martes, 19 de noviembre de 2013

Culpa de una Fujoshi. Cap 1


Capítulo 1
Stefania guardo la guitarra dentro de la funda y tomo su bolso. Sus alumnos ya se han marchado, y el estudio de música queda vacío solo con su presencia. Es directora de un conservatorio, pequeño, pero que está bastante capacitado para impartir clases. La mayoría que asisten son jóvenes, se puede decir que entre los 12 y los 18 años. Es un grupo bastante numeroso, que van en busca de reforzar su talento, y aprovechan que el precio es conveniente y accesible.


Tiene 22 años y se encuentra satisfecha con lo que ha logrado para su corta edad. Está convencida de que sus logros ha superado sus metas. Pero no es consciente de lo que el futuro, a corto plazo, le planteara superar.


Se dirige hasta la mesa de entrada, a pasos agiles, y poco perceptibles. El guardia de seguridad, que está oculto detrás de mostrador, no la escucha llegar, y cuando ve el cuerpo delante del mueble se sobresalta. Stefania ríe.


-Ahh!! Hombre no se asuste.- dijo con tono tranquilo-Ya me voy. Vengo a traerles la llave de mi aula-ella las extiende con su mano derecha.


-Bueno-El guardia recibe el pequeño objeto y lo guarda en unos de los cajones que tiene el mostrador, a un costado de él- la acompañare hasta la salida, De paso cerrare las puertas. Ya no queda más nadie.-Ante de levantarse de su asiento, da un corto vistazo a las pantallas que muestran las imágenes capturadas por las cámaras de vigilancia.


Es habitual en ella, ser la última en retirarse, es parte de su rutina .Al salir, el sol ya se ha puesto y la noche está en su máximo esplendor. <<Noche de verano>> El calor y las centelleantes estrellas del cielo nocturno ameritan continuar admirando su belleza y disfrutar de lo que resta del día, pero no puede. Alguien la espera


<<Si no te apresuras te matara>>


Frase que recuerda cada vez que sale del conservatorio.


Para ser tan joven vive ocupada. Lo de la academia es algo que quiso toda su vida. La música le apasiona desde niña, y poder enseñar a los demás el encanto de aquello, le resulta más que placentero. Para ella la música es el método justo para descargar cualquier tipo de sentimientos y ánimos. Sus alumnos lo hacían, la entendían, porque varios de ellos buscan del ritmo, instrumentos e incluso danza- en su academia también es impartida- para soltar sus alocadas y acumuladas emociones. Luego es locutora de una radio por la noche, dirigida para un público joven. Y ahora mismo está llegando tarde o quizás no, pero su compañero de trabajo es demasiado estricto con los horarios.


Son 8:30 PM y a las 9 ha comienza el programa. Esta segura que en 20 minutos estaría tocando el piso de su segundo lugar de trabajo. Aun así, mientras sube a su auto, va preparando sus oídos para un regaño. No es una persona odiosa, y tan pronto como se enoja se le pasa. Solo hay que saber cómo manejar a Kim Sungkyu.


-Debería buscarse una novia…-Dijo para luego fruncir el entre cejo, rechazando la idea- Novio le queda mejor.


Y entre risas pone en marcha el auto y maneja por las calles de Seúl.






Una vez más repaso las hojas que están sobre la mesa redonda dentro del estudio de grabación. Incómodo. Solo faltan 10 minutos para dar comienzo al programa de ese día y su compañera de trabajo no ha dado, si quiera, señales de humo. Esa mujer lo exaspera. Y no porque fuera molesta. Sungkyu no estaba acostumbrado a lidiar con mujeres que se atrevan a hacerle frente, que rían a carcajadas ante cualquier chiste como si no hubiera un mañana, o que tengan una mente tan, tan… ¿liberal? Es distinta, ni un ápice de timidez posee. Extrovertida en manera excesiva.


La puerta del estudio se abre, y Kim ruega por que sea Stefania, pero no, es Jang Dongwoo, el director de programación. Menor que él y ya tiene ese puesto. Un genio se puede llegar a decir, y la persona compatible con su compañera. Piensa que esos dos deberían hacer pareja, pero es consciente de la orientación sexual del menor. Y es insólito, pero a Stefania parece que tal cosa le agrada. A su mente acuden imágenes de la joven alentando, hace una semana atrás a Dongwoo porque se animara a confesarse ha, ha… No recuerda el nombre del chico.


-Esta noche quisiera que se queden. Necesitamos revisar la programación de mañana- Dijo Dongwoo mientras fija la vista en las hojas que tiene en su mano.

-¿Qué sucede?- pregunto Sungkyu.

-Nada malo. Solo es para dar un vistazo y ver si retocamos algo. Ya sabes para mejorar.

A Dongwoo le gustaba innovar y probar cosas nuevas, por ende siempre está dispuesto a que Stefania y él colaboren con algunas ideas o propuestas. Una encuesta que habían hecho un mes atrás había dado como resultado, que su público era, en gran mayoría, jóvenes de entre los 16 hasta los 29 años y una minoría que superaban los 30. Detalles importantes que Dongwoo siempre tiene en cuenta.


La puerta de estudio se abre nuevamente, y Sungkyu siente un alivio al ver ingresar a Stefania.

-¡Hi!- Saludo la joven con entusiasmo y luego se acerca a cada uno de sus compañeros para darles un beso en la mejilla. Apenas es un rose de piel. Stefania no acostumbra a “besar”, más bien es un choque de mejilla con mejilla.


Sungkyu tuerce el gesto de sus labios y Dongwoo no puede detener sus ganas de reír.


-Es hora que comiences a acostumbrarte a saludar de otra manera- Dijo el mayor de los tres, tajante.


Stefania esboza una sonrisa, ignorando las quejas de Sungkyu acerca de sus costumbres extranjeras. Deja su bolso sobre su silla, y da un repaso ligero de las hojas que Dongwoo le ha tendido cuando ingreso. Luego de un momento desvía la mirada y centra su atención en Kim.


-Esta es mi forma de ser Sungkyu, si no te gusta lo siento por ti, yo no cambiare para hacerte feliz…- se cruza de brazos y sus ojos destellan un brillo de diversión- Yo te acepto así de amargo como eres.


Sungkyu siente que la sangre le ha subido hasta las mejillas, tiñéndolas de carmín intenso. <<Insoportable>> Lo deja en ridículo y eso le molesta. Como le gustaría poder tomar ese níveo cuello y estrujarlo entre sus manos. Pero no, no es un psicópata para andar por la vida asesinando a quien le gusta bromear o tomarle el pelo. Solo deja escapar un suspiro, y trata de relajar sus ideas.


-Bueno basta de peleas por hoy…-dijo Jang sin quitar la sonrisa de sus labios gruesos y acomoda su remera verde de magas cortas- El programa está por comenzar así que se acomodan.


-Y encima te das el gusto de llegar cinco minutos antes de que comience el…- Sungkyu retoma la pelea nuevamente. Parece que aguantar el aire por 10 segundos y soltarlo para librarse del estrés, no funciona con él.


Stefania solo toma asiento, dejando su bolso en el suelo, a un costado de sus piernas, y ríe divertida- Yo no tengo la culpa de que seas tan impuntual y llegues una hora antes.


Dongwoo no aguanto, las carcajadas salieron de su boca sin pedir permiso y prefiere huir antes que seguir escuchando las absurdas peleas sin sentidos de esos dos. Se acomoda en su silla, y observa a través del vidrio que lo separaba del par de locutores que continúan discutiendo. Es como un deporte para ellos. Da unos golpecitos sobre el cristal y llama la atención de ambos. Con los dedos de su mano izquierda le hace unas señas…


<<En tres, dos, uno… al aire>>








Woohyun ingreso al departamento, exhausto pero complacido. Ha trabajado durante todo el maldito día, sin tiempo a descansar, pero de alguna manera ha sido ventajoso. Logro retirarse temprano. Trabaja en la firma inversora de su padre, y para variar es el gerente comercial de una de las sucursales de la empresa.


Enciende las luces de la sala y mira por un momento. El sofá de tres cuerpos que esta junto a la pared y el otro de dos cuerpos, que da de espalda al ventanal del balcón, más los dos puff acomodados en dirección a la puerta de salida resaltan su color negro. La mesita de vano que está en el centro y el mueble donde está asentado el televisor plasma de 42’, brillan ante la luz de la lámpara de techo. Jura que hasta puede ver su reflejo en ellos. Todo está limpio pulcro y ordenado.


Saco sus zapatos y los dejo en el estante que está un lado de la puerta. Continua su recorrido por todo el apartamento, encendiendo las luces, observando que todo esté en su lugar, y a la vez se deja en volver por la fragancia a lavanda que hay en el lugar.


-Ah limpiando todo…- Murmura mientras se deshace de su saco, que lleva puesto desde la mañana, y lo deja sobre uno de los puff.


Dirige sus pasos hasta la cocina y abre la nevera. Comienza hurgar la fuente que están debajo, toma algunas verduras, y una bandeja pequeña de carne. Los deja sobre la mesada y dobla las mangas de su camisa azul, hasta llegar a sus codos. Es la tarea del hogar que a él le toca. Stefania limpia por la mañana antes de irse al conservatorio a dar clases, y Woohyun cocina por las noches cuando llega del trabajo. Una rutina planificada por ambos y a desempeñarse solo de lunes a viernes.


 Antes de tomar el cuchillo, regresa a la sala. Bajo el mueble del plasma, está un centro musical. Lo prende, y busca sintonizar la estación de radio donde conduce un programa su compañera de vivienda. Lo encuentra y nivela un poco el volumen para ser él, el único en escuchar. No quiere dar molestias a sus vecinos. Es la primera vez que lo escucha y está un tanto emocionado. Quiere encontrar alguna falla en la locutora para luego divertirse de aquello ante ella. Están en la tanda publicitaria, de algún Banco de la ciudad.


Woohyun frunce el entre cejo y suelta un suspiro al ver los confortables sofás. La idea de sentarse y relajarse sobre los cómodos almohadones, es desmesuradamente tentador. Pero aún debe ocuparse de la cena. Regresa a la cocina, lava y pica la verdura y la hecha dentro de la cacerola, que permanece sobre la llama de la hornalla, y con el aceite a punto. Corta la carne en forma de cubitos y los junta con la verdura. Piensa hacer una salsa para pasta. Aunque no pone mucho empeño en la comida, está cansado y Stefania al llegar igual, por lo cual poco le importa que tan desabrida este la comida en cuestión. La joven solo come, se baña y pasa a la cama. Igual él. No acostumbran cruzar muchas palabras cuando se reúnen durante la noche, no hay tiempo, más que para descansar y deseos solo de cerrar los ojos por varias horas. Cabe mencionar que duermen en cuartos separados. Solo son buenos amigos. Hace cuatro años que se conocen.

Woohyun comienza a recordar… 


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Buenoooo...

Hay muchos que este cap y varios mas ya lo han leido, ya que antes publicaba en face...

Espero le haya gustado... Yo amo a este fic jejeje y los amo a ellos XD jeejeje

Kiss

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