque quizás se lo merecía, o quizás no, porque Sungyeol también
había dicho palabras de alguna manera hirientes para él.
Si
continuaba así se volvería loco...
...
...
-Si lo hacemos de esa manera esto será
eterno...
Howon se
cruzó de brazos y miro a Stefania, tomar un par de tapas de botella de una de
las bolsas que le había dado la madre de Sungjong.
- Que
aburrido que eres Hoya... Hay que ser original.
- Le dará
más vida al mural. Sera más vistoso.
Y Dongwoo poniéndose del lado de Stefania. No
sabría como interpretar aquello. Dongwoo estaba a favor de la joven de verdad o
bien lo hacía por desquitarse con él. Como fuese, parecía ya estar decidido,
que harían. Dos contra uno, y el calor del sol dando de lleno en sus cuerpos.
-Yo solo
digo, no más, pero solo tenemos un día para terminar con este mural, y es
inmenso...
-Ya está
decidido Lee Howon.
<<¿Lee
Howon? ¿Le llamo Lee Howon?... Uhhhhh esto viene para muy mal>>
Ya todos
saben quién es la que piensa de esa manera...¿Verdad? Stefania no esperaba que
esos dos se llevaran como carne y uña ese día, pero le sorprendió
completamente, la austeridad con la que Dongwoo se dirigió a Hoya. Si se
proponían a seguir así, la jornada terminaría siendo bastante tediosa.
-Bueno,
bueno, bueno... Pondremos un poco de todo en el mural. Pintura, tapas de
gaseosa, e incluso los pedacitos de azulejos...
Se abstuvo
de seguir hablando, cuando percibió la fulminante mirada por parte de ambos
jóvenes.
-¿Qué?...
¿Ahora van a coincidir que la idea de que los azulejos no es buena?
-Es que
solo tenemos un día...
Stefania
los miro ceñuda, y se cruzó de brazos.
-Uauu!
Dongwoo ¿el mismo repertorio que Hoya?... Ustedes son tal para cual. Deberían
ponerse de novios.
Oh si,
había escupido prácticamente las palabras con todas las mala y buenas
intenciones posibles. Primero porque ya estaba molesta, y segundo para ver si
alguno entendía la indirecta. Pero fallo, porque en vez de mirarse entre ellos,
y observar la tensión en el cuerpo del otro, los pares de ojos viajó hasta
ella, y por supuesto, se descargaron.
-¡¿Pero qué
dices?!
-¡¿Te has
vuelto loca?!
Aplausos
para el par de idiotas. Stefania giro sobre sus pies, y fue en busca de las
brochas y los baldes de pintura. Si se ponía a escuchar las vociferaciones de
esos dos, o bien los mataba, o terminaba por gritar la verdad.
Ninguna de
las dos. Tendría que detenerse a pensar cómo hacer para que Hoya y Dongwoo
resolvieran sus dilemas, y rompieran con esa brecha que ellos mismos habían
creado. Y si no aprovechaba ese día, sería muy estúpida de su parte. Tendría
que armarse de paciencia, y hacer algo en nombre del amor.
-Oigan
ustedes dos...
Y ahí va de
nuevo...
...
...
Yadira
estaba teniendo un día bastante complicado. No lograba congeniar con ninguno de
los dos de su grupo. A la hora de elegir un color para pintar el boceto de la
pared, cada uno elegía una tonalidad distinta. Y para llegar a una definición
terminaban jugando al piedra papel y tijera.
Hasta el momento
iban pintando menos de la mitad del dibujo, que al lado del grupo de Sungjong o
Stefania era el más pequeño. La comunicación entre ellos era muy tosca y breve,
y faltaba decisión o motivación. Como que rondaba un aire de incomodidad.
Sin
mencionar el overol manchado que tenía, aunque bueno, todos los que estaban
encargados de los murales tenia uno puesto. Eran de color azul, gastado,
parecían hombres que iban a pescar a un riachuelo, al menos eso opinaba Yadira,
que sentía estar metida dentro de un horno.
Cerca del
mediodía, y su móvil, dentro del bolsillo grande, en la parte delantera del
overol, sonó. Lo miro por unos segundo, y sin responder, volvió meterlo dentro
del bolsillo. Considera que esta muy ocupada para atender ciertos asuntos.
-¿No vas
atender?- Le pregunto Woohyun con una cálida sonrisa en los labios.
-Mira que
no tenemos drama, te esperamos o podemos seguir pintando, mientras hablas.- Y
Sungkyu siendo educadamente cortes.
Puede que
se allá sonrojado un poco, por la amabilidad de los jóvenes, o quizás porque
por unos segundos presencio en primera fila, la mirada compartida entre Nam y
Kim, una conexión que duro poco pero que le hicieron dar ganas de correr por
todo el campus y gritar. Pero bueno eso no lo podría hacer
-No se
preocupen... No es nada importante.
Mentía. Con
el paso de los meses, podía asegurar que era un tema que se volvía sustancial
en su vida, y que de alguna manera debía poner fin pronto.
Sintió un
pesar sobre su nuca y volteo su cabeza. Sungjong la observaba desde la otra
punta del mismo paredón. Él le sintió y ella se la devolvió. Pero el agobio de
hace un momento no venía de su amigo, no porque cuando Jongie la miraba siempre
era algo que calmaba ese sentimiento raro en su pecho, como lo a hecho hace un momento.
<<Anda
por aquí...>>
-Yadira...
Un murmullo
a dúo. Y Yadira despertó de su letargo, fascinada porque Woohyun y Sungkyu
tenían más química, que la misma asignatura. Aunque esos dos poco lo notaran.
...
...
Medio día,
y sin previo aviso, y para alivio de los presentes, unas cuantas nubes
comenzaron aparecer y taparon el sol. Una brisa con olor a humedad, y más allá
de sentirse contentos de que el calor menguara, solo rezaban porque el clima
les diera el tiempo suficiente para que la pintura se terminara de secar.
Pelar
papas, picar verduras, incluso apresurar las manos para hacer el postre.
-Hmmm...
¿Así que solo tiene un mes?- Pregunta Stefania y sigue batiendo la crema dentro
del vols.
Estaba
dentro de la cocina del comedor de la universidad, junto a Yadira, la madre de
Sungjong y otra mujer que pertenecía a la fundación. Preparando lo que sería el
almuerzo para los niños que corrían y jugaban por el campus.
Sun Hi pico
en pequeños trozos las papas, y suspiro.
-Sí. Es
poco tiempo, pero hay un posible comprador para el terreno. Una empresa de
construcción. Es más a puesto un abogado para ver las posibilidades de
desalojarnos más rápido.
Yadira
observo por unos segundos el esbozo de una sonrisa apagada que compartieron las
dos mayores perteneciente, a Fly Houpe. Era un hecho que a pesar de los
murales, o de las manualidades que se hacían para vender, era imposible contar
con tal dinero en menos de un mes.
El futuro
vislumbraba oscuro para esos menores.
-Veremos
qué podemos hacer. Con respecto a los murales ya han sido vendidos a la
universidad. Pero no hemos sacado mucho.-La Compañera de Sun Hi, parecía
esforzarse demasiado en no dejar salir unas cuantas lagrimas que pugnaban en
sus rasgados ojos.
Yadira se
acercó a Stefania que continuaba batiendo con más fuerza la crema.
-Si sigues
así, cortaras la crema, y te vas a ensuciar.-Le susurro al oído a la locutora
El ambiente
comenzaba a ser un tanto incomodo, como pesado. Quizás porque entre ambas no
lograban evocar palabras para poder brindar algo de tranquilidad en las mayores.
-De todas
maneras esta semana buscaremos rentar otro lugar, por las dudas. Puede que las
fechas no caiga encima como balde de agua, y no podemos, no tener donde ir con
los niños. Más pequeño, eso seguro.
La puerta
de la cocina se abrió lentamente. Las cuatro mujeres observaron directamente
hacia la entrada.
-¡Umma!...
Un
espléndido coro de niños se escuchó, y los infantes ingresaron corriendo al interior
de la cocina, rodeando a SunHi y a la otra mujer. Los pequeños vestían iguales.
Remera de mangas cortas, verdes, con la
insignia de la fundación en la parte izquierda sobre el pecho, y pantalones
cortos blancos.
A las mas
jóvenes se les escapo una sonrisa, y concordaron en que era injusto, que por
avaricias de otros, esos niños se quedaran si el lugar que les había acogido
como, sus propios hogares. Algo se tenía que poder hacer.
...
...
Las horas,
luego del almuerzo transcurrieron rápido.
Los niños
habían almorzado y merendaron en el campus de la universidad. Los habían
entretenido cantando algunas canciones, jugando algunos juegos, o contando unos
cuentos. Cerca de las siete de la tarde, el micro pasó a recogerlos, y se los
llevo.
Finalmente
a pesar de estar muy ocupados con los murales, la tarde resulto gratificante.
La inocencia y alegría infinita de los niños, renovó los ánimos de cada uno.
Tal vez porque los infantes presentaban unas ganas de vivir, que a veces
mientras uno crece y comienza a conocer de las complicaciones de la vida, va
dejando de lado, y olvidando.
-No le hayo
forma...-balbuceo Sungjong.
Se habían
juntado los nueve delante del largo paredón, y observaron confundidos y
satisfechos los tres murales. Miraran por donde miraran, así se pusieran cabeza
para abajo, lo que pintaron no lo entendían, y sinceramente luego de más de
doce horas trabajando en ellos, tampoco les interesaba entenderlo.
-Es arte
abstracto, Jongie...- Yadira respondió amablemente, y entrelazo su brazo con el
del joven.
El menor de
los Lee la observo de soslayo. Abecés creía un tanto injusto las cosas, porque
Yadira, tanto como Stefania, tomaban en cuenta ese acto como algo normal, sin
un efecto especial de por medio, algo que no insinuaba nada, ni un pequeño
compromiso con sentimientos, Nada, y para ellos, abarcaba miles de emociones, o
al menos para él, que simplemente se le olvidaba como respirar, cada vez que
tenía a la joven a su lado.
-Muy bien
chicos, les ha quedado genial.-Sun Hi apareció por atrás de ellos, junto a sus
compañeros de la fundación, admirando el arduo trabajo de los menores.-Ahora ya
se pueden ir. Han terminado antes de lo esperado.
-Solo media
hora antes de la nueve, mamá...
-Deja de
bufar Jongie... Bueno ahora si se quieren retirar se pueden ir, tranquilos. Por
cierto si alguno quiere tomar un baño, están las duchas del gimnasio.
-Yo
voy.-Respondió efusivo Sungyeol, y prácticamente salió corriendo en dirección
al gimnasio, sin percibir, que había captado la atención de un par de ojos.
El resto
simplemente se deshizo de los overoles manchados con pintura, y quedaron con la
ropa que tenía debajo. A pesar de estar
sudados, preferían ir hasta su casa a
deshacerse de la carga del día. Llevaron los overoles hasta el canasto que les
dejo SunHi para la ropa sucia, luego ella se encargaría de dejarlos en una
lavandería.
La luna
asomaba rápidamente, y el calor aminoro bastante. Algunas nubes rondaban por el
cielo, pero no daba el aspecto a que fuera a llover. Perfecto, no deseaban que
lloviera hasta que la pintura se terminara de secar.
-Tengo
sueñoooo...-Stefania bostezo, y estiro sus extremidades.
-Eishhh...
¿dónde mierda se metió?
La voz de
Sungkyu llego oído de todos. Stefania se le acerco y lo miro entrecerrando sus
ojos.
-¿Que
mierda te sucede? ¿Por qué insultas?- Y luego le saco la lengua, mofándose de
sus propia palabras.-Yah de verdad... ¿Qué sucede?
Estaban
fuera de la universidad, parados junto a la hilera de vehículos, estacionados a
un lado de la acera.
-Myungsoo
me trajo en la moto, y ahora no está... me refiero que él no está, porque la
moto se encuentra allá.
Los siete
que se encontraban en ese momento observaron a su alrededor, solo para llegar a
una conclusión, aunque no pensaban decirla
Stefania
rodo sus ojos, esto era el colmo.
-Bueno, yo
te lle...
-No.-Yadira
había tomado de su brazo, y la observaba tratando de decirle algo a través de
sus ojos.-Necesito hablar contigo- Susurro
-Pero...
-Yo te
llevo.
Y ese era
Woohyun, con las llaves de su Audi en mano, y ofreciéndose con una sonrisa.
Exactamente tres personas se emocionaron por esto, pero solo dos de ellas
miraban expectante la situación, cuando Sungkyu, anonadado, simplemente asintió
y Nam abrió la puerta de acompañante del vehículo, y con su mano izquierda
hacia ademan para que el locutor tomara asiento. Woohyun se despidió agitando
su mano, y subió al auto. Y para cuando despertaron de su letargo el Audi ya
había desaparecido.
Sin embargo
no pudieron reaccionar, o manifestar su alegría.
-Yo también
me retiro... Nos vemos chicas. Chau Jongie
-Yo igual.
Y tan
rápido como Dongwoo se despidió, Howon lo siguió. Aunque cada uno se fue en su
vehículo, extrañamente tomaron la misma dirección, y si mal no recordaban, los
tres que habían quedado, esos dos Vivian en puntos opuestos de la ciudad.
-¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!....
Sungjong
tuvo que cubrir sus oídos, cuando el grito agudo de ambas mujeres estallaron en
medio de la calle, y rompiendo el silencio que los rodeaba.
-¿Viste
eso? Porque yo lo vi... Fue como ufffggggggg sdxfghjkllkjhgfdsdghjds.... Algo
asi- Esto es estúpido, pero a medida que Stefania hablaba, parecía que la boca
se le llenaba de saliva, y era peor al ver el rostro malicioso, que poseía.
-Necesito
aire...-Puede que Yadira debido a la emoción, no lo notara, pero de alguna
manera termino abrazando a Sungjong, y gritando.- That life is beautiful ...
I love Jongie
Y con eso
último, Lee Sungjong casi muere de un infarto.
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Y aqui el cap 11... jejejeje
Bien que le parecio??
No eh echo mucho incapie en las parejas exactamente porque hablar un poco de la fundacion era necesario para los siguientes capitulos de la historia. Y por supuesto, en cap que viene ya abra Woogyu, Yeolsoo, Yadong jajajaja
y otras cosas XD.
Bien tambien publique la segunda parte del Two Shot aqui para que lo lean... Y por favor no me maten...
Bueno les deseo felices fiesta... Una Feliz Navidad. Aunque yo no soy muy amante de la navidad pero es lindo, ver a la familia reunida jejejeje
bueno besos chicas
Y nos estamos leyendo
Kiss
Trébol de Cuatro Hojas. 2° Parte
Segunda parte...
Y ahí está de nuevo...
Un viento que surca por encima de él, y el aroma a
humedad, sin llegar a ser fuerte. El ruido de las olas golpeando contra ese
largo paredón de tierra, bajo sus pies.
Sentado sobre el corto pasto que parece, comenzar a
crecer. La luna llena reflejándose sobre las oscuras aguas del océano, y unas
pocas densas nubes, que acechan con querer ocultar su belleza.
Abrazo sus piernas, y observando a lo lejos. Su camisa
desprendida siendo agitada por la impetuosa brisa, pero aún tiene una camiseta
con mangas cortas debajo. El clima templado.
Recuerda sus pensamientos de un principio...
La sensación de tropezar y dejarse caer por el
precipicio hasta tocar fondo...
Y adelante tiene un acantilando, con la profundidad
del océano, a su merced.
Cuestionarse de en qué momento regreso ese efecto
vertiginoso de su casi depresión, a perturbarlo de nuevo. Y es como un pánico
al cual allá sentido contradecir. Tiene que regresar a su país, la discusión
interna lo corroe al punto de querer lanzarse.
Porque todo lo que quiere dejar atrás volverá. Aunque
puede asegurar, que en casi todo el mundo hay muchos en la misma situación, a
Nam Woohyun no le quita la inquietud de saber que tendrá que pasar otra vez por
lo mismo.
Porque nunca acabara...
Porque de donde viene, todo tiende a tener que ser
pura moral, y con certeza se puede decir que es una sociedad de doble moral,
que en su afán de mostrarse rectos, son tan ignorantes, que no son capaces de
ver dos dedos de frente, que no son capaces de advertir la basura impugna,
que tal parece los hace sentir mejor, y alzar su mentón orgullosos de ser
quienes son.
Sus piernas se enderezan, y sus pies avanzan hasta la
orilla, hasta lo que supone puede ser un final...
-Podrías caerte.
Y antes de poder evaluar mentalmente de quien ha
hablado a su espalda, su alma se ha encargado de movilizarlo, reconociendo al
instante la voz que lo estremece. Su mano ha sido apresada con fuerza, y con
suavidad, lo jalan hacia atrás. Y él sin poder quitar, su mirada borrosa, del
abismo a varios metros abajo.
-Yo lo entiendo Woohyun...
Y el aire le hace falta para seguir...
...
...
Y la carga se hace amena... Porque te estas dejando
ir.
Rodeado, apresado, sin saber cómo lo ha encontrado.
Perdido en lo reconfortante de ese claustrofóbico espacio. Empequeñecido entre
los brazos ajenos, hundiéndose en la tibiez de ese pecho, que recarga su rostro
cubierto, y soportan el peso de la angustia de sus lágrimas.
Es como un niño desprotegido, que busca seguridad. Su
cuerpo entre las piernas y los brazos de alguien que poco conoce, pero con solo
verlo por segunda vez le trae de nuevo ese oxigeno faltante en su pecho.
Un
auxilio y a su grito silencioso de socorro
Porque nunca ha llorado, ni si quiera en la oscuridad
de su habitación. Porque era, hasta entonces, una decisión tomada de no caer,
de no mostrar la debilidad que los demás querían ver en él.
Sentados sobre el pasto, ocultos de la luz de la luna,
bajo la penumbra de las copas de los árboles, Woohyun se aferra más a la idea de que ese joven es
su ente liberador.
Y ya no existe más nadie...
Y en esa soledad, en la que parece que el mundo se
constreñido, hasta dejarlo a ellos dos solos, hay un bálsamo de paz. Sungkyu ha
tomado nuevamente de su mano, y mientras él esta ajeno a la realidad, el mayor
acaricia la extremidad de su cuerpo, y deposita suaves besos sobre la piel.
Woohyun se estremece...
-No vuelvas a hacerte esto... ellos no lo valen.
La vergüenza de sus actos se marca en su mejilla. Un
beso delicado, sobre una profunda cicatriz en su muñeca, y él se siente
descubierto.
- No intentes vivir por los demás, vive por ti mismo,
porque debes hacerlo, Porque para ello se te dio la vida, para vivirla. No
cometas locuras, porque estamos solo una vez, y hay demasiadas cosas lindas y
hermosas por las cual seguir.-Una serenidad, y Woohyun quiere seguir escuchando
esa voz por toda una eternidad.- Porque eres diferente, eres un diamante puro
en medio de las perlas, eres vida en medio del caos... Y que por más caos que
haiga, está la esperanza, de que todo puede cambiar...
Solo se escucha el viento rozar contra las hojas de
los sauces alrededor. El agua en movimiento del océano... Y es como un sueño.
-Woohyun, no decaigas. Si debes llorar hazlo, no lo
guardes. Reprimiendo el dolor no lograras nada.- Sungkyu toma del mentón del
menor y lo eleva un poco. Su corazón se compunge al ver esos ojos enrojecidos,
el camino trazado por las lagrima que va secando, y otras que siguen cayendo y
él limpia con su pulgar.- Sonríe, sonríe un poco... para mí. Porque tu sonrisa
tiene una luz que moviliza... Que me moviliza...
El bálsamo del susurro silenciado, por el tacto de los
labios necesitados...
...
...
Y acá contigo, soy quien soy... Quien debo ser...
Los besos propinados por el mayor, tan agradables y
sosegados. Sus labios contagiándose en esa danza de principiante con profesor.
De la ingenuidad de Woohyun escapando por la ventana de esa habitación que no
es suya, de la experiencia de Sungkyu que arrebata con llevarse algo más que
una noche de pasión.
Sungkyu quitando la camisa a cuadrille del menor,
lanzándola sobre el suelo, su manos escabulléndose por debajo de la camiseta
negra, palpando el abdomen de un Nam Woohyun que ha apartado su dolor a un
lado, solo para dar lugar a la pasión.
-Déjate llevar Woohyun...Solo déjate llevar...
Un murmullo en su oído, Una contracción en su cuerpo
por el aire caliente de esa boca, rozando la piel de su oreja. Y Nam se está
dejando llevar. Porque toma entre sus manos el rostro del mayor, y une sus
labios con los ajenos, deslizando su lengua en el interior de la cavidad bucal
de Sungkyu.
La respiración alterada por la falta de oxígeno en
ambos, pero no se separan.
La espalda de Woohyun tocando la superficie del
colchón, subiendo de a una sus piernas sobre la cama, extraviado en las
caricias del mayor, en el aroma de su cuerpo. En lo incredulidad de sus actos.
Sungkyu sobre él, sin echar todo su peso encima,
sosteniéndose con sus manos, una a cada lado de la cabeza del menor.
Designando a sus labios recorrer ese
cuello moreno, que lo atrae hasta la locura. Escuchando los suspiros y los
cortos jadeos que escapan de la boca de Nam, quien comienza a soltarse de las
amarras que lo atan a ese puerto de perdición.
Woohyun comenzando él mismo, a subir de a poco el polo
blanco de Kim, dejando que sus manos sientan la suavidad de la piel nívea, de
la espalda del mayor. Despojándose entre ambos de sus ropas, percibiendo la
falta de oxígenos en sus pulmones, y volviendo más agitada su respiración.
Desnudo desde la cintura para arriba, Sungkyu
queriendo entrever su rodilla entre las piernas del menor, y Woohyun solo
abriéndose, dejando el espacio suficiente para que él se acomodara.
Sus miradas se cruzan, la ferviente exigencia de la
entrega por completo, abrumando esa burbuja que los encierra solo a ellos, y el
calor en aumento...
-Se mío Nam Woohyun... Se solo mío...
Y las palabras no salen de su boca, no logran
formularse, porque su respuesta es obvia.
Quiero, ser tu complemento, aunque valga solo por una
noche, por unas pocas horas...
Sungkyu comienza a desabotonar el pantalón del menor,
jalando de ellos junto con su ropa interior, en una desesperación inaudita, un
menester que su cuerpo desconocida, que lo tiene de pie sobre un hilo fino de
cocer, al borde de caer y perder la razón.
Y Woohyun no se hace esperar, porque a pesar de su
inexperiencia, no tolera las punzada en su entre pierna, en su abdomen, en su
ser. El jean de Sungkyu siendo tirados a un lado de la cama, y al instante Kim
se apodera del miembro del menor, que mientras está sentado con sus piernas
abiertas, y sosteniéndose con sus manos, echando su cabeza hacia atrás, por ese
calor que recorrió todo su cuerpo, con el tacto de las palmas del mayor en su
hombría.
De arriba a abajo. Desde la punta hasta tocar su
pelvis. La sensación de la mano serrada sobre su pene, los jadeos en su pecho
que empujan por salir deliberadamente, los labios de Sungkyu junto a los suyos,
tomando la formas de un pecado, irremediable, que con gusto volvería a cometer.
Sus brazos perdieron la fuerza, y su cuerpo cayó sobre
el colchón, dando un pequeño rebote.
Sungkyu en medio de sus piernas, con la respiración agitada, y Woohyun
supo que recién comenzaba.
Y lo que se inicia, puede no llegar a tener fin, puede
ser inmortal, y traspasar las barreras del tiempo...
...
...
Con solo mirarte...
Porque los pequeños ojos de Kim Sungkyu, lograron
salvarlo de las cadenas de un fin desconocido, solo para atarlo a él, solo para
que en cada segundo transcurrido, su imagen se incrustara severamente en su mente,
y en su pecho.
El amanecer impetuoso, colándose por las cortinas, de
la habitación de Kim, la brisa mañanera, rodeando ambos cuerpos, apenas
cubiertos por las finas sábanas blancas.
Te has llevado hasta la esencia de mi alma...
-Te iras ¿verdad?
Y aunque el susurro detrás de su nuca fue repentino,
no le sorprendió, sin embargo el dejo de anhelo filtrándose en medios de las
palabras, lo estremeció. Porque la injuriosa idea de que aquello podía llegar a
mas, corroe a su mente, de no saber si
es solo una simple ilusión.
-Mañana.
Y es letárgico el silencio, que apodero, cada rincón
de esas cuatros paredes. Sus párpados comenzaron a pesar, y el nuevamente se
quería dejar llevar por esas manos que acariciaban con lentitud y suavidad su
cintura.
Los pequeños besos sobre su hombros, el sin fin de
efectos domino de ese acto.
Woohyun volteo, y ahora frente al rostro del mayor, el
deseo de deleitarse se apropió de su uso de razón. Sus labios unidos una vez
más, y sus lenguas danzando entre ellas descaradamente. Sungkyu ejerciendo
fuerza en su estrecha cintura, y haciéndolo subir a horcajadas, sobre su
vientre.
Los besos no se detienen, pero se funden aún más. Su
trasero desnudo rozando la entre pierna del mayor, y el calor de sus cuerpos va
en aumento.
Y es porque el deseo esta tan presentes en ambos, que
ya no esperan a avanzar con lentitud, con tranquilidad. El rostro de Woohyun
compungiéndose, y aun así tragando el dolor, de sentir en una sola embestida,
el miembro del mayor en su interior.
-Muévete...
Y sus caderas se contorsionan de atrás hacia delante,
con esa orden.
Dame más de lo que tú eres, dame todo lo que implicas,
y piérdeme en este litúrgico momento...
Sungkyu se ha sentado sobre su cama, y Woohyun sin
esperar más nada, ha rodeado con sus piernas, la cintura de Kim. Sus pieles
sudadas, tocándose una con otras, el mayor apretando fuertemente su cuerpo con
sus brazos, como una posición a la cual no quiere dejar ir.
Déjame sucumbir ante ti, déjame que esto pueda llegar
a más que un fogoso recuerdo, de nosotros siendo uno...
-Vuelve... Vuelve Woohyun...
Y las palabras entre gemidos demenciales, se graban en
su mente. Su espalda se arquea y se hecha hacia atrás, y Sungkyu lo sostiene,
con vehemencia. Los labios del mayor probando de esas gotas saladas que
descienden por su pecho, el rose de esa lengua, sobre su piel, un tacto que no
olvidara.
Oh ve en busca de mí...
...
...
Ni despedidas, ni besos reprimiendo su ida, ni abrazos
que impidan o aleguen que no quieren alejarse.
Fue su pedido, su decisión, porque regresa donde todo
comenzó. Porque debe poner las cosas en su lugar, debe acabar con lo que se
apropió de él, hasta el punto de llevarlo a un posible suicidio. Debe poner el
punto final a ese libro mal escrito de su pasado, oscurecido.
Porque sobre sus palmas, y aunque sea de forma
imaginaria, su presente se comienza a escribir nuevamente, sobre paginas
limpias y en un reluciente blanco, con la tinta negra de una pluma de
antepasados, dominada por las nuevas historia y emociones, que embaucan su ser.
No solo serás un párrafo, no solo serás unas hojas, si
quieras un capítulo de este nuevo comienzo...
Su bolso a un costado, y la mochila sobre su espalda. De
regreso a su país natal, Woohyun continua caminando por los pisos relucientes
del aeropuerto de Dublín, con la
vertiginosa sonrisa en sus labios, de que ya nadie puede con su espíritu
reforzado de acero. Preparado para lo que sea que anteponga en su camino, en su
destino.
Y la vocera de la aerolínea llamando para el próximo
viaje a Corea de Sur, retumba en cada recoveco del lugar.
No te dejo atrás, porque eres mi nuevo y único
principio... y quizas esto pueda
continuar...
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Que tal como les vas?....
Horrible el final.. verdad?? Pienso asi... Peor me salio cortito XD
jajajaja
Pero esto tiene una segunda intencion...
Que les parece, si se sigue como un serial?... No lo se, se me ocurrio.
Comenten que piensan, al respecto... jejeje
Y espero tengan una Feliz Navidad jejejeje
Se las quiere y Gracias por siempre leer, y acompañarme...
Kiss
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