sábado, 25 de abril de 2015

Culpa de una Fujoshi. Cap 21

Capitulo 21

DongWoo persistió ante el repentino viento frio que se había alzado en contra de la ciudad, preguntándose si ese año haría más frio de lo habitual. Hasta ayer se sentía el clima otoñal, hoy parecía adentrarse a esas heladas de Diciembre o enero, donde apenas se pueden ver los ojos a causa de las ropas y capuchas que suelen ponerse para proteger el rostro del frio seco y abrazador de esa época. La tarde estaba encima de él y de a poco se iba despidiendo por ese día hasta el siguiente. Suspiro y el vaho escabullido de sus labios no lo tomaron por sorpresa, sin embargo fue notorio el espesor que cobraba ese aire gélido que había emanado. Faltaba que nevara para dar por sentado que, además de un clima loco, tenían el invierno dominando a los pocos días que quedaban del verano.

Sus cabellos se arremolinaban encima de su cabeza, jugando con las bofetadas de esa ventisca. ¿Qué diablos hacia sentado, solo, en una banca en mitad de una plaza, con el frio de acompañante y teniendo al alcance de sus ojos su vehículo? Quería algo de aire, que irónico, pensó sonriendo mientras se encogía de hombros en un intento de mermar la huida del calor de su cuerpo. En pocas palabras no esperaba encontrarse con tan abrupto cambio de clima al salir de la casa de HoWon y él necesitaba un respiro.

Muy seguramente estaba siendo terriblemente dramático. Si SungKyu o Stefania lo viesen le dirían que era ridículo y anormal ser tan ¿mártir?… Pues él jamás se consideró alguien que estuviese dentro de sus cabales, pero tampoco para hacer lo que estaba haciendo en ese momento. Mas ridículo parecería si sus amigos supiesen el porqué. Talvez era mejor regresar a su coche, resguardarse de la baja temperatura, y clamar por tranquilizar sus emociones mientras estuviese envuelto en calidez.

Ciertamente no tenía sentido lo que hacía, de hecho, estaba convencido de que así lo era, así que decidió ponerse de pie y marcharse de esa plaza antes de seguir pareciendo un viejo con demencia senil a la vista de algunos conductores que pasaban por las calles que rodeaban aquel lugar público y tranquilo que seguramente se preguntaban  ¿Y ese viejo loco?

Ocupo su lugar, detrás del volante, e inmediatamente su cuerpo comenzó a entregarse al calor del interior. Relajo su espalada en el respaldo del asiento, y mientras cerraba sus ojos los pensamientos sobrevolaron su cabeza.

-Tanta inseguridad…

Demasiada para su gusto, y era mutuo. La noche perfecta había desaparecido con el despertar de esa mañana. Una conversación llevo a la otra. Los miedos y culpabilidad de HoWon por haberlo hecho sufrir, por, según él, comportarse como un reverendo idiota y no ser capaz de darse cuenta del dolor que había estado causando en él...

 -¿Y así me considero tu mejor amigo?

En ese momento su voz parecía querer quebrarse sin embargo DongWoo sabía de ese orgullo del menor y que tragaría toda lagrima, pero el perpetuo rostro de haber cometido un error no se disimulaba. Intento calmarlo, abrazarlo, y de momento a otro Lee era arisco a sus caricias. No se dejaba tocar y repetía, hasta que se levantó de la cama, que no merecía que él lo amara de esa manera, no luego de tanto daño. Aun así, como había persistido horas en el frio de afuera,  peleando contra el viento, hizo de igual manera.

-No tenías por qué darte cuenta. Yo no quería que lo supieras.

Hoya en la cocina intentando servirse un vaso de agua, solo con el bóxer gris cubriendo su intimidad, había volteado y lo observado tremendamente hostil.

-¿Por qué?

-Porque… Temía perderte. Prefería que las cosas quedaran en amistad y…

-Siento que lo hare de nuevo.

Él, a pocos pasos de HoWon, se estremeció con esa interrupción. Nada terminaría bien. La mano del menor acaricio su rostro con el dorso, y DongWoo quería perderse en el calor del cuerpo ajeno y sentir todas esas sensaciones de la madrugada. Totalmente entregados y sin miedos de por medio.

-Aléjate de mí, te hare sufrir de nuevo.

-No lo harás.

-Si lo hare.

HoWon parecía estar tan seguro que Jang concibió una hipótesis cruel y dura para él, tras unos minutos de silencio en que solo eran capaces de mirarse.

-Tú quieres seguir con tu vida tal cual la vienes llevando.

No había quedado en una hipótesis, la había transformado en una conclusión sin derecho a debatir. Hoya había abierto sus ojos como platos, perplejo ante aquella acusación pero reacciono tan lentamente que cuando miro una vez más a DongWoo, este ya se dirigía a la habitación en busca de su ropa.

-No quiere cambiar.- Repitió para sí mismo en la calidez del interior de Audi

...
...

Los policías continuaron hablando con cada uno en el conservatorio por más de dos horas. Sobre todo con los damnificados y el guarda de seguridad como único testigo. Se había preguntado demasiadas veces sí, tanto como SungYeol o Stefania conocían  a alguien quien pudiese querer hacerle daño. El primero había negado rotundamente, mientras que la directora había enmudecido por unos segundos pensando. Primero en la lista diría que Lee JongHyun pero era demasiado inteligente como barajar una manera tan poco golpista como lo que habían hecho, y para variar solo había querido pensarlo así, aunque si tenía alguien en mente con ganas de hacer aquello, pero para hablar necesitaba que Yadira ayudara comentando algunas cosas.

La menor seguía reclinada contra la pared del Hall, en silencio, dispersa en su mundo, nerviosa y tal vez más asustada. Stefania no quería molestarla pero esto podría, por lo menos, poner a Gerard en calidad de sospechoso. Era el único que tenía en mente, aunque no había una relación directa con SungYeol y eso es lo que no se entendía demasiado, aun así La directora del conservatorio llamo a la joven.

-¡Yadira!- Había alzado la voz y utilizado su mano para llamarla- ¡Ven por favor!

Sorprendida, la menor avanzo hacia donde se encontraba su jefa con el uniformado, su respiración no había dado tregua en ningún momento, y la tensión en cada extremidad de su cuerpo jugaban a estallar en cualquier momento y jalarse de los cabellos. Todo aquello la desesperaba porque ya no sabía que esperar. No se estaba metiendo solo con ella, estaba ocupándose, también, de quienes la rodeaban. Yadira se prendió del brazo de su amiga, con fuerza, ejerciendo presión y la mayor se removió un poco.

-Tranquila. Solo habla de él. Sabemos que solo puede haberse tratado de aquel tipo y esto puede ayudar para que acabe tu situación.

La joven asintió, sin embargo no dejo que Stefania se marchara.

- Por favor quédate.

La directora permaneció atenta escuchando el relato de Yadira,  por momentos aportaba algún detalle que  a la menor se le podía haber pasado, y en otros guardaba silencio y observaba a los demás. Quedo atenta, durante ese viaje de mirar detalladamente el lugar, en los dos sujetos que se encontraban arrimados a un pilar. SungKyu apoyado contra el pilar y WooHyun delante del mayor. Había estado tan ocupada últimamente que se le había pasado ese acercamiento entre sus amigos por alto. Sabía que se llevaban bien, lo cual era muy bueno, pero ahora, desde su perspectiva, se veían mucho muy íntimos. ¿Habían comenzado una relación entre ambos y no estaba enterada? Frunció el entre cejo. Eso no podría ser así, algo tan grande no podía haberlo ignorado de tal manera ¿o sí? Los observo una vez más y esta vez WooHyun lo noto y volteo a sonreírle. Stefania no quito la mirada sin embargo realizo algún gesto que incomodo al joven. Solo había movido su cabeza en dirección al locutor y con una diminuta sonrisa lanzo un par de besos, lo suficientemente poco notable, a SungKyu. Con la respuesta corporal de Nam ya había obtenido la respuesta, esos dos seguían sin avanzar y esperaban una patada de parte de ella para que cayeran a remolones.

Stefania sintió la necesidad de ir al baño. Desde que había ocurrido todo aquello que estaba ignorando su llamado a la naturaleza.

-Disculpen- Interrumpió la mitad de una pregunta del oficial, el cual la miro duramente y ella se sintió un poco intimidada por el sujeto-. Necesito ir al b-b-b... tocador.

Yadira la dejo ir. Parecía un poco menos tensa que hace un momento y más resuelta a cooperar. Para la directora fue un alivio. Quizás fuese porque al fin alguien la estaba escuchando y estaba por tomar cartas en ese asunto. Se dirigió al pasillo, pasando por el lado del otro grupo de compañeros.  SungYeol, MyungSoo y SungJong, los tres contra la mesa de entrada. El mayor  aun pensaba y le daba vuelta a aquello buscando la explicación, unión, algo que le aclarara las dudas de porque él. Ella tampoco lo entendía, y no podía generar ni una sospecha que pudiera esclarecer el motivo del ataque en contra del abogado. Los otros dos estaban sumidos en el silencio. Stefania no percibió el par de ojos que la seguían, y continuo hasta ingresar al baño. Hizo lo suyo, lavo sus manos y al salir casi se llevó puesto al menor de los Lee.

-Oh, Jongie. Disculpa, no te había visto.- Dijo la mayor, sonriente, sin embargo al ver el rostro del muchacho, su gesto cambio a preocupación-. ¿Qué sucede, SungJong? ¿Por qué tienes esa cara?

-¿No te parece suficiente lo que está sucediendo como para tener esta cara?

Stefania hizo su cabeza hacia atrás, sorprendida por la hostilidad del joven.

-¿Qué demonios ocultan Yadira y tú?

-¿A qué te refieres con eso?- espeto la directora, no tan perpleja y un poco más solvente.

SungJong rebusco en los bolsillos de su jogging, y saco un papel de uno de ello. Se lo extendió a Stefania y la joven observo la mano temblorosa del menor. Estaba alterado y se estaba conteniendo. Pero todo eso lo dejo atrás una vez que leyó el contenido de aquella hoja. Los ojos de la mujer se clavaron en el muchacho.

-¿De dónde sacaste esto?- Pregunto con el ceño fruncido, perturbada y sacudiendo el papel mientras preguntaba-. SungJong dime de donde...

-Lo dejaron en el parabrisas de mi coche hace una semana, a la salida de la universidad.- Respondió sin abandonar el tono a discordia en su voz.

Alguien más se acercó hasta donde se encontraban ellos, y Stefania arrugo el papel en sus manos y lo escondió en el bolsillo de su campera. SungKyu venia seguido por un policía.

-Oigan, los oficiales ya se están por retirar.-Dijo el mayor, sintiendo el ambiente tenso entre los dos que estaban delante de la puerta del baño de mujeres.

-Sí, señorita. Pero esto queda en manos de un detective. Uno de los oficiales quedara haciendo guardia en la escena de los hechos hasta que él llegue. Necesitaremos que...

- Si lo sé, que alguien se quede. No se preocupe yo esperare hasta que llegue y haga lo que tenga que hacer.

La directora acompaño al oficial hasta la salida. Los patrulleros se marcharon, quedando solo uno delante del ingreso al conservatorio. Sus compañeros parecían un poco más aliviados luego de toda aquella marcha y ya querían retirarse, pero ella debía retener algunos de ellos.

-SungJong, Yadira, por favor esperen en mi oficina.- La menor se sorprendió ante aquel pedido, pero no lo replico, solo obedeció, de igual manera SungJong, que seguía sin cambiar su carácter combativo contra ambas mujeres- SungKyu, puedes retirarte. WooHyun necesito que te quedes, por favor, no tengo con que movilizarme ahora, y si me haces el favor...

-No te preocupes. Te esperare.

 La directora asintió agradecida.

-Yo tengo más trabajo para hacer. Debo retirarme- Aviso SungYeol, un poco despeinado de tanto sacudir su cabellos durante horas atrás. Afligido por su vehículo y porque debía conseguir un taxi al salir-. Avisa a mi hermano que me fui, ¿sí?

-Nosotros lo alcanzamos hasta tu casa. Ve con cuidado-. Respondió WooHyun palmeando la espalda de Lee.

-Yo también me voy, Stefania. Llama si surge algo o si lo necesitas.-MyungSoo parecía querer decir algo más, pero lo estaba acallando. La directora supuso de qué podía tratar así que decidió dar una mano al joven.

-Oye, Myung, ¿podrías alcanzar a SungYeol hasta su casa?

El cuerpo de los mencionados se puso rígido, aquello dio cierta gracia a los presentes pero no acotaron nada. Sin embargo SungYeol abandono rápido su postura y observo al primo de SungKyu.

-¿Puedes?- Pregunto Lee, sin mostrar expresión.

MyungSoo se limitó a asentir y a despedirse, SungYeol hizo lo mismo y luego desaparecieron por las escaleras que llevaban hacia la cochera.

-Eso era muy necesario.- Comento el único Kim quedaba, cruzado de brazos y sonriente por ver en los ojos de su primo un poco de ilusión luego de ese empujón.

-Sí que lo era. A ver si alguien avanza algo.

-¿A qué te refieres con eso, Stefania?

La joven sacudió su mano a un lado de su cabeza, como ignorando su propio comentario.

- A nada. Me iré con Yadira y SungJong que me están esperando.

-Yo acompañare a Hyung hasta su vehículo y luego paso por tu oficina.

-Vale.

La directora observo como sus amigos se iban por el mismo lado que SungYeol y MyungSoo, pero diferente a aquellos, estos dos, Nam y Kim, iban demasiados enfrascados en una plática amena. Al menos podía ver algo bueno, antes de la tormenta que le esperaba.

...
...

La incomodidad y la tensión eran dueños de esas cuatros paredes y de los jóvenes que se encontraban en ella. El único sonido provenía de un reloj pequeño, de plástico plateado, sobre el escritorio. La manecilla de los segundo avanzaba con un click y parecía poseer un poder para que el aire que se respirase en esa oficina fuese hasta desesperante.

Yadira atisbaba a abrir su boca cada cierto tiempo. Quería platicar con SungJong, preguntar cómo se encontraba, si algo le sucedía, o solo pedir perdón por lo de noches atrás, pero la gélida mirada que mantenía el joven, observando hacia la ventana de la oficina, le hacía dar marcha atrás. Era cruel verlo así, y ella no tenía la mera idea que podía ser peor.

La puerta detrás de los muchachos se abrió con un pequeño chirrido, y ambos voltearon a ver. Stefania ingreso, con paso decidido y un rostro calculador como pocas veces adoptaba.

-Gracias por esperar y disculpen la demora.- Dijo y ocupo su asiento detrás del escritorio.

-¿Mi hermano?-Pregunto SungJong, secamente.

-Se fue. Dijo que tenía trabajo por hacer aun. Con WooHyun te alcanzaremos luego hasta tu casa.- Stefania saco el papel que tenía guardado en su campera y observo a la menor-. A ti también te llevaremos al departamento.

-¿Por qué estamos aquí?- Yadira decidió ignorar el favor que le haría la directora, solo para prestar atención al bollo blanco en la manos de esta.

-Toma.

SungJong, aunque no fuese capaz de demostrarlo en ese momento, sintió la incertidumbre por ver el rostro de la muchacha, por ver la expresión que asaltaría a esos ojos al leer ese mensaje. Yadira tomo con cuidado el papel. No había mucho por leer, apenas unas cuantas palabras pero lo escrito era bastante claro y amenazante. Suficiente para saber quién era el emisor de la nota. La joven alzo la vista, temerosa, con la piel erizándose por debajo de la ropa y la sensación de ahogo en su garganta. ¿Había sido para Stefania esa nota? Sus dudas se disiparon rápido cuando la mayor negó con la cabeza y luego esta observo a SungJong.

-¿Qué...?

-Aparentemente, Gerard tiene  más de uno en la mira para molestar.- agrego Stefania antes de suspirar profundamente.

-Es muy buen momento para que me expliquen ¿qué diablos está sucediendo? ¿Quién es Gerard?

Podía notarse la paciencia que Lee intentaba imponer a su enojo antes de dejarse llevar y alzar la voz contra ambas mujeres. Sus manos apretaban los caños de los posas brazos de la silla, y se removía en ella inquieto, queriendo tomar esa lentitud y suspenso en la conversación con calma.

-Yadira, debes contarle. Esto ya no te involucra solo a ti, sino a nosotros también y se expande.

La menor mantuvo la cabeza gacha, su rostro no se dejaba ver en completo y mantenía sus piernas juntas, con sus manos entre medio. Pánico es lo que estaba sintiendo. No era paranoia, le faltaba el aire por sentirse acorralada, esclava de un miedo a causa de un sujeto que ella misma había metido en su vida hace años atrás  y que a pesar de sus intentos por deshacerse de él, aun seguía detrás de ella. Y ahora jugaba con la vida de quienes la rodeaban. ¿Qué decir? ¿Cómo comenzar? Ir con la verdad a Stefania había sido de alguna manera sencillo, en ese entonces no había más partes involucradas que ella misma, pero ahora... SungJong aguardaba por una respuesta y aunque Yadira no pudiese y tampoco quiere verle el rostro, pudo sentir la furia y escarmiento en esos ojos que en algún momento le profesaban amabilidad y no ira.

-Yo... Lo siento mucho...No esperaba que esto...

Las frases no se completaban, y algunas palabras quedaba atascadas a medias pronunciar. El llanto comenzó a surgir. De igual manera hizo un gran esfuerzo para terminar con el relato, aunque no experimentaba alivio alguno por ir con la verdad, todo lo contrario, estaba temiendo cada vez más. Su rostro humedecido por las lágrimas, seguía oculto ante los presentes, la vergüenza podía más con ella en ese momento.

-Tranquila, por favor, Yadira.-Stefania comenzaba a levantarse para ir a consolar a su amiga, preocupada por esa postura y estado que la menor estaba adoptando, pero sus intenciones se truncaron cuando SungJong se levantó brutalmente de la silla y exploto.

-¡¿Me están queriendo decir que todo esto tiene que ver con un ex novio?!

-Tranquilo, SungJong. Guarda la calma.

-¿Que guarde la calma? ¿Te estas escuchando? Hoy destrozaron el coche de mi hermano porque la niña no supo escoger un hombre hace años atrás. ¡No seas hipócrita, mujer!

-SungJong, tranquilízate.

-¿Cómo demonios pretendes que me tranquilice cuando estamos pagando los platos rotos de alguien más? Hay un sujeto que encima de acosador parece un desvariado mental y pretende meterse con cuanta persona esté cerca de ella. Hace una semana me dejo un nota, resultado que también me sigue, y hoy fueron los vehículos, él de mi hermano y el tuyo. Burlo la seguridad del conservatorio como si fuese cosa de nada. No pretendas que me tranquilice cuando al parecer este tipo es capaz de más y nuestras vidas podrían correr peligro todo por culpa de ella.

Stefania se vio envuelta entre los gritos de uno y el llanto de la menor que tenía entre brazos, aunque solo se tratase de parte de su cabeza. No conocía ese lado del joven, pero podría presentir que tanta escandalo venia por la preocupación de que a SungYeol le pudiese haber pasado algo más o con solo haber visto la aflicción del hermano mayor.

-¿Se puede saber que suce-de?

WooHyun ingreso de imprevisto a la oficina, con rostro de preocupación porque al parecer los gritos de SungJong ya se escapaban de esas cuatros paredes. Stefania le dedico una mirada de "ayuda" al moreno y este sin entender absolutamente nada del porqué de tanto alboroto, solo atino a sacar a SungJong de adentro de la oficina que a pesar de removerse con violencia decidió irse por su propia cuenta bastante indignado.

-Luego te explico-apuro Stefania en un murmullo mientras hacía intentos de calmar el llanto de la menor.

-Perfecto.-dijo WooHyun y agrego-. Llego el detective.

La Directora solo rodo los ojos. Su paciencia estaba al límite.

...
...


MyungSoo no podía mas que pensar que el trayecto había resultado relativamente corto para él, ya que el conservatorio quedaba bastante tras manos de la casa de los Lee. Pudo sentir como el joven detrás de él comenzaba a bajarse de la moto, sintiendo el frio en su espalda al quedar descubierta, las manos que habían sujetado su cintura, sin fuerza, apenas tomando por seguridad, ya no estaban y comenzaba a anhelaras por un segundo más. Si, a pesar de tener su mente revuelta en cuestiones familiares, seguía extrañando a ese sujeto frívolo de pie al lado de su motocicleta.

-Gracias por alcanzarme.-Dijo SungYeol al sacarse el casco y sacudir su cabeza para acomodar un poco su cabello que resulto en vano por el fuerte viento que soplaba. El alto estaba por entregar el casco a MyungSoo, pero bajo su mano de repente y con ella el objeto que sostenía-. Creo que sería mejor si aguardaras un poco hasta que el viento se calme.

Kim se estremeció y sus ojos se abrieron como platos.

-Abriré la cochera para que dejes a moto ahí.

Paso saliva por su garganta, sorprendido por el ofrecimiento. ¿Cuáles habían sido sus últimas palabras de su última conversación? Oh! si, ya lo recordaba y nada grato sinceramente. Y ahora esto. Esa contrariedad en Lee, aunque podría no significar nada, solo una muestra de devolver el favor por alcanzarlo hasta su casa, aun así genero un buen sentimiento dentro suyo.

Dejo la motocicleta dentro de la cochera y, guiado por SungYeol, ingreso al interior de la casa. Había un fina cubierta de polvo sobre los muebles de la sala. La mesa de baja estatura y pequeña en dimensiones dispuesta en el centro de la sala, podría ser la excepción a la falta de limpieza por estar ocupada con varios papeles y carpetas.

-Es trabajo.-Comento SungYeol secamente-.Toma asiento en alguno de los sofás.

MyungSoo así lo hizo, pero no podía dejar de sentirse inquieto y nervioso. Estaba bien poder tener otro tipo de acercamiento con el mayor que no fuese solo sexo, pero persistía esa brecha entre ambos y él no podía ignorarla, mucho menos sus ganas de poder tener, aunque fuese, un bajo de guardia por parte de Lee. Quería mostrar otro lado que no fuese el que ya conocía SungYeol.

El joven alto se dirigió hasta la cocina y sin consultar al invitado, preparo dos tazas de café. No sabía los gustos del menor, tampoco estaba seguro si había hecho bien en dejarlo entrar, o porque realmente ofreció a se quedara. Dejo ir un suspiro para relajar la tensión en su cuerpo antes de regresar a la sala con una bandeja plateada y las tazas que contenían el líquido caliente dentro. Hizo a un lado un grupo de carpetas y asentó la bandeja sobre la mesa.

-Bebe-Ordeno

-N-no, no graci...

-Ya los prepare, así que toma por favor.

SungYeol tomo asiento en el sofá más amplio, con su taza de café en mano, y observo de soslayo a MyungSoo levantarse y recoger su taza. Todo de una manera tan tímida y en la mirada de Kim era visible lo inquieto que se encontraba. Él también lo estaba pero no iba a demostrarlo así que se relajó en el respaldo del sofá, moviendo su cabeza de un lado a otro para que sus músculos del cuello abandonaran la rigidez.

-Lamento lo sucedido con tu vehículo.- Se animó a decir MyungSoo, aunque no abandonaba esa postura de cachorro en casa ajena.

-Ahhh... Ni lo recuerdes.-Respondió con cansancio SungYeol y de un solo aventón tomo poco más de media taza de café.

MyungSoo se asombró.

- Perdón por el comentario entonces.

"Perdóname a mi" pensó Lee, al venirle en mente las últimas palabras que le había dicho al joven. No podía decir que estaba totalmente arrepentido, pero sin dudas le pesaba bastante haberlo juzgado de tal manera, más aun, teniendo que ver esa actitud de benevolencia y discreción del menor en ese momento, y que luego de que se hubiese calmado, tenía en cuenta, que no solo era MyungSoo, también se trataba de él y de cómo le atraía el profesor de guitarra. Su mente quiso indagar un poco más en ese encontronazo de hace tiempo. El último beso que no correspondió y lo necesitada que estaba su boca justo ahora por los labios ajenos.

SungYeol observo al menor beber de la taza. Tenía una mirada salvaje y al mismo tiempo apacible, siniestro y distante. MyungSoo percibió los ojos sobre él, y antes de tensarse más de lo que estaba prefirió romper el silencio.

-¿En que trabajas?-Pregunto y Lee reacciono de su letargo.

- Este  desastre de aquí es de la empresa donde trabajo con WooHyun. Pero esta prácticamente en la bolsa. Luego, en el despacho de mi padre, estoy trabajando en uno ajeno a la empresa. Un caso de divorcio y esos asuntos.

MyungSoo asintió vagamente recordando que aún no solucionaba las cosas con su madre, padrastro, la empresa perdida, y sinceramente nada de lo que decía su progenitora le parecía ciertamente real. Por momentos creía que la mujer había estructurado una mentira muy bien elaborada, pero no la creía de tanto y a su padrastro tampoco.

-¿En qué piensas?

Kim levanto la cabeza para responder a aquella pregunta pero sus palabras se truncaron al ver al mayor de pie. "Esa mirada..." y detrás de esos llamativos ojos cafés, MyungSoo supo lo que podía significar. El asunto era si permitirlo o no cuando pretendía cambiar las cosas.

-En... cosas. Asuntos personales.-Respondió pero su pecho quedo sin aire cuando SungYeol avanzo hacía él, con firmeza.

Y él solo pudo morder su labio inferior.

...
...

SungKyu arrojo la chaqueta sobre el sofá en cuanto llego. Paso al baño, preparo la tina con agua caliente mientras se deshacía de su ropa y dejaba su cuerpo desnudo a la vista de ese cuarto. Le urgía un poco de agua para limpiarse del sudor y relajar esas tensiones acumuladas durante el día. Muchas cosas en poco tiempo. ¿Quién iba creer que alguien fuese capaz de violar la seguridad del conservatorio y hacer tanto daño? Al menos agradecía que todos ellos estuvieran en perfecto estado.

-Gracias a Dios.- Resoplo mientras se hundía en el agua.

Estaba cálida, buen complemento para el frio que azotaba fuera. Se dijo a si mismo que una vez terminado con el baño se iría a por un almuerzo o simplemente comprar algo que le sirviese de cena al mismo tiempo. Estaba sin comer, con unas cuantas galletas del  desayuno ligero que hizo esa mañana, y su estómago, a esa hora de la tarde, comenzaba a clamar por un poco de alimento. Permaneció en quietud dentro de la tina, dejando que su cuerpo se aislara del cansancio, y concentro su mente en pensamientos rutinarios.

WooHyun aparecía en ellos, no porque le resultara rutina, más bien, porque se estaba incorporando rápido a su vida. De tener un cierto desprecio al comienzo, ahora eran inseparables, lo cual le parecía magnifico sino fuese porque le gustaba y no estaba tan seguro si a Nam le sucedía lo mismo para con él, aunque la noche anterior había sentido demasiado el sentimiento de correspondencia por parte del menor. Lástima que todo acabase tan pronto, o que la hora tuviese que transcurrir tan rápido cuando estaba a su lado. Incluso había apartado de su mente la aparición, nuevamente, de Erika.

"Esa mujer..." aun lograba desestabilizarlo, y hacerlo sentir que camina sobre un fino hilo, cruzando un precipicio. ¿Por qué tenía que regresar? Le dolía un poco el orgullo de ver que la joven no sé le había movido un cabello por toparse con él, aunque realmente creía que ni lo había notado. Sumergió su cabeza dentro de la tina, y luego dio por finalizado el baño. Tomo la toalla que había dejado sobre la tapa del retrete, envolvió su cintura y fue hasta su cuarto a por una muda limpia de ropa. Era mejor dejarla en el pasado y ver que proponía el destino para su presente y futuro.

Recogió un bóxer de entre el cajón de la ropa interior, luego extrajo una camiseta y un jean limpios de los estantes del closet. "Closet" sonrió para sus adentro. Era un chiste, pero si todo seguía como pensaba, tendría que decir "salí del closet... me gusta un hombre." Carajo, eso era de no esperarse de él. ¿Que diría su familia? Y ahora meditaba mejor esa pregunta ¡¿Que diría la familia entera de enterarse que había dos gay o bisexuales en ella?! No podía olvidar a MyungSoo y su peculiar relación con el amigo de WooHyun. No iba a ser bien recibida la noticia, pero supuso que tendría que tomar la actitud de su primo de No me importa una mierda lo que piense el resto...

Se retiró de su cuarto y se dirigió hasta la cocina. Tenía que haber algo en la nevera para calmar su hambre hasta que fuese por su pedido. Encontró una lata de cerveza, la única que quedaba y anoto mentalmente que debía ir a por un pack más. Gaseosas no quedaban, y solo encontró un poco de yogurt. El resto eran verduras y carnes, y todo para cocinar, cosa que no le apetecía en ese momento.

-Tendrá que alcanzar con esto.- Se dijo antes de beber el yogurt servido en el vaso.

Limpio sus labios con una servilleta y justo cuando planeaba ir a acomodar sus cabellos antes de salir, el timbre se escuchó en todo el departamento. No esperaba visitas

...
...

-¿Cómo puedes ser tan loca de guardar semejante cosa?

WooHyun había estacionado el Audí junto a una Ford Ranger gris, mientras cuestionaba la actitud de la Directora respecto al asunto de Yadira.

-¡Estás loca mujer!

Ha Stefania le tembló una ceja por esas constantes acusaciones y preguntas por parte de Nam. Tenía todo el camino, luego de dejar a Yadira en su edificio y a SungJong en su casa, escuchando un sermón tras otro. No recordaba que su padre le hubiese dado tantos en su vida. Y espera que ahora que habían llegado hasta el edificio donde vivía SungKyu, se callara unos minutos. Pero al bajarse del vehículo recibió la mirada desaprobatoria del mayor que esperaba por activar la alarma del rodado.

-Ya te dije. No me correspondía hacerlo. Es algo que le incumbe a ella. Además en mi puta vida pensé que ese tipo tuviera una actitud tan psicótica.

Avanzaron hasta el ascensor de la cochera del edificio, Stefania con un par de carpetas debajo de su brazo, trabajo que correspondía a la programación del día siguiente en la radio y que debía entregar a su compañero de locución. Últimamente se le pasaba todo por alto. Y WooHyun por su parte caminaba con los brazos cruzados delante de su pecho, con el entrecejo fruncido y gruñendo cada cierto tiempo.

-¿Que no lo esperaban? Dios, si la acosaba. ¿Eso les parecía normal a ustedes?

-¡Claro que no!

-Y ¿entonces?

-Y ¿entonces?-reparo la joven, enojada-. ¿Qué carajo no entiendes de que Yadira intento denunciarlo, y nadie hizo caso?

WooHyun presiono el botón del piso en el que vivía SungKyu y las puertas del ascensor se cerraron delante de ellos.

-Pues me hubieses contado antes y luego arreglaba con SungYeol para mover cielo y tierra para terminar con este asunto antes de que llegara a tan lejos.

No lo había pensado. Sinceramente no había tenido en cuenta el detalle de que ellos podían tener más contactos con otro tipo de personas, y que algo se pudiese hacer de manera más rápida y dar solución pronto.

-No pensaste eso ¿eh?

-¡Vale! ¡No lo pensé! ¿Pero qué quieres que hiciera? Apenas si tengo tiempo de pensar si como o no.

Nam negó con su cabeza, indignado por esa respuesta, y la Directora contuvo las ganas de insultarlo de pies a cabeza, solo porque ya estaba sobrepasada de problemas y el planteo de WooHyun, aunque tuviese razón, estaban hostigando a su cero paciencia. Tenía ganas dejar todo y esfumarse a casa de sus hermanas, en otro país.

-Tendrás que contarle al resto para que entiendan cual es el epicentro de todo esto.

Lo que le faltaba, mas miradas desaprobatorias, cuestionarios de preguntas y acusaciones. Perfecto, ya estaba lista para tomar un avión e irse a donde fuese. Las puertas del ascensor se abrieron. Ambos jóvenes salieron sin decir ni una palabra, pero no dieron más de dos pasos por ese pasillo y se detuvieron.

Delante de la puerta del departamento de SungKyu, una mujer de esbeltas piernas cubiertas con unos jean apretados, votas de caña larga, negras, tapado rojo y una melena dorada radiante esperaba por ser atendida. La puerta se abrió y la mujer ingreso con una sonrisa bailarina en sus labios finos y rojizos. Con tanta confianza, como si ese departamento fuese suyo también.

-¿Y esta que hace acá?- Gruño Stefania entre dientes.

Y WooHyun le aclaro las dudas.

-Es la ex novia de SungKyu Hyung.-Respondió con amargura y decepción.

La Directora abrió los ojos sorprendida.

-¡¿Qué?! Pero si yo...


"Yo la vi con Lee JongHyun. Tomados de la mano como una pareja." 



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Bien desde ya pido disculpa por no actualizar. Realmente la facultad a ajustado mi tiempo y mis ganas de escribir. Espero que sepan perdonar y puedan disfrutar de este cap que me llevo tiempo escribirlo pero al fin lo termine. 

Gracias por seguir leyendo a los que continuan leyendo y a los que comentan tambien.

Espero nos estemos leyendo pronto en una nueva actu, o, si logro otro tiempo, terminar el one shot que tengo estancado desde enero de este año mas o menos. Lo que se de primero.

Adios...

P/D: mi amor por Infinite sigue intacto a pesar de estar desaparecida. 


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